Horford mejora, pero Atlanta vuelve a perder

Orlando volvió a mostrarse superior en el segundo encuentro de la serie ante los Hawks. Atlanta mejoró su papel del partido anterior y Horford, con 24 puntos, fue su mejor anotador, pero, en los últimos minutos, el equipo de Mike Woodson se vino abajo.

Orlando 112 Atlanta 98 (2-0)

No pudo ser tampoco en el segundo asalto. Los Hawks volvieron a perder en Orlando aunque esta vez, al menos, mantuvieron la compostura hasta casi el final del encuentro. Howard volvió a ser determinante.

Los defensores de Atlanta no pudieron detener una noche más al pívot de los Magic y eso que se emplearon a fondo en intentarlo, tanto como que Howard acabó sangrando. Fue tras recibir un golpe no intencionado de Horford en la nariz nada más iniciarse en el tercer cuarto. Un hecho anecdótico, pero que evidencia la intensidad con que se emplearon los visitantes en tratar de parar al pívot... sin éxito.

Howard terminó con 29 puntos y 17 rebotes tras anotar 8 de sus 9 tiros de campo y 13 de sus 18 tiros libres, un acierto por encima de su habitual escasa efectividad en este apartado, pero, sobre todo, su presencia se dejó notar cada vez que estuvo en pista.

Fue precisamente en ausencia suya, tras marchar al banquillo en el inicio del segundo cuarto, cuando los Hawks aprovecharon para tomar la iniciativa en el marcador. Se retiró Howard y en apenas 3 minutos, Atlanta consiguió un parcial de 11 a 2. Volvió y los suyos se acercaron de nuevo, pero una nueva retirada, tra cometer su tercera falta, permitió a los visitantes llegar con una ventaja de 8 puntos (49-57) al descanso.

Horford volvió a sufrir ante su complicada pareja de baile y su juego fue y vino al ritmo de las entradas y salidas al campo de Howard. Aprovechó sus ausencias en el segundo cuarto para sumar 14 puntos en ese periodo y es que, con Gortat en pista, Horford buscó las cercanías de la canasta una y otra vez, pero con Howard, la historia cambiaba de plano y el pívot de los Hawks acababa acudiendo siempre al tiro a media distancia como solución ofensiva.

Aun así, y pese a sus enormes dificultades para detener a Howard en defensa, Horford terminó firmando 24 puntos, máximo anotador de los suyos, y 10 rebotes, con 9 de 13 en el tiro y 6 aciertos sin fallo desde el tiro libre (los Hawks anotaron 30 de 31 en este apartado), una significativa mejora respecto al encuentro anterior.

De hecho, a los Hawks les terminó pesando más el desequilibrio en los hombres exteriores. Ni Johnson (5 de 16 para 19 puntos) ni Crawford (7 de 18 para 23) estuvieron especialmente afortunados en el tiro, mientras Carter, 24 puntos, Nelson y Lewis, 20 cada uno, alcanzaban el 50% de efectividad en el lado contrario.

Ese desequilibrio, el de la efectividad en el tiro (56% de los Magic por 41% de los Hawks), resultó determinante e hizo inútil el buen trabajo en los tableros de los hombres de Atlanta con 16 capturas en el aro rival.

A diferencia del partido anterior, el partido llegó abierto al inicio del último cuarto y a 9 minutos del final la ventaja de los Magic era de tan solo 1 punto (88-87). Ahí entraron en acción los tiradores de Orlando. Carter, Lewis, Nelson y Pietrus empezaron a anotar desde todas las posiciones, incluidos 4 triples, en tanto que a los de Atlanta el aro pareció hacérseles mucho más pequeño que el balón, con Crawford a la cabeza del desacierto. El resultado, un parcial de 21 a 3 y una máxima diferencia de 19 puntos a 3 minutos y medio del final. Los Magic habían sentenciado.