JORNADA NBA / FINAL NBA 2009
Los Lakers ganan a los Magic en la prórroga y acarician el título
Fisher, con 2 triples cruciales, Ariza y Gasol resultan decisivos
El poderío físico de Howard y la técnica de Turkoglu no son suficientes
Fisher se vistió del Fisher de las grandes ocasiones y con 2 triples decisivos en el último cuarto y la prórroga decidió un partido en el que Kobe Bryant volvió a ser importante, al igual que los hispanos Ariza (16 puntos y 9 rebotes) y Gasol (16 y 10). Los Lakers se colocan 3-1 y acarician ya su decimoquinto título de la NBA.
El encuentro fue espectacular por su enorme emoción, que no por su calidad. Los Magic intentaron llevar el choque al terreno físico, pero un gran tercer cuarto de los Lakers metió a los angelinos en el partido, que acabaron llevándose en la prórroga.
Orlando 91 L.A. Lakers 99 (tras prórroga) (1-3)
Dwight Howard ejerció de Superman durante casi todo el partido, pero el que se puso la capa de superhéroe en los momentos decisivos no fue el joven Howard, sino el veterano Derek Fisher, y es que la experiencia es un grado.
Fisher volvió a ser el de las grandes ocasiones, ese jugador cuya capacidad para templar los nervios y decidir a última hora le dio en el pasado algún que otro título a los Lakers. Esta noche, el base titular de los californianos le entregó medio campeonato a los suyos con 2 triples de impresión, los 2 únicos que metió en el partido.
Con un triple a falta de 4,6 segundos para el final, Fisher envió el partido a la prórroga. Faltaban 11 segundos cuando Howard tuvo 2 tiros libres para llevar el empate a 2 a la serie, pero erró los 2 (87-84). Hubo tiempo muerto y los Lakers sacaron desde su campo, superaron la presión rival con una comodidad increíble, el balón llegó a Fisher y éste, sin pensárselo, le clavó un triple en sus narices a Nelson. Y con 87-87 se llegó al final del tiempo reglamentario. Luego, ya en la prórroga, el bueno de Fisher se enchufó otro prodigioso triple (91-94), éste a 31 segundos del final, que trazó el camino del triunfo.
Un triunfo que terminó cerrando el español Pau Gasol. No fue éste el mejor encuentro del pívot de Sant Boi, pero jugó 49 minutos, prueba de la confianza que deposita en él siempre Phil Jackson. Tras un partido difícil, Gasol terminó llevándose una fenomenal alegría. Con 91-94 a favor de su equipo, atacó Orlando en busca del empate, los Magic erraron y el rebote larguísimo, a media cancha, lo atrapó a la carrera Gasol que, como si fuera un base, se fue botando en contraataque para firmar un mate decisivo (91-96 a 21 segundos del final).
Luego, ya con todo decidido el balón le volvió a llegar al español que terminó el encuentro con otra volcada (91-98) a 3 segundos del final, lo que degeneró en amago de tángana, ya que Pietrus le empujó de muy mala manera cuando el catalán estaba colgado del aro. La cosa no fue a más y anotando 1 tiro libre Pau cerró el partido (91-99).
No fue Gasol el único hispano decisivo. Porque a la hora de valorar la trascendencia individual de los jugadores habría que destacar a Fisher, a Gasol, indudablemente a Bryant (32 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, aunque un pobre 11 de 31 en el tiro) y, sin lugar a dudas, a Trevor Ariza.
El alero hispano resultó capital en el triunfo angelino porque sin él los Lakers nunca se hubieran metido en el partido.
La primera parte fue una pesadilla para los Lakers. El encuentro comenzó con la grada ardiendo y Howard hipermotivado, un Howard que estuvo a punto de firmar con su estelar actuación del primer cuarto la 'muerte' del baloncesto.
Porque la exhibición que dio en el primer cuarto Howard no fue de baloncesto en sentido estricto, sino de masa muscular. Con su tremebundo corpachón, Howard envió al banquillo por problemas de faltas personales a todos los hombres altos de los Lakers: a Bynum, Gasol y Odom, por este orden.
Acabó el chaval de lo Magic con 11 rebotes y 3 tapones en los primeros 12 minutos de juego. Eso sí, anotó 2 puntos tras conseguir 2 tiros libres de 6 intentos. Lo dicho, la muerte del baloncesto. Dominio absoluto de la zona y el partido a base de contacto físico extremo y permisividad arbitral con ese contacto y con la acampada en la zona de forma permanente de la estrella de Orlando. Nada de técnica individual, baile de pies en la pintura, conocimiento colectivo del juego... Pura y llanamente, un ejercicio de abuso físico.
El resultado fue desalentador para los de Phil Jackson, que terminaron el cuarto jugando con Powell y Mbenga en la zona.
Pero no hay que ser injusto. Howard es un portento físico y terminará siendo un grandísimo jugador porque condiciones no le faltan y humildad e interés tampoco. Anoche hizo una demostración prodigiosa a lo largo del encuentro. Casi firma un triple-doble y lo hizo batiendo el récord de tapones en una final de la NBA (16 puntos, 21 rebotes y 9 tapones). Aunque también descubrió su inexperiencia y sus puntos débiles (perdió 7 balones y anotó 6 de 14 en tiros libres).
Ese dominio abrumador de Howard le hizo mucho daño a los Lakers, que vivieron un infierno en los 2 primeros cuartos, y eso que Gasol fue capaz de rehacerse un poco en el segundo cuarto y aguantó los 12 minutos sin hacer personales, porque lo de Bynum y Odom fue ya a partir del inicio un continuo ir de problema en problema con las faltas.
Y si Howard ponía el músculo, la intensidad y la agresividad, Turkoglu -bien apoyado por Alston- ponía la técnica, el arte y la inteligencia. El alero otomano trazó un juego exquisito en la primera parte y con 15 puntos (terminó el partido con 25) lideró a su equipo hasta llevarlo al descanso con un alentador 49-37. Alston, con 11 tantos, y el apoteósico Howard -con 6 puntos, ¡14 rebotes y 5 tapones!- cimentaron junto al turco ese dominio en el ecuador del encuentro.
Hasta entonces, los Lakers habían sobrevivido gracias a los puntos de Bryant -16- y al horrible trato del balón de su rival -1 robo y 9 pérdidas al descanso-.
El equipo californiano había alcanzado los vestuarios con unos pobres 37 puntos, producto de su mal porcentaje de tiro (un 33%), su lamentable rendimiento en el juego exterior (1 de 10 triples) y su completa inferioridad en el rebote, donde Howard llevaba tantas capturas -14- como todo el equipo de los Lakers.
En ese desastre, Ariza era uno de los reyes. Su primera parte fue para olvidar: 0 puntos con 0 de 6 en el tiro. Por eso su resurrección en el tercer cuarto resultó tan crucial. Porque con ella llegó el resurgir de su equipo.
Los primeros 6 minutos de la reanudación metieron a los Lakers de lleno en el partido. Un parcial de 5-18 con ¡11 puntos de Trevor Ariza! dejó el luminoso en un inquietante, para la parroquia local, 54-55. El Amway Arena chillaba menos.
Ariza había acallado a los que fueron sus aficionados hasta hace año y medio. La defensa local cargaba sus ajustes y ayudas hacia la posición de Bryant y ese 5 contra 4 dejaba a 1 hombre libre de marca. Generalmente era Ariza, y éste no perdonó la situación y paso a paso embarró el gran partido defensivo que estaba haciendo hasta entonces el equipo de Van Gundy.
El tercer cuarto fue ya un coto vedado para los Magic, que vieron cómo el cuarto se despedía con un 14-30 para los visitantes, que apretaron seriamente en defensa y se fueron al teórico último acto con ventaja de 4 (63-67). Ariza anotó en este período 13 puntos y lo que antes fue un 0 de 6 en este cuarto se transformó en un 5 de 6.
Recuperado el tino en el ataque, los Lakers compensaron poco a poco su déficit en el rebote a la par que seguían cuidando el balón mucho mejor que Orlando, que además tuvo durante toda la noche el lunar que supuso el malísimo partido de Rashard Lewis -6 puntos-.
El cuarto período resultó, aún más que otros momentos del partido, feo. Mucha tensión, mucha emoción, mucho juego físico, pero poco baloncesto con mayúsculas.
Orlando volvió al partido gracias a la revitalización impulsada por el francés Pietrus, que hizo muy buenos minutos. Y los Lakers volvieron a sufrir con las faltas (Odom y Bynum con 5).
Un triple de Ariza sobre la bocina de la posesión de 24 segundos colocó el empate a 82 en el marcador a falta de algo más de 2 minutos. Entonces, volvió el mejor Turkoglu, que se había apagado en el tercer acto, y con 5 puntos consecutivos (87-82 a 1:34 del final) puso contra las cuerdas a los visitantes. Pero un mate de Gasol tras gran jugada de Bryant, 2 tiros libres errados por Howard (los tiros libres hundieron a los Magic a lo largo del partido), el gran triple mencionado de Fisher y el error sobre la bocina en tiro forzado de Pietrus llevaron el partido a la prórroga.
En ese tiempo extra, Fisher y Gasol (que hizo además una gran labor defensiva en la prórroga) decidieron. Y los Lakers están ya a un paso de su decimoquinto título.
ORLANDO: Alston (11), Lee (4), Turkoglu (25), Lewis (6), Howard (16) -cinco inicial-, Pietrus (15), Redick (6), Gortat (4), Battie (2) y Nelson (2). |
L.A. LAKERS: Fisher (12), Bryant (32), Ariza (16), Gasol (16), Bynum (6) -cinco inicial-, Odom (9), Walton (6), Powell (2), Farmar, Vujacic, Mbenga y Brown. |
Parciales: 24-20, 25-17, 14-30, 24-20 y 4-12. |
Otros datos:
- Orlando: Howard 21 reb y 9 tp (7 pérd y 6 de 14 tl); Lewis 2 de 10 tc.
- L.A.Lakers: Bryant 7 reb y 8 as (11 de 31 tc); Gasol 10 reb; Ariza 9 reb; Fisher 1 as y 0 perd. en 42 min.
- Dwight Howard batió el récord de tapones en un partido de la final de la NBA con 9.
- Howard acabó la primera mitad con 14 rebotes y 5 tapones mientras que todos los Lakers sumaban 14 rebotes y 2 tapones.
- Orlando robó 4 balones y perdió 17; los Lakers interceptaron 8 y sólo perdieron 7 en 53 minutos.
- Los Magic anotaron 22 de sus 37 tiros libres, un 59,5%.
- Ariza hizo 0 de 6 tiros de campo en la primera parte y 6 de 8 en la segunda.