Los Lakers se imponen en el primer partido a los Spurs tras remontar 20 puntos de desventaja

San Antonio dio un auténtico baño de baloncesto a los Lakers en los dos primeros cuartos y buena parte del tercero, pero terminó perdiendo por 89-85. Los angelinos, liderados por Kobe Bryant, protagonizaron una recta final de partido impresionante y, contra todo pronóstico, basaron su triunfo en un espectacular trabajo defensivo que dejó a su rival en 13 puntos en el último cuarto. En ese cuarto postrero, los Spurs anotaron 3 de sus 21 tiros de campo, incluida una serie de 1 de 9 en el triple.

Nada hacía presagiar un triunfo del equipo californiano tal y como se estaba desarrollando el encuentro, y es que el conjunto local llegó a ir perdiendo por 20 puntos de diferencia. El marcador señalaba un rotundo 45-65 a falta de 5:54 para el final del tercer cuarto, pero a partir de ese momento despertó Kobe Bryant en ataque y los Lakers redoblaron su trabajo defensivo hasta ahogar el ataque de los Spurs. Como consecuencia de ese doble éxito en ambos lados de la cancha, el equipo de Phil Jackson endosó a su rival un parcial de 44-20 y acabó ganando de forma milagrosa el partido.

Bryant fue el gran artífice de ese milagro, al igual que fue el gran culpable de que su equipo llegara a estar contra las cuerdas, en estado casi comatoso y al borde, por lo tanto, de entregar el factor cancha a su rival.

El escolta de Filadelfia llegó al descanso con 2 puntos en su haber tras tirar a canasta sólo 3 veces. Todo un récord negativo que hay que colocar en su debe, pero también en el haber de un excelso defensor, el maestro Bruce Bowen, y de su aventajado discípulo, Ime Udoka. La exhibición protagonizada por Bowen durante gran parte del encuentro fue increíble, y es que es un lujazo ver a un jugador defender de ese modo. Por momentos rozó la perfección, y la mayoría de las veces lo hizo sin necesidad de acudir a las ayudas de otros compañeros. Lo suyo fue una demostración de fundamentos defensivos.

Por otra parte, frente a esa defensa de campanillas, Bryant demostró que es, hoy por hoy, otro jugador, un jugador más maduro, más inteligente, más generoso, más completo. En lugar de cebarse en el tiro, Kobe apenas encaró el aro y prefirió dar un recital solidario en forma de asistencias a sus compañeros. Luego, eso sí, cuando llegó el momento de sacar el arma y disparar no cejó hasta que derribó a su rival, asumiendo su papel de ‘killer’. En esa segunda parte de su escenografía, Bryant anotó 25 puntos en los dos últimos cuartos para terminar con 27 puntos, 9 asistencias y una sola pérdida en 44 minutos. Vivió el MVP de la temporada una noche bipolar: 3 tiros intentados en los dos primeros cuartos y 18 en los dos siguientes. Su equipo se lo agradeció, sin duda.

Otros protagonistas del partido

A Bryant le acompañó en el ataque el español Pau Gasol, que formó con Kobe un dúo letal en el final del tercer cuarto, el momento clave del partido en el que los locales remontaron una situación más que complicada. Gasol concluyó el encuentro con 19 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones y otros tantos robos en los 39 minutos que estuvo en cancha, y fue, sin duda, el mejor hispano del partido, contribuyendo a que su equipo cerrara por fin con solvencia el rebote defensivo.

Radmanovic, en el inicio del choque, y Vujacic, en la parte más caliente del mismo, aportaron cada uno 10 tantos. El primero lo hizo a partir de una inmaculada serie de 5 de 5 y el segundo estuvo en la pista en los mejores momentos de su equipo. El parcial de los Lakers con él en la cancha fue de +25.

Vujacic se asoció con un renacido Farmar (8 puntos) para prestigiar la segunda unidad de los Lakers, que estuvo bastante mejor que la suplencia de los Spurs. Los suplentes del conjunto texano no estuvieron a la altura de las circunstancias, si exceptuamos a Udoka. La larga batería de veteranos –los Horry, Finley, Barry y Thomas- decepcionaron.

El buen trabajo de los jugadores de los Lakers anteriormente mencionados equilibró el desajuste provocado por las decepcionantes actuaciones de dos pilares importantes de los angelinos: Odom –8 puntos y 8 rebotes con 3 de 12 en el tiro- y Fisher –4 puntos, ninguna asistencia y 1 de 9 en el lanzamiento de campo-.

En el bando visitante, Duncan estuvo maravilloso. El de las Islas Vírgenes fue un auténtico coloso a lo largo de toda la noche, pero especialmente cuando su equipo dominó el partido. Acabó con 30 puntos, 18 rebotes y 4 tapones, y su protagonismo queda reflejado en los 25 tiros que hizo a canasta. Junto a Duncan, hay que destacar el partido de Tony Parker (18 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) y la fantástica labor defensiva de Bowen y Udoka, que todavía tuvieron fuerzas para lograr 12 y 7 puntos.

No estuvieron tan acertados los dos jugadores argentinos de San Antonio. Oberto salió de titular, pero apenas jugó 12 minutos, ya que Popovich se decantó durante muchos minutos por quintetos con una sola referencia interior, la de Duncan. Anotó 4 puntos y capturó 4 rebotes. Más decepcionante resultó la actuación de Manu Ginóbili, que venía de ser la estrella que iluminó la clasificación de su equipo ante los Hornets. El escolta de Bahía Blanca no tuvo su mejor jornada. Hizo 10 puntos con una horrenda serie de 3 de 13 y ofreció un inhabitual balance asistencias-pérdidas, ya que dio 3 pases de canasta y extravió 4 balones.

El encuentro era de los Spurs

Desde el primer momento se vio que San Antonio estaba más asentado en el campo. Los Lakers iniciaron el choque intentando correr, pero ese intento de imprimir una velocidad extra al encuentro perjudicó su movimiento de balón. La pelota no llegaba al poste para que Gasol pudiera iniciar la distribución del juego y Bowen impedía que Bryant pudiera recibir. Tapados Gasol y Bryant como distribuidor y finalizador, la ofensiva de los locales resultó mediocre, y los Spurs se fueron de 8 (14-22 a 3:24 para acabar el primer cuarto). En los Lakers sólo anotaban Radmanovic y Gasol, mientras que la fluidez en la circulación de balón era patrimonio de los texanos.

Sin embargo, los Lakers recuperaron el marcador hasta dejarlo en 24-27 tras apostar Jackson por un quinteto integrado por Farmar, Vujacic, Bryant, Radmanovic y Gasol.

El final del primer acto y el inicio del segundo constituyó una reivindicación de la segunda unidad de los Lakers, encabezada por Farmar, que revitalizó el juego de su equipo superando la falta de ideas en la dirección de Fisher. Y los locales equilibraron el resultado (33-33 a falta de 8.22 para el descanso).

Fue un espejismo, ya que con un parcial de 2-10 los visitantes recuperaron el colchón de 8 puntos a partir de un gran trabajo de Duncan y Parker, que alcanzaron los vestuarios con 16 y 12 puntos, respectivamente.

Bryant anotó su primera canasta del partido cuando restaba 1:29 para llegar al descanso, es decir, estuvo 22 minutos en blanco, todo un récord. Y los Spurs llegaron al ecuador del encuentro con 43-51 a su favor, merced al dominio absoluto de sus hombres bajos sobre los hombres bajos californianos. San Antonio anotó en esos dos primeros cuartos la mitad de sus tiros y su trío estelar sumó 33 puntos frente a los 17 que anotaron Gasol, Odom y Bryant.

La locura del tercer cuarto

El tercer período resultó increíble. Los primeros 4 minutos se saldaron con un 0-8 para los Spurs, que se fueron así de 16 puntos (43-59). En esos 4 minutos, los Lakers fallaron sus 5 lanzamientos y perdieron 2 balones. La grada empezaba a preocuparse. Pero no había llegado lo peor.

La exhibición de los de Popovich no se iba a detener hasta alcanzar los 20 puntos de diferencia. Duncan protagonizó dos espectaculares jugadas individuales ante Gasol, la segunda de las cuales dejó el electrónico en un humillante 45-65 a favor de San Antonio. El ataque local hacía aguas y su defensa era incapaz de frenar a un Duncan que para entonces ya estaba con 20 puntos y 12 rebotes. Y los aficionados locales pasaron de la preocupación a la desesperación.

Entonces, cuando granizaba sobre los Lakers, llegó una canasta de Bryant y otra de Gasol, y Popovich pidió un tiempo muerto para cortar por lo sano una posible reacción angelina. Sin embargo, lo que vino después fue ciertamente sorprendente.

Tras el tiempo solicitado por Popovich, los locales prosiguieron con su racha hasta endosar a su rival un pacial de 14-0 con 7 puntos de Bryant, y dejar el marcador en un apretado 59-65, una racha que se truncó con un triple de Ginóbili.

La remontada coincidió con el despertar de Kobe (anotó 11 puntos en el cuarto) y el buen trabajo de Gasol en ataque (8 puntos en el tercer acto) y en defensa, donde experimentó una notable mejoría en su duelo con Duncan. Se llegó al final del tercer cuarto con un 65-72 que dejaba las espadas en alto.

Los Lakers culminan la remontada y ganan

El último cuarto fue el remate para los Spurs, que tal vez sí o tal vez no, quién sabe, acusaron el cansancio de haber terminado su semifinal mucho después que los Lakers y de haber tenido que dormir el lunes dentro de un avión, en las butacas o en el suelo, según los gustos de cada jugador.

Las apuestas dicen que en un partido defensivo gana enteros San Antonio, pero anoche se pudo comprobar que estos Lakers cuando tienen que defender defienden.

El marcador se movió con cuentagotas en el último período hasta que los locales consiguieron adelantarse por primera vez en el marcador a 2:42 del final (83-81). Gasol empezó a defender de un modo mucho más firme a Duncan y Bryant explotó en ataque. Una canasta de Kobe colocó el electrónico en 85-81, pero Ginóbili recortó distancias con 2 tiros libres (85-83) y Duncan empató con una canasta que en realidad se metió Bryant en su propia cesta (85-85).

Y llegó el momento de la verdad. Entonces, Bryant, en una gran jugada individual, desequilibró la balanza a 23,9 segundos de la conclusión (87-85), y San Antonio jugó para ganar el partido con un ataque en el que la circulación del balón acabó en un intento triple de Ginóbili que no tuvo éxito. El rebote, con el balón que parecía estar vivo, terminó en manos de Vujacic, que acabó en la línea de personal. Y con una sangre fría ejemplar, el esloveno finiquitó el duelo.