JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Detroit se hace con el quinto partido de la serie y traspasa la presión a Philadelphia
El base Chauncey Billups resulta clave en la victoria de los Pistons
Los locales anotan un 58% de sus tiros y dominan de principio a fin
DETROIT: Billups (21), Hamilton (20), Prince (17), Maxiell (6), Wallace (19) -cinco inicial- McDyess (4), Afflalo (4), Stuckey (6), Johnson (1) y Hayes. |
PHILADELPHIA: Miller (13), Green (8), Iguodala (21), Young (8), Dalember (4) -cinco inicial- Williams (16), Evans (3), Smith (4), Carney (3), Ollie y Randolph (1). |
Parciales: 35-21, 19-21, 25-17 y 19-22. |
Se trataba de un partido complicado para Detroit, tal y como discurría la eliminatoria. Y el equipo respondío, ganó a su rival, Philadelphia, desde el principio y sin apuros (98-81), lo que le sirve para adelantarse 3-2 en la serie y traspasar toda la presión a los Sixers, que juegan mañana en su pabellón con la obligación de ganar si no quieren verse apeados de la competición.
Los Pistons soportaron la presión y demostraron que tienen un quinteto titular curado de espanto, ya que ninguno de los cuatro veteranos de ese quinteto falló -si incluimos ya como veterano al todavía joven Prince, que tiene 28 años-.
De ellos hubo uno que no solo no falló, sino que lo que hizo fue rendir al más alto nivel desde que empezara la primera ronda de playoffs. No fue otro que el base titular de los Pistons, Chauncey Billups, el jugador nacido en Denver y formado baloncestísticamente en su tierra natal, en la universidad de Colorado, y que, a veces, da la impresión de que no es suficientemente valorado, al menos no tanto como se merece.
Anoche, su actuación fue la clave del partido. Esa clave apareció muy pronto, ya que surgió en el primer cuarto, que los locales dominaron por un contundente 35-21 que condicionaría todo lo que vino después. En esos primeros 12 minutos, Billups dio una lección magistral de determinación en ataque, pero también de capacidad de liderazgo y de dirección de juego. Acabó con 11 puntos y 5 asistencias y sentó las bases de la victoria. Y es que cuando Billups funciona el equipo lo nota. Basta con analizar los partidos ganados y perdidos por Detroit en esta serie para comprobar que ésta es una realidad incontrovertible.
Una labor de equipo
A parte de ese liderazgo de Billups, el triunfo en el quinto enfrentamiento de la serie fue una cuestión de equipo. Sólo hay que analizar el juego del conjunto que dirige Flip Saunders, un juego que se tradujo en números concretos.
En el cinco titular, Billups acabó con 21 puntos y 12 asistencias, Hamilton con 20 tantos, Wallace con 19 y 6 tapones y Prince con 17. Los cuatro hombres de los que antes hablábamos. Pero es que el quinto titular, el joven Maxiell, no se dejó llevar y acometió con decisión su labor, que no fue otra que el arduo trabajo en los tableros, una labor que se saldó con un notable éxito (11 rebotes). Maxiell entró en este selecto grupo en lugar del veterano McDyess, que ha jugado los dos últimos encuentros con la nariz rota.
Esa conjunción de toda la plantilla derivó en un ataque que resultó imparable para los Sixers, que nada pudieron hacer ante el 58,1% de acierto que alcanzaron los de Michigan en el tiro de campo. Si a eso le añadimos el acierto en los triples (46,2%, aunque no abusaron del tiro), los 12 tapones que pusieron a Philadelphia y la falta de egoismo de sus jugadores (se repartieron bastante equilibradamente los lanzamientos a canasta y dieron 27 asistencias frente a las 13 de su rival, una cifra muy baja), no es difícil entender el por qué Detroit dominó los 48 minutos.
Segundo estirón en el tercer cuarto
Tras ese primer cuarto casi perfecto y un segundo acto más bien de aliño los locales alcanzaron los vestuarios con una cómoda ventaja (54-42), dejando para el tercer cuarto la definición del choque.
Ese tercer período fue otro golpe para los jugadores que dirige Maurice Cheeks. Los Pistons volvieron a apretar el acelerador y con un parcial de 23-9 se llegaron a poner 26 arriba para destrozar el partido (77-51 a falta de 3:15). Un triple en el último segundo de Rodney Carney dejó el marcador en 79-59 a falta del último cuarto, que fue un asunto de puro trámite.
El encuentro fue, por lo tanto, un sencillo recital de los de Saunders a pesar de que la estrella de los Sixers, Andre Iguodala, rindió por fin al nivel esperado, cuajando su mejor partido de la serie (21 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias).
La lástima es que su mejor actuación coincidió con un mal día de sus compañeros, especialmente de Andre Miller (5 de 17 en el tiro), que no le acompañaron a excepción del suplente Louie Williams, un brillante jugador que anoche se fue hasta los 16 puntos en 24 minutos de juego.
Ahora, como decimos, los Pistons colocan la presión en el otro campo y habrá que esperar para ver si los chicos de Cheeks son capaces de soportar la situación en esta equilibrada serie que está resultando igualada desde la desigualdad, ya que sólo el primer partido resultó emocionante y tres de los cinco se han resuelto por diferencias que han rondado los 20 puntos.
El argentino Walter Herrmann sigue en la lista de inactivos de Detroit, por lo que se volvió a quedar fuera de la convocatoria de Flip Saunders.