El regreso de Calderón devuelve la calma a los Raptors

Sólo se ha ausentado 2 partidos pero a muchos en Toronto se les ha hecho una eternidad. Hablamos del base español José Manuel Calderón, de cuya importancia en el equipo canadiense, una vez traspasado T.J. Ford a Indiana, es fácil hacerse una idea leyendo lo que dicen los periódicos locales tras su regreso.

Cuando hace unos días Calderón se echó la mano a la parte posterior de su muslo derecho y se encaminó al vestuario, todos en Toronto contuvieron la respiración y una sensación cercana al pánico se apoderó de la grada, la tribuna de periodistas y la franquicia en general.

A día de hoy, Toronto no tiene un suplente de garantías para su puesto y la presencia del base español se hace indispensable para que el equipo funcione. De ahí que todos en Toronto hayan respirado aliviados al verle de nuevo en la pista.

Su regreso llevó a la victoria al equipo canadiense ante los Heat y así lo resaltan los dos principales periódicos de Toronto, que se deshacen en elogios hacia el español y casi calcan los titulares de la crónica del partido. “Calderón calienta a los Raptors” titula el Globe. “Calderón enciende a los Raptors” lo hace el Star.

La sencillez como paradigma

Ambos diarios resaltan en su relato del partido de ayer la importancia del base y su influencia decisiva en la victoria del equipo. Con él, coinciden ambos, la calma y el orden ha vuelto al conjunto de Sam Mitchell y el rendimiento de sus compañeros ha subido enteros.

El Globe resalta especialmente la facilidad del extremeño para crear juego y la precisión y sincronía de sus pases que encuentran siempre al compañero mejor situado. Unos compañeros a los que casi no le hace falta mirar para saber dónde están en cada momento.

Con Calderón en la pista, según el Globe, todo fluye de una forma natural y el juego del equipo se hace sencillo y muy efectivo.

Destaca también el diario canadiense la notable mejora en el control del juego y el cuidado del balón que supone su presencia. Sin él, los Raptors perdieron un total de 44 balones en los 2 anteriores encuentros. Con él en la pista, las pérdidas se redujeron a 13, de las cuales sólo una fue culpa suya.

Ordenando las piezas

El Star por su parte coincide con muchos de los argumentos de más directo competidor y añade alguno más. Habla el Star, por ejemplo, de que, con Calderón al mando, todos los jugadores parecen estar en posición.

Y es que el número 8 de los Raptors es de esos bases que cuando no tiene el balón en sus manos está continuamente pendiente de corregir las posiciones de sus compañeros para situarlos donde tienen que estar. Una cualidad que no abunda en los bases NBA acostumbrados, en muchos casos, a olvidarse de la jugada en cuanto la pelota sale de sus manos.

Destaca también la mejora que se pudo ver en el juego de Parker y Bargnani que, tras andar más que perdidos en el encuentro ante Orlando, supieron buscar en esta ocasión posiciones abiertas de tiro en las que Calderón siempre supo encontrarles.

Y eso que el propio Calderón reconocía no estar todavía a tope. “Sabía que no podía atacar la canasta porque no estaba al 100%, así que intenté encontrar a compañeros abiertos”, decía tras el partido. Pero esa circunstancia no le impidió protagonizar la jugada que inclinó definitivamente la balanza a favor de su equipo.

A poco más de un minuto para el final, con Toronto 3 arriba y Miami atacando, Calderón le robó el balón a Chris Quinn y en la siguiente jugada realizó, a pesar de sus limitaciones, una espectacular entrada con su mano izquierda que hizo que se esfumaran las opciones de los Heat.

Todos juegan con él en la pista

Al finalizar el encuentro sus compañeros no dudaban en resaltar su papel. El italiano Bargnani lo tenía claro: “Jose puede que esté al 50%, pero aun así ha hecho un gran trabajo”.

“Lo hace todo mucho más fácil”, decía la estrella del equipo Chris Bosh, quien destacaba la buena distribución de juego realizada por Calderón, aun cuando supusiera menos protagonismo para él, “siempre es bueno cuando anota todo el equipo. Significa que todos participan y todo el mundo está contento. Nos hace más difíciles de parar”.

En ese mismo aspecto incidía Sam Mitchell, “cuando tenemos a 4 hombres lanzando 15 o 17 tiros [cada uno], eso nos hace un buen equipo. Significa que estamos moviendo el balón. Significa que mucha gente está participando”.

Ese mejor juego colectivo les permitió sobreponerse a los 40 puntos de un colosal Wade. El reverso exacto del partido anterior de los Raptors, donde los 40 puntos de un espectacular Bosh no sirvieron de nada ante el mejor juego colectivo de Orlando.

Escuchando a los protagonistas está claro que, a pesar de sus números discretos, 8 puntos y 7 asistencias, José Manuel Calderón fue el hombre del partido, la batuta que condujo magistralmente a toda la orquesta canadiense.

Y está claro también, que el número 8 de los Raptors ha conseguido enamorar a su afición y, lo que es más difícil, a su prensa. Al finalizar el partido, Calderón, modesto como siempre, se limitaba a alegrarse por la victoria y resaltar que aunque no estaba al 100%, “si puedo jugar así, está bien. Se trata de seguir ganando partidos”.