Los Lakers sobreviven de milagro a la asfixia de su juego interior

Un palmeo sobre la bocina de Matthews se negó a entrar y la victoria en el tercer partido de la eliminatoria entre Lakers y Jazz cayó del lado de los californianos, que ya dominan por 3 a 0. Gasol, 14 puntos y 17 rebotes, fue el mejor jugador interior de los Lakers.

Odom y Bynum desaparecieron ante el planteamiento defensivo de Sloan sobre los hombres altos de los Lakers, consciente de la sangría que habían supuesto en partidos anteriores. Pero la buena labor de Bryant y la recuperación de Artest y Fisher para el juego ofensivo, permitió a los californianos sacar adelante un encuentro muy complicado.

Utah 110 L.A. Lakers 111 (0-3)

Jerry Sloan tenía claro que en los 2 primeros partidos los suyos habían cedido demasiados puntos en las cercanías del aro y, aprovechando el regreso de Kirilenko, planteó una férrea defensa sobre los hombres interiores de los Lakers. Su planteamiento funcionó bien, pero la victoria se les escapó a los Jazz en el último suspiro.

La buena defensa interior de los locales maniató la ofensiva californiana en los primeros minutos y permitió a los Jazz tomar ventaja de inicio. Sólo Bryant era capaz de anotar en los Lakers, sumó los 9 primeros puntos del equipo, y tuvieron que transcurrir casi 8 minutos y medio para que otro hombre, Pau Gasol, fuera capaz de sumar en el equipo visitante.

Sólo el esfuerzo de Bryant, 20 puntos en la primera mitad, permitió llegar con vida a los Lakers al descanso (54-50) tras haber ido perdiendo por 13 puntos. Los hombres altos del equipo estaban desaparecidos. Gasol anotó únicamente 4 puntos en la primera mitad, Odom, 2, terminaría sumando 8, y Bynum fue un cero a la izquierda durante todo el encuentro. El joven pívot angelino cerró la noche sin anotar, sólo lanzó una vez a canasta, y con 4 míseros rebotes tras 20 minutos de juego.

Salvados los muebles en la dificultosa primera mitad, la segunda transcurrió sin que ninguno de los 2 equipos consiguiera distanciarse. Gasol consiguió desembarazarse por unos instantes de la pegajosa defensa local y anotó 10 puntos en el cuarto para sumar sus 14 finales. No volvería a anotar, aunque peleó a fondo en defensa y en rebote para hacerse con 17 capturas.

Con las posiciones interiores selladas por la defensa planteada por Sloan, los Lakers buscaron sus opciones en el exterior y para su suerte, ahí aparecieron para ayudar a Bryant 2 hombres que casi no lo habían hecho en toda la serie.

Ron Artest y Derek Fisher sumaron 20 puntos cada uno y fueron una amenaza desde el triple. El base anotó 3 de sus 7 lanzamientos desde más allá del arco y el alero, 4 de 7 tras haber acumulado un penoso 16,7% de efectividad en lo que llevamos de playoffs.

El renacer ofensivo de Artest y Fisher resultó decisivo para mantener en el encuentro a unos Lakers que sufrieron para detener a Deron Williams, 28 puntos y 9 asistencias, y un Kyle Korver especialmente inspirado. El tirador de los Jazz anotó 9 de sus 10 lanzamientos, incluyendo los 5 triples que intentó, y finalizó con 23 puntos en 24 minutos. Una pesadilla para los de Phil Jackson.

Los últimos minutos fueron de un nivel extraordinario de juego, con intercambio continuo de canastas de ambos conjuntos que hacían oscilar el marcador en diferencias mínimas. A 28 segundos para el final, Derek Fisher anotó un triple decisivo, uno más en el largo historial del veterano base, y situó a los Lakers con una mínima ventaja en el marcador (109-108), pero aún quedaban muchas cosas por suceder.

Matthews falló desde el triple a continuación, pero el rebote cayó en manos de Boozer al que Gasol molestó lo suficiente como para no permitirle anotar ante las protestas del jugador de los Jazz, que pedía falta. Con poco más de 4 segundos en el marcador, todo parecía en manos de los Lakers, pero Artest erró en el saque de banda (aunque hay que decir que gran parte de la culpa del error del alero estuvo en un escandaloso agarrón de Matthews a Fisher que los árbitros no pitaron) y Korver recuperó la última posesión para los Jazz, pidiendo tiempo muerto.

Tras el tiempo, el balón llegó a Deron Williams al que Artest cedió el suficiente espacio como para lanzar desde casi la línea de 3 puntos. El balón no entró, pero Wesley Matthews apareció para realizar un palmeo franco sobre la bocina. El esférico golpeó en el tablero y se paseó de forma dubitativa sobre el aro rival para finalmente decidir caer hacia el lado exterior ante la decepción de los locales, que ahora se ven con un 3 a 0 casi imposible de remontar.

Bryant terminó, con 35 puntos y 7 asistencias, como máximo anotador de los Lakers y del partido y en los Jazz, aparte de los mencionados Williams y Korver, destacó la labor de Boozer, 14 puntos y 14 rebotes, y Millsap, 13 tantos.