JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Final Este
Detroit recupera la intensidad ante Boston e iguala la eliminatoria
Un rejuvenecido Antonio McDyess lidera a los locales con 21 puntos y 16 rebotes
El argentino Walter Herrmann vuelve a ocupar plaza en la lista de inactivos
Detroit se impuso por 94-75 a Boston en el segundo de los partidos disputados en su feudo y deja la eliminatoria como al principio, empate a 2 victorias y el factor cancha en manos de los Celtics. A partir de ahora resta una miniserie a 3 partidos para decidir quién se lleva el título de la Conferencia Este y el derecho a disputar la final del campeonato.
Conscientes de que una derrota les dejaba prácticamente fuera, los Pistons salieron decididos a dar una imagen muy diferente de la ofrecida en el anterior partido celebrado en Auburn Hills. Lo consiguieron y como consecuencia obtuvieron también un resultado muy diferente al obtenido en el tercer partido de la serie y que les hizo perder la ventaja de campo conseguida tras derrotar a los Celtics en Boston.
El resultado final puede resultar engañoso puesto que, si bien es cierto que los Pistons fueron por delante todo el partido, los Celtics permanecieron al acecho hasta los últimos minutos en los que los locales terminaron despegándose para finalizar con una diferencia de 19 puntos que fue la máxima que alcanzaron los hombres de Flip Saunders a lo largo del encuentro.
Antonio McDyess, determinante
Los Pistons tenían claro que la patata caliente de la eliminatoria había quedado en sus manos tras ceder en el anterior encuentro y salieron desde un principio dispuestos a no quemarse las manos. Tomar la iniciativa siempre resulta importante y más cuando se trata de partidos defensivos como los que, tal y como se esperaba, nos está deparando esta eliminatoria. En encuentros donde el marcador evoluciona a bajo ritmo una pequeña diferencia puede convertirse en un abismo difícil de salvar y de ahí la importancia de llevar la iniciativa en el marcador.
En el partido de ayer esa regla se cumplió. Los Pistons arrancaron muy fuerte y consiguieron un 10-0 de inicio que resultaría determinante. Para cuando los Celtics anotaron sus primeros dos puntos por medio de Perkins, transcurridos casi 4 minutos de partido, ya habían perdido 3 balones y a partir de de ahí no les quedó otro remedio que remar en contra de la corriente, lo que siempre supone un esfuerzo agotador y un fuerte desgaste psicológico, sobre todo cuando, como ayer, uno ve frustrados sus continuos acercamientos.
Lo inesperado de ese 10-0 inicial fue su principal protagonista, Antonio McDyess. El menos titular del quinteto titular de Detroit cuajó ayer una de las mejores actuaciones de su carrera en una fase final al sumar 21 puntos y 16 rebotes. Esa gran actuación partió de un inspirado comienzo en el que McDyess anotó 8 de los 10 puntos iniciales de su equipo y una sólida aportación durante el resto del encuentro. Por momentos recordó a aquel McDyess que ya casi nadie recuerda, el jugador de talento que se codeaba con los mejores de la liga con medias de 20 puntos y 10 rebotes, llegó a ser All-Star, hasta que el castigo de las lesiones limitó su capacidad atlética y con ello su juego.
Detroit mantiene las distancias
Una vez conseguida la distancia inicial los Pistons ya no cedieron la iniciativa en el marcador y no fue porque los Celtics no lo intentaran todo, que lo hicieron. Pero Detroit mostró una intensidad defensiva constante durante los 48 minutos que fue la clave para frenar las continuas arremetidas del rival. El ataque de los Celtics se quedó en un pobre 31% de acierto en el tiro, incluyendo a su trío estelar que sumó 11 canastas de 38 intentos, y entre todos sus jugadores sólo fueron capaces de reunir 12 asistencias.
La base de esa defensa estuvo en el trabajo realizado sobre el líder de Boston, Kevin Garnett. La labor de marcaje de Rasheed Wallace, 14 puntos y 5 tapones, fue tremenda aunque le costó cargarse de personales. Dio igual, porque su sustituto, Jason Maxiell, no desmereció en nada la labor defensiva de su compañero, incluido un tremendo tapón sobre un intento de mate de Garnett en el primer cuarto, y terminó además con 14 puntos en su casillero tras anotar sus 6 intentos de tiro. Garnett vio limitada su aportación a 16 puntos, con 6 de 16 en el lanzamiento, y 10 rebotes y aun así no dejó de ser el mejor hombre de su equipo.
Pero la presión sobre Garnett dificultó en gran medida la circulación del balón en el ataque de los Celtics y con ello el rendimiento ofensivo de todo el conjunto. Pierce sumó 16 puntos, pero con una serie de 3 de 14 en el lanzamiento, y Allen volvió a encogerse hasta quedarse en 11, con sólo 2 aciertos en sus 8 ensayos a canasta. Desde la suplencia sólo Posey fue capaz de aportar, 11 puntos, mientras que Cassell, recién recuperado su rol de segundo base, hizo pocos méritos para mantener tal condición y terminó con su casillero de puntos y asistencias a cero tras 17 minutos de juego.
A pesar de todo, los Celtics consiguieron recuperarse del golpe inicial para cerrar la primera mitad con un apretado 43-39 en contra que dejaba todo por decidir. Nada más empezar la segunda mitad anotaron para ponerse a tan sólo 2 de diferencia pero a partir de ahí se produjo la reacción de Detroit, que con un parcial de 10 a 2 volvió a tomar aire para finalizar el tercer cuarto con una ventaja de 7 puntos (65-58) que seguía sin garantizar nada.
Hundimiento final de Boston
Pero el último cuarto no iba a cambiar el signo del encuentro. Los Celtics, a pesar de su bajo porcentaje en el tiro de campo, se habían mantenido en el partido gracias a los tiros libres. Acudieron mucho a la línea de castigo y lo hicieron con acierto, 32 de 39, y es que Flip Saunders parecía haber dado una clara instrucción a sus hombres: nada de canastas fáciles. Cada penetración, cada intento de anotar en la cercanía del aro, recibía la contundente respuesta de la defensa de Detroit en forma de falta para impedir la canasta. De ahí el bajo porcentaje de tiro del rival y lo numeroso de sus viajes a la línea de tiros libres.
Boston volvió a acercarse en este último periodo. Lo hizo hasta los 5 puntos (78-73) a 4:51 para el final pero, una vez más, llegados a ese punto no fueron capaces de ir más allá. Nueva y definitiva reacción de Detroit que acabó con las últimas esperanzas y fuerzas de los de Doc Rivers, que acabaron el partido bajando los brazos y jugando con los suplentes para terminar encajando un contundente 11-0 que amplió a 19 el margen final de la victoria de los locales.
En los últimos 12 minutos fueron Hamilton y Maxiell, con 10 y 8 puntos respectivamente, quienes sostuvieron la ofensiva de los Pistons. Hamilton superó ayer a uno de los míticos ‘chicos malos’, Bill Laimbeer, como el jugador de la franquicia de Michigan que más partidos de playoff ha disputado al sumar su encuentro número 114. No lo pudo celebrar mejor, con victoria y una gran aportación individual, 20 puntos y 7 asistencias con sólo 2 fallos en sus 10 lanzamientos. Billups también alcanzó las 7 asistencias, pero su aportación ofensiva se vio limitada por su lesión en la pierna derecha de la que aún no está plenamente recuperado. Terminó con 10 puntos y una pobre serie de 3 de 12. El argentino Walter Herrmann no entró en los planes de Flip Saunders para este partido, como viene siendo habitual a lo largo de esta eliminatoria.
La serie vuelve ahora a Boston, donde se disputará el miércoles el quinto partido.
DETROIT: Billups (10), Hamilton (20), Prince (7), McDyess (21), Wallace (14) –cinco inicial- Stuckey (3), Maxiell (14), Hunter, Ratliff (2), Hayes (3), Afflalo y Johnson. |
BOSTON: Rondo (4), R.Allen (11), Pierce (16), Garnett (16), Perkins (10) –cinco inicial-, Posey (11), Brown (4), Cassell, Davis (3), House, T.Allen y Powe. |
Parciales: 22-17, 21-22, 22-19 y 29-17. |