Bryant y Gasol lideran una gran victoria de Los Angeles Lakers

Victoria sin paliativos. Los Lakers fueron muy superiores a los Celtics por muchos motivos. Entre otros, porque defendieron espectacularmente. Pero es que además dominaron la pintura y los tableros de forma incontestable. Gran trabajo de Pau Gasol en ataque y en defensa con Garnett.

El español empieza a demostrar su poderío desde el primer partido: 23 puntos, 14 rebotes y 3 tapones, a la par que gran labor defensiva sobre un Kevin Garnett superado. La labor del catalán, incuestionable. No en vano, fue el jugador que más minutos disputó, manteniéndole en la cancha Phil Jackson durante 46 minutos y 34 segundos en la victoria de su equipo (102-89).

Gasol lideró la victoria angelina junto a un espectacular Kobe Bryant, que no defraudó. Kobe acabó con 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, y fue el líder ofensivo en el definitivo tercer cuarto, un período en el que los locales endosaron 34 puntos a su rival y acabaron 20 arriba (84-64). En ese cuarto, Bryant logró 14 puntos.

El tercer hombre clave de los Lakers fue Ron Artest. El alero defendió de forma magistral a Pierce en los dos cuartos centrales, los que sentenciaron el partido, aunque el último cuarto también se luchara. En esos dos cuartos, Pierce sólo pudo hacer 2 puntos. Tremendo Artest, que además fue el tercer máximo encestador local con 15 tantos.  

L.A. Lakers 102 Boston 89 (1-0)

Nada que ver con aquella amarga imagen del sexto partido de la serie final de 2008, cuando en el Garden los Lakers fueron masacrados de muy mala manera.

Muy al contrario, esta vez los que pudieron ser masacrados fueron los Celtics, a los que su garra y espíritu competitivo les impidió caer derrotados por paliza. Y es que perdían por 20 al finalizar el tercer cuarto, por lo que una caída de brazos final podría haber sido mortal para su equilibrio mental de cara a los próximos enfrentamientos.

Eso sí, los Celtics se asoman a un abismo. Y es que se tienen que enfrentar a partir de ahora a una estadística de envergadura, una estadística de otro mundo: cada vez que un equipo de Phil Jackson ha ganado el primer partido de una serie a 7 encuentros, la eliminatoria ha sido suya, y la estadística es de 47-0.

Pero vayamos por partes. Jeffrey Osborne cantó el himno nacional y la realización estadounidense se fue de inmediato a los rostros de Gasol y Garnett. Fue, sin duda, éste uno de los enfrentamientos clave y lo ganó el español sin discusión alguna.

En los primeros 6 minutos de juego, de puro tanteo, ya se adelantó en el luminoso el equipo local, que desde el primer momento impuso su ley en la pintura con un gran Gasol y un muy mejorado Andrew Bynum, una mejoría que sirvió para paliar el discreto partido en la ofensiva de Odom.

Y ya en ese principio se presentaron los primeros problemas serios de personales en ambos bandos, al cometer su segunda Fisher y Artest por los locales y Ray Allen por los visitantes, un Ray Allen al que las personales le amargaron la noche, ya que se perdió muchos minutos y nunca pudo tener continuidad en su juego.

Este primer cuarto de tanteo fue trabado, demasiado trabado, lo que lo convirtió en un período poco vistoso. Y es que los árbitros, temiendo que se les pudiera ir el partido de las manos, no dejaron pasar una y sancionaron 18 faltas personales en los primeros 12 minutos -9 por equipo-. Un horror.

Hubo bastantes damnificados por esa rigurosidad arbitral. En los Lakers, todo el juego de perímetro, con Fisher, Artest y Bryant con 2 faltas en el primer cuarto; en los Celtics, los Allen, pues Tony suplió a Ray y no tuvo otra cosa que cometer 3 fatlas en 5 minutos.

El tirón final de los suplentes Farmar y Brown dio ventaja a los Lakers (26-21 al final del cuarto). Un cuarto sin triples en el que Garnett se quedó en blanco y ya empezó a sufrir la superioridad de Gasol.

Salió en el segundo acto Rivers con Rondo y Robinson compartiendo pista durante unos minutos, pero la fórmula no fue valiosa. Los árbitros seguían apostando por la rigurosidad más extrema y los angelinos empezaban ya a dominar de calle la pintura en general y el rebote en particular.

Se despegaron los locales con 5 puntos consecutivos de Artest (44-35), a los que siguió 1 tapón de Gasol sobre Garnett.

Fueron minutos de gran concentración defensiva local. Artest martirizaba a un Pierce que había empezado muy bien pero se estancó, Gasol ponía 3 tapones en escasos minutos, Garnett anotaba sus primeros puntos en el minuto 19 de juego y sólo un canastón sobre la bocina de Rondo pisando la línea de 3 maquilló el resultado. Al descanso: 50-41 para los de Phil Jackson. Con 12 puntos de un buen Kobe y recital de Pau (11 tantos, 7 rebotes y 3 tapones frente a 4 puntos, 1 rebote y 2 de 7 en el tiro de un desenchufado Garnett).

Para entonces, Rondo era el mejor visitante. En realidad, Rondo se había quedado prácticamente solo en el ataque de Rivers.

Sin embargo, lo peor para los célticos estaba por llegar en forma de gran baño. Fue en el tercer cuarto, 12 minutos de aplastante dominio californiano.

Se desató la ofensiva local con 34 puntos -14 de ellos de un enorme Bryant-. Ray Allen hizo la cuarta falta personal muy pronto y los Lakers se pusieron 13 arriba (65-52) a 6:11 del final.

Llegó entonces un bonito duelo Garnett-Gasol con intercambio de clase, un tremendo mate de Tony Allen tras gran asistencia de Rondo, un no menos tremendo tapón de Bryant al propio Tony Allen y un fantástico alley-oop a la contra entre Fisher y Bryant. Todo ello para dejar las diferencias inamovibles 4 minutos después (75-62 a 2:10 del final del tercer cuarto).

Ray Allen hizo la quinta en la recta final del cuarto, Wallace recibió una técnica por írsele la mano una vez más con sus protestas y tras una falta en ataque de Rondo, 1 triple de Artest puso la máxima diferencia del partido (84-64), resultado con el que terminó el tercer cuarto ante el éxtasis del Staples Center.

Un baño que se explica con algunos datos de relieve: los 34 puntos de los locales en este tercer período, los 2 tantos de Pierce entre el segundo y tercer cuarto, el que Garnett llevara en 36 minutos de partido 1 rebote, que Ray Allen acumulara más minutos en la banca que en la pista y que el rebote general arrojara por entonces un brutal 34 a 17 para los locales. El baño estaba siendo de los de verdad.

El último cuarto sirvió para constatar que estos Lakers no eran los de temporada regular, pues no bajaron los brazos a pesar de que apretó el rival, herido en su orgullo, que de la mano de Pierce y Garnett intentó enmendar la plana sin conseguirlo. Y es que si alguna virtud mayúscula tienen estos Celtics es que no se rinden nunca.

Respondieron los Lakers que hicieron uno de sus partidos más serios de la temporada y tal vez el mejor a nivel defensivo.

Terminaron así ganando los de California gracias al empuje de Bryant, Gasol y Artest (+26 para su equipo con él en pista), pero también a la mejora de Bynum, el buen oficio de Fisher y las ayudas puntuales de Brown y Farmar.

En los Celtics, Pierce fue el máximo encestador tras despertar ya tarde, en el último cuarto, y Rondo fue el mejor durante los 3 primeros. 

En definitiva, un partido claro para los Lakers con dos imágenes para el recuerdo: la técnica pitada a Artest nada más iniciarse el partido tras engancharse con Pierce y el salto entre dos protagonizado por Gasol y Robinson, uno de los más desequilibrados de la historia. Quién sabe si esa imagen de un gigante contra un pequeño no es una carga de profundidad en la línea de flotación de esta final.