Nate McMillan culpa a sus jugadores de los malos resultados de Portland
Elimina cualquier autocrítica y descarga la responsabilidad sobre la plantilla
Portland vive horas bajas. Su ataque es un auténtico fiasco y el equipo ha perdido 6 partidos de forma consecutiva que les han alejado de los puestos de playoff. Pero lo peor no son los resultados, que también, lo más lamentable es contemplar el juego del conjunto de Oregón.
Los números lo dicen todo: derrotas sin parar ante Jazz, Hornets, Nets, Sixers, Celtics y Wizards. Es decir, ante 3 equipos fuertes y 3 débiles. Pero lo más significativo es la crisis ofensiva de un equipo abocado a atacar sin muchas alegrías -es lo que quiere su técnico-. Porque en esos 6 encuentros, Portland no ha alcanzado nunca los 100 puntos y ¡en 3 de ellos ni siquiera ha llegado a 80!.
La derrota de anoche ante Washington es un claro ejemplo. Los de McMillan anotaron 78 puntos con un 33% de acierto en el tiro y en el tercer cuarto sumaron sólo 10 tantos. Es cierto que Nate McMillan no lanza a canasta, pero tampoco es habitual oír a un entrenador cargando toda la responsabilidad en sus jugadores y no haciendo autocrítica alguna.
La culpa, de los demás
El técnico de Portland ha asegura a Real GM que “evidentemente, ellos no me están respondiendo, porque todos estos partidos parecen similares”. Según McMillan, el equipo está tirando más que el contrario a canasta, pero lo está haciendo mal, con muy bajos porcentajes. Nada que no se sepa y que no reflejen las estadísticas.
Dice el preparador de los Blazers que ha preguntado a la plantilla si hay algún problema y nadie ha dicho nada. No es de extrañar si nos detenemos en las declaraciones de su jugador franquicia, Brandon Roy: “El entrenador no sabe qué decirnos y nosotros no sabemos qué decirnos entre nosotros”. Vamos, que en el equipo reina el silencio y la incomunicación. No se sabe muy bien para qué sirvió esa tan publicitada concentración de terapia grupal de pretemporada. Visto lo visto, para nada.
Problemas con algunos jugadores
Conocida es la falta de comunicación y compenetración entre el entrenador y el español Rudy Fernández, pero aún parece más grave el divorcio existente entre McMillan y su base titular, el veterano Andre Miller, que no parece comulgar mucho con las ideas de su técnico.
El caso es que el equipo, según McMillan, hace primeras partes dignas para hundirse en las segundas mitades al quedarse atascado en el ataque. El ejemplo más claro, anoche ante los Wizards: “Hicimos 10 puntos en el tercer cuarto. No anotamos en los primeros 4 minutos del cuarto”, recuerda el preparador sin entrar en demasiados detalles, en lo que parece una letanía más que una explicación plausible de las razones de tan malos resultados. Y es que las malas lenguas dicen que los días de McMillan en Portland están contados.