JORNADA NBA / PLAYOFFS 2011
Los Spurs, al borde del KO tras ser barridos por Memphis Grizzlies
Dallas se adelanta 3-2 tras dominar fácil a Portland con un gran Chandler
Denver Nuggets salva un 'match ball' de la mano de Ty Lawson
Espectacular golpe de efecto de los Grizzlies, que en una noche de ensueño revocaron cualquier criterio lógico de autoridad en la NBA. Noche de pesadilla para los Spurs, que perdieron el cuarto partido por 18 puntos y caen 3-1 en la serie. San Antonio, al borde de la eliminación.
La pesadilla se multiplicó en el caso de Tim Duncan, que el día de su cumpleaños vio cómo Marc Gasol le dejaba en 6 puntos. Y es que fue un partido con un gran componente latino debido al protagonismo de Gasol y Ginóbili, pero también de secundarios como Greivis Vásquez y Tiago Splitter, que lo hicieron fantástico.
Mientras, el otro equipo texano clasificado para los playoffs, Dallas, siguió un camino bien distinto a San Antonio y dominó fácil a unos Blazers que regresaron al camino de la inoperancia ofensiva y el bostezo.
Además, Denver se salvó de la eliminación al ganar el cuarto partido a Oklahoma City y colocarse 1-3. El panameño Gary Forbes no jugó.
Memphis 104 San Antonio 86 (3-1)
Ver para creer. Algunos llevábamos tiempo proclamando las virtudes de estos Grizzlies, pero lo ocurrido anoche en el FedExForum sobrepasa con mucho las expectativas del más optimista aficionado de Memphis. Brutal bofetada en el rostro de unos Spurs que salieron conmocionados de la partida tras ser vapuleados en la segunda parte.
Porque la primera mitad fue un compendio de igualdad y juego irregular, un discreto primer cuarto y un notable segundo. Fueron 24 minutos que acabaron con 48-50 a favor de los de Popovich, que encontraron en esos 2 cuartos la mejor versión de su base Tony Parker, autor de 19 puntos sin fallo alguno.
Fue en el arranque del tercer cuarto cuando todo cambió. Se trató de un giro brusco, el rumbo viró 180 grados y los Grizzlies se convirtieron en un trasatlántico y los Spurs en un velero que terminó hecho añicos en el golpe. ¡Qué monumental defensa de los locales en los primeros minutos del tercer cuarto y en general en toda la segunda parte!. Increíble Tony Allen sobre Ginóbili, más increíble aún Marc Gasol sobre Duncan y Parker venido a menos hasta sólo hacer 4 tantos en la segunda mitad.
Esa intensidad defensiva de Memphis se tradujo en un parcial de 14-0 de inicio. Los Grizzlies se escaparon y sólo hubo un atisbo de recuperación propiciado por el orgullo de Ginóbili, pero no llegó a buen puerto. Y el equipo de Hollins empezó a bailar al rival para empequeñecerlo hasta cotas insospechadas. Baste decir que en el último cuarto Memphis llegó a ganar por 24 ante la estupefacción de todos.
Lo hizo desde el extremo rigor defensivo y desde una ofensiva coral en la que todos arrimaron el hombro y nadie faltó. Hasta 11 jugadores locales anotaron, 5 hicieron dobles dígitos, 4 los rozaron. El máximo anotador de los Grizzlies, Conley, sólo hizo 15 puntos. Eso es jugar en equipo, pensar solamente en el bien común, en la felicidad del colectivo.
Memphis metió más del 50% de sus tiros, lanzó bien de 3 (y esto es noticia) y dominó al rival en la relación balones robados-perdidos (8 y 9 por 6 y 17). Las pérdidas constituyeron una sangría para el equipo de Popovich que no tuvo nunca resortes para la remontada.
Conley logró 15 tantos y 7 asistencias, Darrell Arthur se fue a 14 en 17 minutos martilleando al rival con su tirito de 4 metros, O.J.Mayo tuvo un día feliz desde la banca y los locales ni siquiera precisaron al mejor Zach Randolph.
Estupendos sus hispanos. Marc Gasol acabó con 9 puntos, 9 rebotes, 2 tapones y 3 pases de canasta en 35 minutos, pero lo trascendente fue su trabajo defensivo sobre Duncan, al que dejó en 6 puntos. Y Greivis Vásquez recordó al mejor Greivis de Maryland. Atrevido, generoso hasta decir basta en su espectáculo ofensivo... ¡metió 7 puntos sin fallo en su primera estancia en cancha de sólo 3 minutos!. Y terminó el partido con grandes números: 9 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en 13 minutos con 4 de 4 en el tiro.
Los Spurs, destrozados en el tercer cuarto con un parcial adverso del 30-15, tuvieron en Parker (23 puntos) a su mejor hombre, pero sólo metió 4 puntos en la segunda mitad y sólo dio 1 asistencia en todo el partido. Ginóbili, con altibajos, fue de los pocos que se libró de la quema, acabando con 14 tantos y 4 asistencias en 29 minutos. También Gary Neal y Tiago Splitter, ex ACB ambos y suplentes de San Antonio. Especialmente, el brasileño, que no había sido utilizado por Popo y acabó con 10 puntos y 9 rebotes en 22 minutos. En el lado más penoso, Richard Jefferson, jugador fiasco donde los haya que acabó con 0 puntos. Los Spurs están al borde del fracaso.
Dallas 93 Portland 82 (3-2)
Borrado el espectacular truco del mago Roy, Portland volvió a su rutina, a su terrenal bostezo. El equipo volvió a ser un equipo a imagen y semejanza de su hacedor, Nate McMillan, un conjunto sin chispa. Abierta la botella de gaseosa, el gas se escapó y no hay quien se la beba.
Roy volvió a ser humano. Y no sólo eso, volvió a ser un humano renqueante, limitado, tristemente devuelto a sus miserias. Mientras, Portland regresó a sus miserias, siendo la escuadra de los 3 primeros cuartos de la noche anterior, es decir, con una ofensiva terca en sus errores, predecible, atascada y sin soluciones. Al equipo le faltó lo que le falta a su entrenador, un cierto guiño a la improvisación.
Dallas pasó por encima de Portland. Le bastaron 24 minutos, los de los 2 cuartos centrales. En ellos, el equipo de Carlisle endosó a su rival un pacial de 60-43. La defensa, un elemento clave de los Blazers, se desmoronó y los locales terminaron yéndose por 20 puntos para sentenciar el encuentro.
Una cuestión esencial en el mal tono visitante fue su lastimosa manera de cerrar el rebote defensivo. Cedieron los de Oregón 20 rebotes en su canasta, ¡13 de ellos capturados por un inmenso Tyson Chandler!. El pívot de Dallas fue el hombre del partido con sus 16 puntos y 20 rebotes (7 defensivos y 13 ofensivos). También lo fueron, claro está, Dirk Nowitzki -25 tantos y 8 rebotes- y Jason Terry, inconmensurable toda la serie, que acabó con 20 unidades anotadas.
Mientras, Jason Kidd gobernó con mano firme la nave local repartiendo 14 pases de canasta. Su participación fue vital.
Los Mavs se impusieron fácil anotando sólo el 41% de sus tiros y naufragando desde el triple -3 de 17-. Eso sí, dispusieron de 35 tiros libres por 19 del rival y dominaron los tableros.
Portland, a lo suyo. Atasco ofensivo y menos asistencias todo el equipo (13) que Kidd solo (14). Se salvaron solamente Gerald Wallace (16 y 9 rebotes), Andre Miller (18 y 7 asistencias) y a ráfagas Batum. Aldridge anduvo irregular y Roy discreto.
No fue el partido de los hispanos. Barea sumó 4 puntos y 2 rebotes en 15 minutos y Rudy Fernández logró 5 tantos y 1 rebote en 12.
Denver 104 Oklahoma City 101 (1-3)
El Pepsi Center respiró aliviado tras la trabajada victoria de los suyos ante los Thunder, un triunfo que permite a los de Karl mantenerse con vida en la competición y evitar un duro 4-0 de despedida.
Los Nuggets salieron airosos a pesar de anotar sólo un 38,6% de sus tiros (lanzaron bastante mejor de 3 que de 2). Y lo hicieron gracias a su acierto final en el tiro libre dentro de un último cuarto completamente atípico, con un parcial nada propio para la postemporada y menos aún para un cuarto decisivo (33-32).
En esa apoteosis ofensiva, Denver se sintió como pez en el agua bajo el liderazgo de Ty Lawson (27 tantos y 9 de 9 en los libres), que protagonizó un bello duelo con Westbrook. Además de Lawson, otros 5 compañeros metieron 10 o más puntos con Gallinari en 18 y J.R.Smith en 15 en 24 minutos. Los interiores Nene y Martin aportaron de forma adecuada sin llegar a brillar. El panameño Gary Forbes no jugó.
El propio Lawson y su suplente, Felton, cerraron el partido desde los tiros libres.
Oklahoma perdió casi el doble de balones que su rival (15 por 8) y basó todo su esfuerzo en dos hombres anotadores y una fuerza de la naturaleza en la zona. Los dos primeros fueron, ¡cómo no!, Durant -31 puntos- y Westbrook -30- que tuvieron una noche bien opuesta desde el triple (5 de 6 el primero y 0 de 7 el segundo). La fuerza de la naturaleza correspondió nuevamente a Ibaka, que aportó 13 tantos, 14 rebotes y 5 tapones. La falta de acierto del resto hundió al equipo.