Un Dwight Howard intratable deja sin anillo a LeBron James

Lakers-Magic. La NBA ya tiene Final 2009. Orlando no falló, y liderado por un espectacular Dwight Howard (40 puntos y 14 rebotes) envió contra todo pronóstico a LeBron James y sus Cleveland a casa tras haber eliminado anteriormente a los actuales campeones, Boston Celtics.

El equipo de Van Gundy demostró que está preparado para todo y se impuso cómodamente a su rival (103-90). No le tembló el pulso en el todo o nada que era este sexto partido de la serie, porque nadie dudaba de que si los Magic hubieran perdido no hubieran tenido prácticamente opciones en un séptimo partido en Cleveland. Howard estuvo a mucho mejor nivel que James.

Orlando 103 Cleveland 90 (4-2)

No es fácil lo logrado por los Magic. Han eliminado al actual campeón de la NBA, Boston Celtics, y al equipo que más victorias logró en temporada regular, Cleveland Cavaliers. Y lo han hecho sin tener el factor cancha a su favor, lo que demuestra un notable carácter en la pista.

Ese espíritu ganador, perfectamente inculcado por Stan Van Gundy, salió a relucir sin cortapisas en la tarde de Florida, en un sexto partido en el que Orlando tenía que cerrar sí o sí la serie contra los Cavs. Los locales lo hicieron, pero lo más sobresaliente fue que lo lograron con soltura, comodidad, con un aplomo y seguridad desconcertantes.

Buena culpa de que así fuera hay que buscarla en el poderío brutal de Dwight Howard en la pintura. Su dominio resultó ciertamente abrumador y por momentos se diría que casi abusador.

Los de Ohio no tuvieron hombre capaz de parar en la zona al musculoso y brioso Howard y las ayudas defensivas no funcionaron. El lituano Ilgauskas se vio superado por los acontecimientos y completó un nefasto partido -incapaz de defender a Howard y discretísimo en ataque con 2 puntos-, Varejao ofreció su mejor actuación -14 puntos y 8 rebotes-, pero su aplicación defensiva también resultó insuficiente para detener la sangría y Ben Wallace... bueno Ben Wallace ya no es Ben Wallace, y bien que lo sintieron en su equipo, porque el mejor Wallace, a pesar de su baja estatura, hubiera sido en sus mejores tiempos el antídoto perfecto para el 'veneno Howard'.

Howard se paseó por los tableros. Su imparable proceder se concretó en 40 puntos, 14 rebotes y 4 asistencias, 14 de 21 tiros dobles y 12 de 16 en tiros libres, donde volvió a superarse a sí mismo. Hasta se permitió el lujo de errar 1 triple.

Ese dominio de Howard se tradujo, entre otras cosas, en una superioridad en el rebote que dificultó aún más la pretensión de los Cavs de empatar la serie. Hasta 47 rebotes capturaron los locales por 34 los visitantes, que tuvieron serios problemas para hacerse espacio en la lucha por los rechaces procedentes del aro.

Pero no fue el juego interior el único problema del equipo visitante, un equipo en el que sólo mantuvieron un nivel notable Delonte West, Mo Williams y Anderson Varejao, éste en ataque.

Cleveland arrastró más problemas: la noche humana protagonizada por LeBron James (25 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias), que no tuvo su mejor actuación a pesar de estar bien, la atonía total en ataque del equipo, en gran parte debido a la magnífica defensa local, y, una vez más, el anodino comportamiento de los jugadores suplentes, y esto es grave. Obligado está el equipo a renovar su segunda unidad si quiere gozar de una mayor profundidad de banquillo que le dé mayores opciones de luchar por el título.

10 puntos sumaron los suplentes, una suplencia que se nutre más de nombres que de hombres que rindan en la pista. Gibson, Szczerbiak y Wallace son una sombra de sí mismos. El primero ha tenido una temporada horrible en la que ha dado un paso atrás inesperado y sus dos compañeros están ya en el declive de sus carreras, especialmente el pívot. Si a esto le añadimos que Joe Smith ha ido a menos hasta no jugar el sexto partido y que Mike Brown ha desaprovechado por completo las cualidades de Sasha Pavlovic.... el resultado es un fiasco completo de la segunda unidad.

No es que el segundo equipo de Orlando brillara mucho más. Pero sólo el francés Mickael Pietrus ya hizo más que todos los suplentes de Cleveland juntos. El galo volvió a brillar con 14 puntos y un acierto espectacular en los triples (4 de 7). Su participación fue esencial en el partido, como lo fue la del titular Rashard Lewis (18 puntos y 8 rebotes). Más aún si se tiene en cuenta la discreta noche en el tiro de Alston y Turkoglu, si bien el turco colaboró eficazmente en otras facetas.

El Amway Arena paladeó el triunfo, porque tuvo tiempo para saborearlo y casi digerirlo, tal fue la superioridad local.

El primer aviso de Orlando llegó ya en el primer cuarto cuando se fue de 10 puntos a falta de 49 segundos para el final, pero una pequeña reacción visitante, con canasta incluida de James a 2 décimas de la conclusión, dejó el resultado definitivo en 30-25.

El segundo cuarto, sin embargo, fue el de la constatación de que los Magic no estaban dispuestos a desaprovechar tamaña ocasión de hacer historia. Un parcial de 14-5 llevó el luminoso a un consistente 51-36 a 3:01 del descanso. Fue con una canasta de Howard, que para entonces ya acumulaba 19 unidades. Y al descanso se llegó con un rotundo 58-40 tras una gran labor defensiva local, pues Orlando dejó en 15 puntos a Cleveland en este segundo cuarto.

El partido se reanudó a la salida de los vestuarios con 1 tiro libre anotado por Lewis debido a una técnica anterior. Los locales ya dominaban 59-40. Entonces, un parcial de 0-8 con 2 triples sembró cierta esperanza en las huestes visitantes, una esperanza que pronto se disipó, entrando el marcador en una tónica anodina cifrada en 10 o más puntos de diferencia a favor de los locales.

Se entró así con casi todo decidido en el último cuarto, en cuyo inicio 1 triple de Pietrus (¡qué importante ha sido el acierto de los Magic en el triple en esta serie!) y una cesta doble de Howard pusieron la máxima ventaja en el electrónico (91-70). Restaban algo menos de 10 minutos para el final. La derrota de LeBron y los suyos estaba a punto de consumarse.

Los minutos finales fueron una auténtica fiesta en la grada. Puro capricho, pura felicidad, puro éxtasis. Orlando lograba el título de campeón de la Conferencia Este y accedía a la Final de la NBA 14 años después de hacerlo por primera vez. Entonces, en 1995, Orlando lo consiguió de la mano de un joven portento físico en la zona -Shaquille O'Neal-, ahora lo ha logrado con la misma fórmula, encarnada en un hercúleo pívot llamado Dwight Howard. Y el enfrentamiento mediático LeBron James-Kobe Bryant se ha ido al garete.

Los números:

• Orlando: Howard 40 pt, 14 reb y 4 as (14 de 21 tc y 12 de 16 tl); Lewis 18 pt, 8 reb y 3 tr; Pietrus 14 pt y 5 reb (4 de 7 t3).
• Cleveland: James 25 pt, 7 reb y 7 as; West 22 pt; Williams 17 pt, 5 as y 3 tr; Varejao 14 pt y 8 reb.
• Orlando alcanza la Final de la NBA por segunda vez en su historia -la primera vez fue en 1995 ante Houston-.
• Cleveland se convierte en el tercer equipo en la historia de la NBA que no accede a la final tras ganar 65 o más partidos en la temporada regular.
• Los Magic empatan el récord de triples anotados en una serie a 6 partidos tras lograr 62.
• El suplente Pietrus sumó más puntos (14) que toda la suplencia de Cleveland (10).
• Los visitantes sólo anotaron 11 de sus 22 tiros libres.