El jugador puertorriqueño Sammy Villegas, acusado de amañar partidos
El jugador puertorriqueño Sammy Villegas se halla en una más que delicada situación. El baloncestista ha sido acusado de amañar partidos en su etapa universitaria, cuando militaba en la Universidad de Toledo, en la NCAA. De probarse su culpabilidad podría ser condenado a 5 años de cárcel.
El affaire Villegas ocupa buena parte de las secciones deportivas de los medios de comunicación de Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana, país en el que juega actualmente.
Los hechos se remontarían a las temporadas 2004-2005 y 2005-2006, las 2 últimas campañas en las que el jugador boricua formó parte de la Universidad de Toledo, ubicada en el estado de Ohio.
A Villegas se le acusa de lo que en Estados Unidos se denomina ‘point shaving’ (literalmente, recortado de puntos), es decir, de actuar dentro de la cancha con el objetivo de que el marcador del partido se mantenga en unas diferencias determinadas, acordes con las apuestas que han realizado personas concretas con antelación. Un tipo de amaño que puede hacerse realidad en forma de dos tiros libres fallados, una bandeja errada, una falta personal de tiro realizada al equipo contrario, una pérdida de balón... la cuestión no es otra que favorecer que el resultado se ajuste a las apuestas realizadas antes del partido.
La acusación es muy grave, tan grave que, de ser declarado culpable, Villegas podría enfrentarse a una condena de 5 años de prisión y una multa que rondaría los 250.000 dólares.
Llegado lo peor, la carrera deportiva de Villegas se vería truncada sin remisión, una carrera que prometía ser espectacular cuando se enroló en la NCAA.
Una trayectoria en retroceso
Villegas, un base-escolta de 1,98 de altura, llegó a la Universidad de Toledo en la temporada 2002-2003 firmando una fantástica campaña como novato (freshman) que le llevó a ser elegido novato de la Mid-American Conference. Un inicio espectacular que dio paso a un gran segundo año en el que su juego no decayó. En esa segunda temporada universitaria promedió 13,7 puntos en 29,8 minutos de juego. Era una referencia en el juego de los de Ohio, pero a partir de ahí su estrella empezó a declinar y todo comenzó a torcerse de forma preocupante.
Su rendimiento en las dos próximas temporadas resultó decepcionante (9,3 puntos de media en la 2004-2005 y 6 en la 2005-2006). Y es que su juego se vino abajo, sus minutos en la cancha se fueron limitando y nadie comprendía muy bien cuál podía ser la explicación de su bajón de rendimiento. Ahora se sabe que por entonces ya estaba siendo investigado y que los supuestos amaños de partidos coinciden con esas dos aciagas temporadas.
Los cargos que pesan sobre el jugador nacido hace 25 años en Carolina (Puerto Rico) son los de conspiración para influir en competiciones deportivas, soborno y haber recibido dinero y regalos a cambio de amañar partidos.
Y es que Villegas no sólo pudo percibir dinero y regalos para ajustar los resultados de los partidos, sino que también pudo haber pagado a otro jugador para que tomara parte también en esta práctica ilícita. El nombre de ese segundo jugador se desconoce, ya que no aparece nombrado en los documentos que obran en poder del Tribunal Federal de Chicago, donde se investigan los hechos. La fecha prevista para dar a conocer la sentencia es el 18 de noviembre.
Cooperando en la investigación
Todo parece indicar que el base puertorriqueño está colaborando con los fiscales federales. Eso es al menos lo que ha trascendido y lo que afirma su representante, Giddel Padilla, en un comunicado que publica, entre otros medios, el diario La Opinión.
En dicho comunicado, Padilla reconoce que la situación es delicada, pero se muestra convencido de que todo se arreglará, más aún cuando su cliente está colaborando activamente con la justicia.
“Para nosotros lo más importante es que nuestro cliente esté debidamente representado y, entendemos, que con el tiempo todo se solucione”, ha asegurado Padilla.
Según informa la agencia AP, Villegas se encontró o habló con uno de los implicados en la trama de amaños, originario de Michigan, 10 veces en los años 2005 y 2006. Incluso se habla de un partido concreto en el que Villegas erró dos tiros libres en el último minuto. Fue el 4 de febrero de 2006 en el partido que enfrentó a Toledo y Michigan, precisamente. La victoria fue para los de Ohio por 78-62. Ese último minuto de Villegas está bajo sospecha.
Lo cierto es que el otrora más que prometedor jugador se enfrenta a su peor pesadilla tras jugar esta temporada en los Cocolos de San Pedro de Macorís, un equipo de la liga de la República Dominicana en el que promedió 12,7 puntos y 1,8 asistencias en 31 partidos.
Ahora, Samuel Avilés Villegas está libre bajo fianza, pero puede que en unos meses esa libertad quede truncada.