La NBA plantea reducir de un 57 a un 45% el dinero destinado a salarios
La dura postura de la liga podría llevar al fracaso la negociación del convenio
Resta casi año y medio para que se cumpla la fecha límite de negociación del nuevo convenio colectivo entre los jugadores y la liga, pero todo parece indicar que no va a ser fácil alcanzar un acuerdo. La NBA tiene intención de plantear una drástica reducción de los salarios.
Así lo adelanta Sports Illustrated citando a múltiples fuentes internas de la liga. Si hace unos días Billy Hunter, director ejecutivo del Sindicato de Jugadores, planteaba que la liga seguramente les propondría un reparto al 50%, algo a lo que en principio no están dispuestos, las últimas noticias hablan de una oferta mucho más baja.
David Stern, comisionado de la NBA, podría plantear un reparto de tan solo el 45% de los ingresos para los jugadores, 12 puntos porcentuales por debajo del 57% actual, es decir, que los jugadores verían reducido en más de un 20% su parte del pastel. Algo inaceptable para el Sindicato de Jugadores, que podría suspender las negociaciones si se les plantea algo así.
Aumenta el riesgo de un parón en la liga
La clave estaría en ver si tan baja propuesta, que crearía incluso problemas para adaptar los salarios ya comprometidos a los nuevos límites, sería un punto de partida para luego subir a lo largo de la negociación o si los propietarios de la NBA no están dispuestos a elevar significativamente esa oferta inicial.
Una postura dura de los negociadores de la liga podría llevar a una ruptura de las negociaciones y a un cierre patronal en el comienzo de la temporada 2011-12 que dejaría a los aficionados sin partidos, tal y como ocurrió en la temporada 1998-99 cuya temporada regular quedó reducida únicamente a 50 encuentros de los 82 habituales.
La probablidad de un cierre patronal aumenta por el hecho de que, aun sin jugar, los equipos seguirían cobrando los jugosos contratos televisivos firmados con ABC y Turner Sports, lo que supondría que, en la situación económica actual y al no tener que pagar a los jugadores, algunas franquicias obtendrían más beneficios que si los partidos se jugaran.
Otra cosa es el daño a medio y largo plazo que podría causar a la NBA un parón semejante y el desencanto de los aficionados que no podrían disfrutar viendo a sus jugadores favoritos. Aún es mucho el tiempo que resta para negociar y llegar a un acuerdo, pero las negociaciones prometen ser complicadas.