Atlanta gana en Boston y se postula como serio aspirante en el Este

Dispar suerte la que acarreó la última jornada de la NBA a los dominicanos Al Horford y Charlie Villanueva. El primero hizo un aceptable partido y su equipo, Atlanta, triunfó a lo grande en Boston; el segundo jugó muy mal, igual que Detroit, que va de mal en peor.

Los Pistons acumulan ya 13 derrotas consecutivas y han caído al penúltimo lugar del Este, algo que no se recordaba en la ciudad del motor.

Mientras, los Hornets vieron cómo se cortaba su racha de triunfos al perder en un final apretado en Filadelfia.

Boston 96 Atlanta 102

Golpe de efecto de los Halcones en el TD Garden, donde los Celtics volvieron a toparse con el poderío de Atlanta, que en sus enfrentamientos particulares suma ya 3 victorias en 3 partidos poniendo en tela de juicio la supremacía céltica.

Es cierto que los locales siguen echando en falta a Kevin Garnett, cuya recuperación no termina de llegar y parece que aún se prolongará más tiempo del previsto, pero también es cierto que la baja de KG no puede ser excusa para la derrota ante Atlanta, un equipo muy sólido que cada año va haciendo sus progresos y ganando en conjunción.

De esa solidez visitante da buena cuenta lo sucedido ayer en Boston. El primer cuarto local fue muy bueno. Los Celtics endosaron 31 puntos a los Hawks y abrieron una brecha de 10 puntos que se mantuvo más o menos al descanso (55-46).

Pero es que lo mejor del equipo de Al Horford estaba por llegar. Porque la segunda parte de Atlanta fue espectacular. Dominio total de la situación, defensa más que creíble y ataque fluido llevaron a los visitantes a un parcial de 41-56 que les dio la victoria.

En esa victoria tuvo mucho que ver el partidazo de Joe Johnson (36 puntos con 5 triples) y el trabajo incesante de jugadores como Jamal Crawford (17 puntos, 6 asistencias y decisivo en el final del choque), Josh Smith y Marvin Williams, ambos con 14 tantos. Pero también la labor oscura de Horford, que no estuvo bien en ataque -9 puntos con 3 de 11 en el tiro-, pero que se fajó muy bien en otras facetas durante los 42 minutos que estuvo en pista (12 rebotes, 2 robos y 2 asistencias).

Pero en el triunfo también tuvo mucho que ver la polémica arbitral en un momento dado de partido y la falta de templanza del banquillo local. Ese momento llegó mediado el tercer cuarto cuando los árbitros pitaron una falta flagrante a Glen Davis y el entrenador de Boston, Doc Rivers, no pudo reprimirse. Resultado: 2 técnicas y a la calle. Y no fue el único técnico local que recibió una técnica.

Más sereno fue el actuar de los Halcones, que supieron ganar a un equipo que les encestó el 55,4% de los tiros, incluidos 10 de 20 triples. La clave estuvo en el control, esa serenidad de la que hablábamos: los locales robaron 2 balones y perdieron 16, mientras que los visitantes equilibraban a 7 esas facetas.

Aún así, el encuentro llegó igualado al final, en el que Jamal Crawford sentenció con 6 puntos cruciales.

Boston no pudo contar, por problemas físicos, con Rasheed Wallace, el verdugo la jornada anterior de Toronto. Sus mejores hombres fueron Rondo (26 tantos y 7 pases finales) y Pierce (19 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias). Y Glen Davis fue su único suplente activo.

Tras el encuentro, los Celtics son segundos en el Este con un balance de 26-10 y Atlanta es cuarto con 24-13.

Chicago 120 Detroit 87

De mal en peor. Estos Pistons están cayendo en picado y cualquier día de estos se estrellarán definitivamente contra el suelo. Por de pronto, ya acumulan 13 derrotas consecutivas y sólo los Nets están detrás de ellos en la clasificación del Este.

Fue un horrible partido de Detroit en el que su jugador hispano, Charlie Villanueva, rindió al nivel del equipo, es decir, de forma horripilante. Villanueva aportó 4 puntos y 5 rebotes en 22 minutos tras errar 9 de los 10 tiros que intentó durante la noche.

El partido tuvo poca historia. Los Bulls dominaban ya por 14 al descanso (61-47) y en el tercer cuarto los visitantes bajaron definitivamente los brazos y fueron masacrados. Los locales anotaron en ese cuarto 36 puntos con un ¡70% en el tiro de campo! y se fueron al inicio del último cuarto 28 puntos arriba.

El paseo militar de Chicago se resume en el 57,1% de acierto en el tiro con el que concluyeron el choque, en el desastroso nivel del rival en el tiro exterior y, sobre todo, en la falta de intensidad de los hombres de Kuester, que parece incapaz de poner en orden a este caballo desbocado que es su equipo.

Luol Deng anotó 27 puntos para los locales, Derrick Rose se fue a 22 con 9 asistencias y 11 de 13 en el tiro en juego, John Salmons sumó 17 tantos y Joakim Noah hizo 16 con 11 rebotes. Además, Tyrus Thomas robó 6 balones.

En el desastre en toda regla de los visitantes, sólo cabe salvar, y a medias, a Hamilton (17 puntos) y al sueco Jerebko (15 y 9 rebotes).

Philadelphia rompe la racha de los Hornets

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Eso sucedió anoche en el Wachovia Center, donde los Sixers rompieron la racha de victorias de los Hornets al ganarles por 96 a 92.

New Orleans probó su propia medicina, ya que llegaba de ganar un buen número de partidos por exiguas diferencias. Ayer le tocó perder. El partido entró en el último minuto con empate a 91, pero esta vez ni Stojakovic ni Paul anduvieron finos en esos segundos finales.

Los Hornets demostraron convencimiento en sus posibilidades al llegar con vida al final del partido tras recibir un 27-12 en el primer cuarto, pero al final no fueron útiles los 20 puntos y 11 rebotes de Okafor, los 13 y 13 de West o los 13 y 14 asistencias de Paul.

Sí lo fueron, por el contrario, los 18 puntos, 8 rebotes y 4 robos de Iguodala, los 18 tantos desde el banquillo de Brand, los 16 puntos de Iverson, los 14 rebotes y 5 tapones de Dalembert o el buen desempeño del jovencísimo Jrue Holiday en Philadelphia.