JORNADA NBA / playoffs 2011
Memphis deja en la cuneta a los Spurs con exhibición final de Zach Randolph
Brillantes actuaciones de Gasol (12 puntos y 13 rebotes) y Vásquez (11 tantos)
Parker, Duncan y Ginóbili, que metió 16, se despiden de la competición por sorpresa
Memphis Grizzlies completó la hazaña. El equipo de Lionel Hollins se impuso 99-91 a San Antonio Spurs en el sexto partido de la serie que les enfrentaba y eliminó al mejor equipo del Oeste en temporada regular haciendo añicos la ventaja de campo que tenían los texanos.
El héroe del partido fue Zach Randolph, autor de 31 puntos y 11 rebotes. El ala-pívot local firmó, además, 16 de sus puntos en los últimos 7 minutos del partido, siendo decisivo en su definición, como también lo fueron en el marco defensivo Tony Allen, que hizo un gran trabajo sobre Ginóbili, y Marc Gasol, que superó en defensa a Tim Duncan y terminó con 12 puntos y 13 rebotes tras disputar 42 minutos de juego.
Además, destacadísima actuación de Greivis Vásquez. El venezolano se doctoró en la NBA al hacer una primera parte memorable. Tuvo que jugar mucho en esa primera mitad por los problemas de faltas de Conley y se fue al descanso como máximo anotador del partido con 11 puntos. Al final, el ex de Maryland acabó con 11 puntos y 3 rebotes en 23 minutos de juego y no perdió un solo balón.
Con el triunfo de Memphis ante San Antonio por 4-2 se completan los emparejamientos de segunda ronda. En el Este, Chicago-Atlanta y Miami-Boston y en el Oeste Lakers-Dallas y Oklahoma City-Memphis. En el Oeste, los Lakers se sitúan ahora, al caer San Antonio, como el equipo que siempre tendrá el factor cancha a favor.
Memphis 99 San Antonio 91 (4-2)
Jamás se había visto tal intensidad de decibelios en el a menudo demasiado tranquilo FedExForum. No era para menos. Tras un 0-12 en playoffs después de competir en 3 postemporadas, el equipo local pasaba por primera vez de ronda y lo lograba haciendo historia, siendo el segundo equipo de la NBA que como octavo cabeza de serie eliminaba al número 1 de conferencia en una serie a 7 partidos.
A 3 segundos del final, Lionel Hollins retiraba del campo a Zach Randolph, héroe incuestionable de la gesta. Z-Bo se iba en loor de multitudes. La locura se había instalado en Memphis.
Antes de ese cambio, Randolph había logrado 16 puntos en los últimos 7 minutos para romper la trayectoria de Duncan, Parker, Ginóbili y compañía. Un equipo campeón herido de muerte.
Randolph terminó con 31 puntos y 11 rebotes y fue un martillo en la zona junto a un estupendo Marc Gasol, que detuvo en defensa a Duncan y concluyó con 12 puntos, 13 rebotes, 2 tapones y 6 de 9 en el tiro en 42 minutos. Un dato clave del choque fue el de puntos anotados en la pintura: 62 los locales por 38 los visitantes. La zona fue de Randolph y Gasol. Y las penetraciones de los exteriores hicieron mucho daño a la defensa texana.
Memphis ya había hecho una declaración de intenciones inequívoca en el primer cuarto del partido. Salida a las máximas revoluciones, defensa agresiva y 24-16 al final de los primeros 12 minutos que encumbraron de forma inesperada a Greivis Vásquez.
El venezolano tuvo que salir a las primeras de cambio al cometer 2 faltas tempranas Conley. Greivis, lejos de amilanarse por la presión y el ambiente, se creció. Fue el Vásquez alegre y ofensivo de Maryland. Una maravilla verlo. Tanto fue así, que terminó el primer tiempo como el mejor anotador del partido con 11 puntos. En la segunda parte, no anotó, pero jugó minutos calientes del último cuarto, hasta mediado el mismo, y lo hizo bien. Gran noche para Vásquez.
Lo cierto es que ese inicio puso en alerta a los Spurs, que fueron toda la noche a remolque del rival. Un dato lo dice todo: Memphis llegó a tener 14 puntos de ventaja, San Antonio 2 y de forma efímera.
Dominando el rebote, metiendo más de la mitad de sus tiros (52,1%), defendiendo con una intensidad espectacular y cerrando filas con su juego colectivo, los Grizzlies demostraron ser un equipo grande, porque sólo un equipo grande rinde al 100% en momentos de presión extrema como los de anoche.
Los Spurs, sin embargo, no se rindieron. Un triplazo de Manu Ginóbili desde el centro del campo sobre la bocina del tercer cuarto (70-66) fue la señal, la trompeta que anunciaba la batalla final. Una señal que llevó a los de Popovich a la remontada en el último cuarto de la mano de Parker y Ginóbili. Y llegó el momento más delicado para los locales.
Fue cuando McDyess (que luego dijo que éste era el último partido de su carrera) anotó a 4:40 del final una canasta de media distancia que adelantaba a los suyos (79-80). Parecía que el estatus de los Spurs ganaba la batalla psicológica, pero Hollins pidió un tiempo muerto y todo cambió. La salida del tiempo muerto por parte de Memphis fue prodigiosa: defensa excepcional, comiéndose al rival, intensidad máxima que ya había preconizado Tony Allen en un inicio de último cuarto salvaje que le llevó incluso a posar su trasero en la mesa de anotadores.
Tras el tiempo muerto, parcial decisivo de 8-0 para los locales que se pusieron 87-80. A algunos se les pasaría por la cabeza la forma en que Memphis cedió el quinto encuentro en la prórroga, pero esta vez no hubo concesiones. Los Grizzlies fueron un equipo mentalmente perfecto y no dieron opciones a San Antonio, que perdía definitivamente su camino hacia el título. La mirada desolada de Matt Bonner -gran primera parte la suya- en el banquillo lo decía todo. La dinastía Spur palidecía, tocaba a su fin.
Memphis ganaba con 31 puntos y 11 rebotes del MVP Randolph, 12 y 13 rebotes de un Gasol fundamental y 11 de un invitado inesperado llamado Vásquez y un jugador esencial llamado Tony Allen. Mientras, San Antonio se iba pese a los 23 puntos de Parker y los 16 con 3 robos de Ginóbili, que no dio nunca su brazo a torcer. Duncan acabó con 12 tantos, 10 rebotes y 3 tapones y McDyess con 10 tantos en su último suspiro como jugador. En el lado más extremo de la derrota, Richard Jefferson: 0 puntos y sólo 10 minutos en pista. Nadie como él representaba el fracaso de un equipo ganador.