JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Semifinales Este
Billups resulta vital en la segunda victoria de los Pistons sobre Orlando Magic
El base de Detroit anota 4 tiros libres en los últimos 10 segundos para un total de 28 puntos
Arroyo y Herrmann saltan a la cancha del Palace of Auburn Hills
Detroit Pistons sigue mostrando su fortaleza en la post-temporada, tal y como viene haciendo en los últimos años. Anoche se adelantó por 2-0 a Orlando Magic tras derrotar al equipo de Florida en un encuentro muy igualado en el que jugaron tanto el puertorriqueño Arroyo como el argentino Herrmann, y que se decidió en los segundos finales (100-93).
La mano que sentenció al equipo de Stan Van Gundy no fue otra que la de Chauncey Billups, un hombre imprescindible para los de Michigan cada vez que hay que tomar decisiones vitales.
El armador de Denver terminó el encuentro con 28 puntos, incluidos los 4 tiros libres que dieron la victoria a su equipo en los últimos 10 segundos y el más que polémico triple que otorgó ventaja a los Pistons al final del tercer cuarto (78-76).
El encuentro fue larguísimo (2 horas y 46 minutos) y a ello contribuyó esa última jugada del tercer cuarto que levantó las iras de los jugadores y el cuerpo técnico de los Magic. Y es que no fue para menos.
Restaban 5,1 segundos, el marcador era 75-76 para Orlando y los Pistons sacaron de fondo. El balón llegó a Billups y en plena jugada el reloj se paró en 4,8 segundos, tal y como revelan las imágenes de televisión. La jugada siguió su curso con el reloj detenido hasta que el base de Detroit anotó un triple. Seguían quedando 4,8 segundos que de repente saltaron a 4,1.
Cinco minutos de consultas y confusión terminaron con una decisión que no gustó nada al equipo visitante: validez de la canasta, que se anotó, oficialmente, a 5 décimas de la conclusión del cuarto. Van Gundy no daba crédito.
Gran reacción
Para llegar igualados a ese final de tercer cuarto el conjunto de Florida había tenido que protagonizar una bella reacción que ha supuesto, sin duda, un incremento de su credibilidad, que ya era alta.
Los locales llegaron a tener 14 puntos de ventaja en la primera parte merced al parcial de 21-11 del segundo cuarto. Tras anotar esa ridícula cifra de puntos e irse a los vestuarios, los visitantes retomaron el partido con otra mentalidad y pasaron de anotar 11 puntos en el segundo acto a lograr 36 en el tercero, algo que no está al alcance de muchos equipos cuando se enfrentan a Detroit. Lo hicieron con un bombardeo inmisericorde desde la línea de 3. Los Magic endosaron en esos 12 minutos 7 triples de 11 intentos a la escuadra dirigida por Flip Saunders. Fueron unos minutos en los que el juego de perímetro de Orlando rozó la perfección, algo de lo que estuvo lejos en los otros tres cuartos, en los que se quedó en 4 triples de 15. En ese juego desde más allá del arco destacó Jameer Nelson, con 5 canastas de 3.
El último cuarto, decisivo
Se inició el último cuarto con el ya mencionado 78-76 tras el triple de la discordia convertido por Billups.
El marcador se movió durante minutos con cuentagotas y sin que ninguno de los dos equipos fuera capaz de distanciarse. Ésa fue la dinámica hasta que se entró en los momentos finales.
A 1:55 de la conclusión un triple de Nelson, que anotó 22 puntos, recortó la desventaja de Orlando, que se colocó a 2 puntos de los locales (93-91). Y casi un minuto después una cesta de Howard -el mejor de los Magic con 22 puntos y 18 rebotes- situó a los visitantes a uno (94-93). Entre medias cayó eliminado por personales Jameer Nelson, una baja muy importante para Orlando. Y así se entró en los últimos 60 segundos del choque.
Pero fue en ese escenario de máxima tensión donde se pudo atestiguar, una vez más, el tremendo oficio de estos Pistons. El parcial en el último minuto fue de 6-0, y todos esos puntos llevaron un mismo marchamo: los tiros libres. Ahí es donde apareció el aplomo de Billups, un gran lanzador de tiros libres que es un seguro de vida en los segundos finales. Suyos fueron los últimos 4 puntos del encuentro tras anotar en los 10 segundos finales 4 lanzamientos de personal sin fallo alguno, tal y como hizo durante los 48 minutos, en los que terminó con 10 de 10 en sus tiros de uno.
Mientras que los Pistons hacían ese alarde de serenidad, su rival se vio lastrado en los momentos decisivos por la impaciencia y la imprecisión. Orlando falló en los últimos 60 segundos sus 4 tiros de campo, 3 de ellos desde el triple, y perdió un balón. Su propuesta ofensiva quedó anulada por su propia inconsistencia, aunque también por la elevada exigencia defensiva que le puso al partido Detroit en esos momentos.
Las pérdidas destruyen a Orlando
Si hubo algún apartado del juego que contribuyó de manera decisiva al desenlace del encuentro ése fue el manejo de las posesiones por parte de los contendientes. Y cuando esta ventana estadística adquiere relieve suele ser siempre a favor de los Pistons.
Así fue también anoche. Detroit, un conjunto que suele mimar el balón, acabó los 48 minutos con 9 robos y sólo 8 pérdidas, un balance positivo que no es fácil de alcanzar, y en sus antípodas se situó Orlando, que vivió un vía crucis con las pérdidas de balón. Los de Van Gundy recuperaron 3 posesiones y regalaron 19, de las cuales 17 procedieron de su trío estelar -Howard, Turkoglu y Lewis, que anotó 20 puntos pero encestando 6 tiros de 21 intentos-.
El encuentro fue un duelo entre las titularidades de ambos equipos. En Detroit, junto a los 28 puntos de Billups, sobresalió la actuación de Prince (17 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias) y la de los pívots en ataque, ya que Wallace hizo 17 tantos y Maxiell 11 con 5 de 5. Sin embargo, entre los dos hombres altos sólo atraparon 7 rebotes. Y es que los hombres altos sufrieron de lo lindo en su intento de detener el despliegue físico de Howard, un sufrimiento que llevó a la eliminación por personales de McDyess y a que Wallace acabara con 5 faltas.
Todo este bagaje anotador de los Billups, Prince y Wallace suplió la carencia procedente del juego de Richard Hamilton, que se fue a los vestuarios con 4 de 18 en el tiro, algo impropio de él.
Ese dominio de los quintetos titulares fue aún más acusado en Orlando, donde la segunda unidad sólo anotó 4 puntos, todos logrados por el hispano Carlos Arroyo, que aportó las escasas pinceladas perfiladas por una suplencia en la que Bogans estuvo especialmente negado (0 puntos en 27 minutos). 13-4 fue el marcador pacial a favor de la suplencia de Detroit.
Arroyo y Herrmann
Lo más positivo desde el punto de vista hispano fue la participación en el juego de Arroyo y Herrmann, dos jugadores que tienen que sudar a mares para que sus entrenadores les otorguen algunos minutos en cancha.
Arroyo anotó 4 puntos en 10 minutos, y fue el séptimo jugador por minutos en la rotación de Van Gundy, por delante de su compañero de puesto Keyon Dooling. Aunque ese puesto como segundo base no resultó del todo real, puesto que cuando Nelson fue eliminado a 1:23 del final del partido, Van Gundy apostó por Dooling como director de juego en el momento clave. A pesar de ello no hay que restar importancia al hecho de que Arroyo subiera anoche en la rotación de los Magic.
En cuanto a Herrmann, su actuación fue casi testimonial. Saltó a la pista durante 1 minuto y 26 segundos, dejando su casillero estadístico en blanco. Sin embargo, Herrmann debía de estar satisfecho, ya que ha pasado de la lista de inactivos a jugar un partido en el que sólo participaron 10 jugadores de los Pistons. De hecho, el argentino pudo intervenir en un encuentro en el que su entrenador no alineó por decisión personal a dos compañeros que están por delante del argentino en las preferencias del técnico: Hayes y Amir Johnson.
Tras este segundo partido, la serie se traslada a Orlando, donde el miércoles se jugará el tercer encuentro.
DETROIT: Billups (28), Hamilton (14), Prince (17), Maxiell (11), Wallace (17) -cinco inicial- McDyess (6), Stuckey (5), Ratliff, Afflalo (2) y Herrmann. |
ORLANDO: Nelson (22), Evans (13), Turkoglu (12), Lewis (20), Howard (22) -cinco inicial- Bogans, Arroyo (4), Dooling y Foyle. |
Parciales: 29-29, 21-11, 28-36 y 22-17. |