La arrogancia de Iverson y su séquito le cuesta al jugador 260.000 dólares
Allen Iverson deberá pagar 260.000 dólares de indemnización al cliente de un bar de Washington al que uno de sus guardaespaldas agredió brutalmente sin que el jugador hiciera nada por impedirlo. Así lo ha confirmado el Tribunal de Apelación ante el que el jugador había recurrido el veredicto del jurado que le consideró responsable en 2007.
Los hechos juzgados en su día tuvieron lugar en el club Eyebar de Washington, cuando Jason Kane, guardaespaldas del jugador, agredió a uno de los clientes del club, Marlin Godfrey, pateándole y golpeándole con una botella porque se negó a desalojar la zona VIP del bar para que la ocuparan Iverson y sus acompañantes.
Godfrey sufrió una conmoción, la ruptura de un tímpano, una fuerte hemorragia en un ojo, cortes y otras lesiones. Mientras se producía la brutal agresión, el jugador se limitó a mirar, sin hacer nada para evitar que su empleado continuara pegando a su víctima durante varios minutos.
Así lo aseguran en su sentencia los 3 jueces del tribunal encargado de ver la apelación y en consecuencia confirman la sentencia de primera instancia que condenaba a Iverson a indemnizar con 260.000 dólares a la víctima como responsable civil de lo sucedido.
La víctima y otro cliente solicitaron en su demanda inicial una indemnización de 20 millones de dólares al jugador, pero el jurado decidió que a Godfrey le correspondían sólo 10.000 dólares por los gastos médicos y 250.000 por los daños morales y desestimó las pretensiones del otro demandante.