3 jugadores hispanos en una Final Four impredecible

Houston será el centro del baloncesto estadounidense a partir de hoy sábado y hasta el lunes. El gigantesco Reliant Stadium, con capacidad para más de 70.000 espectadores, acoge la Final Four de la NCAA. Una Final a Cuatro con más hispanos que nunca. Tenemos 3 representantes.

Son los jugadores de origen puertorriqueño Joey Rodríguez (Virginia Commonwealth) y Shabazz Napier (Connecticut) y el baloncestista dominicano Eloy Vargas (Kentucky). Los dos últimos se enfrentan entre sí.

Los equipos contendientes son Virginia Commonwealth University (VCU), Butler (que se enfrentarán en la primera semifinal), Kentucky y Connecticut (UConn), que se miden en la segunda. Pocas veces una Final Four incluyó un cuadro tan sorprendente. No ha quedado en pie ni uno solo de los equipos que eran cabezas de serie 1 y 2 y han entrado en la gran fase final dos auténticas sorpresas como VCU y Butler, a pesar de que estos últimos son los actuales subcampeones.

De los 4 equipos, sólo uno repite Final Four. Los increíbles Bulldogs, Butler, que el año pasado completaron una de las historias más bellas del baloncesto y que este año repiten. Perdieron la final con Duke.

Por el camino, desaparecieron Ohio State, Duke, Kansas, North Carolina...

Virginia Commonwealth (VCU) (23-11)-Butler (23-9)

Las dos teóricas cenicientas llegadas a la Final Four, una de ellas será finalista. Butler tiene una notable ventaja por una cuestión: ya tiene experiencia, y bien reciente, en estas lides.

En los banquillos, dos entrenadores jóvenes cara a cara, dos técnicos de gran presente y envidiable futuro: Brad Stevens (Butler), que tiene 34 años, y Shaka Smart, que dirige a los Rams y cumplirá 34 el 8 de abril.

Butler ya no tiene a su gran estrella de la temporada pasada, Hayward -que milita en Utah Jazz-, pero le quedan dos jugadores muy importantes: Shelvin Mack (15,9 puntos y 3,6 asistencias) y Matt Howard (16,7 puntos y 7,8 rebotes). Además, tienen a buenos jugadores de apoyo como Vanzant y Andrew Smith.

Los actuales subcampeones acumulan 13 victorias consecutivas, la mejor racha de todos los contendientes, y presentan un muy buen nivel defensivo.

Mientras, VCU es un equipo de francotiradores de la larga distancia, un conjunto plagado de tiradores de 3. Virginia Commonwealth tira mucho desde esa distancia y con un acierto increíble (un 44%). Jamie Skeen, Brandon Rozell, Bradford Burgess y, en menor medida, Joey Rodríguez son muy buenos tiradores de perímetro. Y ellos son los jugadores esenciales del equipo.

Jamie Skeen es la referencia ofensiva con 15,3 puntos y 7,5 rebotes y el armador boricua, el pequeño Rodríguez, es esencial en el juego por su visión, su temple y su saber estar en las buenas y malas situaciones.

Connecticut (UConn) (25-8)- Kentucky (26-9)

Los Huskies y los Wildcats frente a frente en la segunda semifinal. O lo que es lo mismo: Cal & Cal. O si o prefieren, Cal vs. Cal. Es decir, Jim Calhoun contra John Calipari, dos de los entrenadores más mediáticos y prestigiosos de la NCAA, también dos entrenadores rodeados por la polémica.

Y un duelo apasionante, el del mejor jugador ofensivo de la Final Four, Kemba Walker (UConn), que promedia 23,5 puntos y 4,3 asistencias, y un enorme defensor que será su perro de presa en la semifinal, DeAndre Liggins (Kentucky).

Kentucky tiene una gran dosis de talento. A raudales desborda talento Terrence Jones y también lo tiene Brandon Knight. Pero además cuentan con el poder reboteador de Josh Harrellson y con las aportaciones de Doron Lamb y Darius Miller. En este equipo juega el dominicano Eloy Vargas, pero tiene un papel muy residual.

En el otro bando, en Connecticut, el puertorriqueño Shabazz Napier sí jugará un papel importante. Es el suplente que más juega y suele estar en acción bastantes minutos. De hecho, es el cuarto anotador de un equipo que tiene, eso sí, un liderazgo absoluto de Kemba Walker en la ofensiva. Otro Lamb, en este caso Jeremy, será un buen escudero en el ataque. Además, Oriakhi deberá poner el ardor en los tableros.

Hoy, sábado, las dos semifinales y el lunes la gran final. Un lunes en el que no habrá baloncesto NBA porque todo el país se concentra en Houston.