Rudy dice ahora que no quiere marcharse de Portland
El escolta mallorquín asegura que no quiere ser traspasado aunque no está en sus manos
Giro de 180 grados en los sentimientos de Rudy Fernández. Si hace apenas un par de meses demandaba, a través de su agente, su traspaso o su salida de la NBA, ahora esa idea no parece estar en su cabeza. Rudy quiere quedarse en Portland.
El escolta español parece haber recuperado el ánimo perdido, ése que le hizo decir a finales de septiembre que no quería jugar más en la NBA y que deseaba regresar a España con su familia.
Detrás de todo, parecía estar la ‘saudade’, que dicen los portugueses, la morriña de los gallegos, la nostalgia de su tierra y de los suyos que golpeó fuertemente el ánimo del jugador mallorquín.
No en vano su agente llegó a manifestar a los Blazers que Rudy quería ser traspasado a una ciudad que tuviera vuelos directos a España, al contrario de lo que ocurre con la remota Portland. Pero ahora, tanto su agente como el propio jugador aseguran que no buscan un traspaso aunque ahora mismo es una decisión que “no está en mis manos”, reconoce Rudy.
Regreso a la alegría
Lo cierto es que el español no está jugando más que la temporada pasada, pese a la ausencia de Roy, ni lo está haciendo mejor, al menos en lo que a sus números estadísticos se refiere. Su juego está siendo irregular pero, a diferencia, del año pasado, Fernández acaba los partidos con una sonrisa.
“Quiero quedarme aquí”, ha asegurado al Oregonian, “Me lo estoy pasando bien. Me he comprado una casa. Me he comprado un coche. No sé que más puedo hacer para probar que quiero estar aquí”.
Lo cierto es que se le ve mucho más animado y en esa mejora de su ánimo parecen haber influido las buenas migas que ha hecho con el base australiano Patrick Mills, que ha ocupado el lugar dejado por el canario Sergio Rodríguez tras su marcha primero a Nueva York y luego de regreso a España.
Ahora sólo falta que ese buen ánimo le haga recuperar su mejor juego, ése que sólo ha mostrado en contadas ocasiones esta temporada para regocijo de sus muchos seguidores. Aunque su permanencia en Portland no depende de él, sino de los planes de Rich Cho, el general manager del equipo.