JORNADA NBA / PLAYOFFS 2010 - fINAL CONFERENCIA OESTE
Stoudemire anota 42 puntos para dar la vida a los Suns frente a los Lakers
Bryant roza el triple-doble con 36 puntos y Pau Gasol suma 23 con 9 rebotes
La dirección de Nash y el dúo Stoudemire-Lopez, claves en el triunfo local
Phoenix Suns aún está vivo. El equipo de Alvin Gentry derrotó a los Lakers en el tercer partido de la serie anotándose una primera victoria en la que tuvieron mucho que ver los 42 puntos y 11 rebotes de un imparable Amare Stoudemire.
Stoudemire pudo en todo momento con la defensa de Pau Gasol y las pobres ayudas que recibió el español en su afán por detener a un imparable Stoudemire. Un Gasol que tuvo que hacer horas extras debido al tremendo fiasco de Andrew Bynum, que lastrado por las faltas personales sólo jugó 7 minutos y 31 segundos.
La sabia dirección de Steve Nash y el dominio de la zona de la pareja Stoudemire-Lopez fueron decisivos en el triunfo de los de Arizona.
Phoenix 118 L.A. Lakers 109 (1-2)
Por primera vez, los Suns dejaron a los Lakers por debajo del 50% de acierto en el tiro en la serie que les enfrenta para dirimir el campeón de la Conferencia Oeste. Y por primera vez, el equipo angelino se vio dominado en la zona. Dos aspectos cruciales en la victoria de unos Suns cargados de intensidad en su primer encuentro ante su afición.
Esa intensidad fue la que les hizo defender mucho mejor que en los 2 partidos precedentes, la que les hizo, también, guardar mejor que nunca las posiciones interiores -con doble foco de atención en Gasol muchas veces- y la que, en definitiva, obligó a los Lakers a practicar un juego que no querían, es decir, un juego con poca carga de balones interiores y demasiados argumentos exteriores sin suficiente peso.
El equipo de Phil Jackson llegó a intentar 32 triples, tuvo muchos más problemas que en los partidos anteriores en la circulación del balón y fue un desastre en el balance robos-pérdidas (4-17) frente a un equipo que se esmeró sobremanera en esa faceta (10-7).
Nash tuvo buena parte de culpa en el triunfo de los suyos. Dirigió con paciencia y sabiduría, sabiendo correr y parar, anotando, mirando, pasando... entendiendo, como siempre, la naturaleza de este juego. El director de los Suns concluyó con 17 puntos, 15 asistencias y sólo 1 pérdida de balón. Cifras que se acoplan a una dirección perfecta.
Pero el hombre del partido fue Stoudemire, que acabó con 42 puntos y 11 rebotes. Su intensidad y agresividad se vieron desde el salto inicial y acallaron de golpe las críticas recibidas por su discreto comienzo de la serie. Formó con Robin Lopez (20 puntos) un tándem descomunal y fue, sin duda, una pesadilla para Pau Gasol, que fue incapaz de pararle.
Stoudemire no se anduvo con remilgos y fue directo a canasta, con una precisión de bisturí. Lanzó 40 veces a cesta (14 de 22 en el tiro de campo y 14 de 18 en el tiro libre) y no dio ni una sola asistencia. Es otro tipo de jugador que Gasol. Aporta menos al juego colectivo, pero individualmente es un jugador excepcional. Anoche, lo demostró con creces.
Si al trío Nash-Stoudemire-Lopez, añadimos el buen oficio de Jason Richardson (19 tantos con 4 de 7 en el triple) y una mayor agresividad de cara al aro rival que se tradujo en 42 tiros libres intentados por 20 de su rival, es muy fácil explicar la victoria de un equipo que tuvo que arrastrar durante toda la noche la paupérrima producción de su segunda unidad (15 puntos con 3 de 21 en el tiro de campo).
Los Lakers, mientras, fueron un equipo irregular que sufrió enormemente la inconsistencia y falta de tacto en el juego defensivo de su pívot Andrew Bynum, que a los 3 minutos de iniciarse el partido cometió su segunda falta, que al poco de empezar el segundo cuarto hizo su tercera y que al minuto y 20 segundos del tercer acto realizó su cuarta personal. El resultado fue que Bynum no llegó a jugar ni 8 minutos de partido y dejó a Gasol con un trabajo extra -jugó 45 minutos-, que terminó acusando, pues Odom estuvo irregular.
El español no anduvo fino en defensa, pero se salvó con otro gran partido en ataque -23 puntos, 9 rebotes y 11 de 14 en el tiro de 2-. Sólo un inconmensurable Kobe Bryant le superó en productividad. El de Filadelfia rozó un monumental triple-doble con 36 tantos, 9 rebotes y 11 asistencias. Está más generoso que nunca en el pase, pero anoche sólo funcionó su conexión con Pau Gasol y, a veces, con Derek Fisher.
Fisher fue el tercer hombre. Estuvo muy incisivo durante los 3 primeros cuartos y se fue hasta los 18 puntos, pero -al igual que Artest- quemó sus naves ofensivas en el tercer cuarto para quedarse en blanco en el último.
El veterano base de los Lakers fue, aún así, de lo mejor de un equipo que no llegó a encontrar su juego. Y de paso, estuvo a punto de llevarse por delante, de forma involuntaria, a las 2 figuras del equipo rival, ya que en el tercer cuarto dio un golpe en el entrecejo a Stoudemire del que manó sangre y precisó tirita y en el cuarto chocó con Nash dañando al canadiense su ya maltrecha nariz. Tanto Stoudemire como Nash siguieron en juego.
El partido fue dinámico y ofensivo en el primer cuarto, con un Kobe colosal (15 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias) y una última cesta del período preciosa, en un tuya mía Pau-Kobe-Pau que acabó con un espectacular mate del jugador catalán.
El segundo cuarto fue, sin embargo, el que supuso un punto de inflexión, pues fue la primera vez en la serie en la que Phoenix consiguió por fin ajustar su defensa. Dejaron los Suns a los Lakers en 15 puntos, se fueron 54-47 al descanso tras sumar un parcial final de 15 a 2. Lo hicieron habiendo perdido sólo 3 balones y contando con cierto favor de un arbitraje casero -20 tiros libres intentados en la primera parte por un 0 de 3 de los angelinos-.
En la reanudación, el juego volvió a niveles cercanos a lo trepidante y llenos de anotación, y en ese camino tan de los Suns se recuperó la imagen Laker, a pesar de la exhibición de Stoudemire, que hizo 16 puntos en este cuarto. Los Lakers pasaron de anotar 15 tantos en el segundo acto a sumar 37 en el tercero. Phoenix estaba en peligro.
Pero fue en el cuarto donde los locales supieron elegir el camino adecuado, el del segundo período, el del control defensivo y del balón para ganar con una cierta comodidad.
Odom fue eliminado por personales a 3:18 del final, pero para entonces casi todo el pescado estaba vendido. Poco después, a 2:42 de la conclusión, Nash hacía 1 triple que colocaba el luminoso en un claro 107-96. Y entre gritos de “Beat L.A, beat L.A”, el base canadiense cerró el partido desde la línea de tiros libres más tarde para acercar a los suyos en la eliminatoria final del Oeste.
PHOENIX: Nash (17), Richardson (19), Hill (5), Stoudemire (42), Lopez (20) -cinco inicial-, Dragic (6), Barbosa (2), Dudley (4), Frye (1) y Amundson (2). |
L.A. LAKERS: Fisher (18), Bryant (36), Artest (12), Gasol (23), Bynum (2) -cinco inicial-, Farmar (3), Brown (5), Odom (10) y Powell (0). |
Parciales: 29-32, 25-15, 32-37 y 32-25. |