La defensa de los Celtics apabulla a Orlando en el Garden

Los Magic necesitaban imperiosamente una victoria en el TD Garden de Boston, pero fueron los Celtics los que saltaron a la pista realmente hambrientos y se zamparon a sus rivales en un abrir y cerrar de ojos para poner el 3-0 en la eliminatoria y dejarla prácticamente sentenciada.

Con una desventaja que nadie antes ha superado en la NBA, el destino de Orlando parece estar sellado y es que, hasta ahora, la superioridad mostrada por los Celtics en la serie ha sido manifiesta.

Boston 94 Orlando 71 (3-0)

No hubo otro color en el Garden que el verde de los Celtics, en las gradas y en la pista. Orlando necesitaba con urgencia una victoria que le volviese a meter en la eliminatoria pero, lejos de encontrarla, se toparon con una apabullante derrota ante un equipo local que les superó de principio a fin.

Fueron los Celtics quienes pusieron la intensidad en defensa y ejecutaron las buenas combinaciones en ataque, mientras Orlando se limitaba a contemplar su propio hundimiento.

Ya en el primer cuarto, las cosas quedaron claras con un contundente 27 a 12 para el equipo de Doc Rivers, que defendió cada ataque rival como si le fuera la vida en ello y anuló por completo el juego de los Magic y especialmente el de su estrella, Dwight Howard.

Pierce y Rondo lideraron a los Celtics en ese primer cuarto y nuevamente el base, junto a Glen Davis, condujo al equipo en el segundo hasta una ventaja de 24, aunque una tímida reacción visitante por iniciativa de Carter y Nelson consiguió reducir a 17 la distancia al descanso.

Sirvió de poco. Los Celtics continuaron siendo un martillo pilón a medida que avanzaban los minutos. Al final del tercer cuarto, la ventaja era de 28 puntos (75-47) y en el último periodo llegó a ser de 32 poco antes de que Rivers pusiera en pista a Marquis Daniels, Nate Robinson o Shelden Williams, hombres a los que aún no se había visto en esta eliminatoria.

El centro del juego céltico volvió a ser un magnífico Rondo. Sus números –11 puntos, 12 asistencias, 4 recuperaciones y 4 de 14 en el tiro- pueden no ser espectaculares, pero sí lo fue su despliegue sobre el campo. Lideró a los suyos en defensa y en ataque, anotó canastas inverosímiles y luchó cada balón como si fuera el último.

El resto aportó en mayor o menor medida, pero el triunfo de Boston estuvo basado sobre todo en el tremendo esfuerzo colectivo en el lado defensivo, anulando por completo el juego interior de Orlando y dificultando cada uno de sus tiros exteriores (8 de 30 en el triple) para terminar reduciéndoles a un 37% de efectividad en el tiro y forzando 17 pérdidas de balón de los Magic.

Howard fue una sombra sobre la pista. El pívot de Orlando apenas sumó 7 puntos y 7 rebotes en 39 minutos tras anotar 3 de sus 10 tiros de campo y 1 de sus 4 tiros libres. Rashard Lewis, un cero a la izquierda, con sus 4 raquíticos puntos y su 2 de 8 en el tiro.

Sólo Carter y Nelson, con flojos porcentajes, alcanzaron los 15 puntos y el francés Pietrus, el más acertado entre los visitantes, la docena. Orlando no encontró la manera de penetrar el entramado defensivo céltico y sus intentos desesperados de recurrir al triple -30 de sus 65 lanzamientos los hicieron desde más alla del arco- no tuvieron éxito alguno.