Detroit se impone a Orlando sin dificultades en su primer choque

Los Pistons se impusieron con comodidad a Orlando (91-72) en su primer enfrentamiento de semifinales de la Conferencia Este. El partido se mantuvo igualado en su primera mitad (43-41) pero en la segunda, la defensa de Detroit apretó el acelerador y llenó de interrogantes la ofensiva de Orlando, interrogantes para los que ni Van Gundy ni sus hombres encontraron respuestas. Tendrán que hallarlas si quieren que su equipo tenga opciones en esta serie ante unos Pistons que con ésta suman ocho victorias consecutivas en la fase final en sus enfrentamientos con el conjunto de Florida.

La defensa del conjunto de Michigan controló bien a Dwight Howard, que con 12 puntos y 8 rebotes, quedó lejos de las espectaculares cifras de sus últimos encuentros, tras haber sido el primer jugador en superar los 20 puntos y 20 rebotes en tres partidos de la fase final desde que lo hiciera Wilt Chamberlain en 1972. Con Howard por debajo de sus números, sólo Turkoglu y Lewis, 18 puntos cada uno, trataron de sostener el ataque de Orlando. Demasiado poco ante un rival como los Pistons.

Para los aficionados hispanos la noche deparó la agradable sorpresa del debut del argentino Herrmann en la fase final. Y decimos sorpresa porque el argentino había estado en la lista de inactivos durante toda la primera ronda y no parecía entrar en absoluto en los planes de Flip Saunders. Sin embargo, anoche el alero de Venado Tuerto saltó a la pista y disputó casi 9 minutos de encuentro, sus primeros minutos en una fase final de la NBA ya que el año pasado los Charlotte Bobcats, en los que estaba enrolado, no llegaron a clasificarse. Por desgracia Herrmann no estuvo especialmente afortunado y terminó con un solo punto, tras fallar uno de los dos tiros libres que intentó, y tres faltas personales como único bagaje. El puertorriqueño Arroyo estuvo en el banquillo pero no salió de él por decisión de su técnico.

Orlando se queda sin gas en la segunda parte

El partido disputado en el Palace of Auburn Hills fue muy del estilo que gusta a los Pistons. Un partido duro, físico, con momentos calientes (hubo técnicas a Turkoglu, Lewis y Wallace) y lleno de tensión. Los jugadores de Detroit son veteranos curtidos en estas lides y, como demostraron ayer, se sienten cómodos cuando la temperatura en la cancha se eleva.

Al descanso se llegó con igualdad en el marcador pero en la reanudación los Pistons apretaron, especialmente en defensa, y los Magic no pudieron mantener el ritmo. El primer tirón en el marcador lo dieron los de Detroit en el tercer cuarto con un parcial de 19-3 que les permitió tomar una ventaja cómoda, ventaja que en un primer momento consiguieron controlar los hombres de Van Gundy hasta dejar en sólo 7 puntos su desventaja al final del tercer cuarto.

Pero Detroit no quería verse en complicaciones y un nuevo estirón en el comienzo del último periodo, con un parcial de 17-4, distanció definitivamente al rival y permitió a los aficionados del conjunto de Michigan disfrutar plácidamente de los últimos minutos y a Flip Saunders dar descanso a sus titulares de cara al siguiente encuentro.

Detroit neutraliza las armas del rival

Detroit supo neutralizar anoche las dos armas principales de los Magic. El juego interior de Howard estuvo controlado y el pívot de Orlando sufrió en los lanzamientos de tiros libres (2 de 7), un aspecto que tendrá que mejorar si no quiere dar facilidades a sus rivales en esta fase final. Al mismo tiempo los Pistons fueron capaces de neutralizar el otro gran argumento ofensivo de Orlando, los lanzamientos desde más allá del arco. Los Magic sólo intentaron 15 triples, una cifra baja para lo que es habitual en ellos, y lo que es peor, sólo fueron capaces de anotar 2. El juego exterior de Detroit, liderado por Billups, 19 puntos y 7 asistencias, y Hamilton, 18, se impuso con claridad al de unos Magic en los que ninguno de sus hombres bajos consiguió superar los 7 puntos.

Si a todo esto añadimos que los de Florida tuvieron 7 pérdidas más que el rival (13 por 6), se quedaron en un pobre 50% en el tiro libre y que los Pistons cerraron bien el rebote en su canasta sin permitir segundas oportunidades al rival, tendremos una conjunción de datos que sólo podía llevar a un lógico final, que no fue otro que el que se produjo: la derrota del equipo visitante. No hay duda de que Orlando tendrá que mejorar si quiere tener opciones de llevarse la serie.