JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Orlando refuerza el factor cancha al derrotar a los Raptors en Toronto y deja a éstos al borde del KO
Dudosas decisiones de Sam Mitchell facilitan el trabajo a los Magic
Bosh anota 39 puntos y Calderón y Delfino firman discretas actuaciones
Orlando derrotó a Toronto en el Air Canda Centre (94-106) para alcanzar, en horario vespertino, su tercer triunfo en la serie eliminatoria y dejar a los Raptors al borde de la eliminación.
El equipo canadiense firmó en el cuarto envite su sentencia de muerte y ya prácticamente nadie confía en que la eliminarotia regrese a Toronto. Todavía quedan declaraciones para reforzar a la tropa, como las que pronunció tras el partido T.J Ford, pero tienen más de escaparate que de realidad. El base de los Raptors aseguró que la serie aún no ha acabado y que hay que ser positivos, algo que llama la atención, porque el juego de Toronto ofrece pocos anclajes para el optimismo.
La de anoche fue una derrota muy dolorosa por cómo se produjo. Y es que hasta los últimos minutos el partido estuvo tremendamente igualado, pero el final lo afrontaron los locales predispuestos al desastre, en gran parte por el suicidio táctico al que los llevó su propio entrenador, Sam Mitchell, un técnico que ha demostrado en los dos últimos años una capacidad ilimitada para adoptar decisiones desconcertantes en los momentos más importantes de la temporada, es decir, en los playoffs.
Orlando dominaba el marcador por 83-85 a falta de 5:32. En ese momento, Mitchell decidió que T.J.Ford reingresara en la cancha supliendo a un desafortunado Calderón, que ni estaba brillando en ataque ni estaba pudiendo en defensa con un acertado Jameer Nelson. El cambio era lógico, aunque discutible si se tiene en cuenta la dudosa capacidad de dirección y decisión que tiene Ford en los momentos decisivos. Pero peor fue su decisión posterior. Apenas 2 minutos después. Mitchell sentó a Delfino y puso en su lugar a Calderón, es decir, a 3:42 del final, con 87-90 en el luminoso, apostó todo o nada a jugar con sus dos bases la fase decisiva del partido. Y fue un desastre.
Que Calderón y Ford son dos jugadores incompatibles en cancha lo sabe cualquiera. El base español tiene que reconvertirse en escolta y pierde por completo todos los atributos que le hacen un gran director de juego y el armador texano se siente incómodo con Calderón de escolta, lo que le reduce aún más su campo de visión en ataque. Además, Ford ha demostrado una gran incapacidad para gestionar momentos difíciles y anoche volvió a demostrarlo. Es un gran jugador y jugó un buen partido (12 puntos y 13 asistencias) hasta esos últimos minutos, pero un triple fallado y un tiro suyo taponado por Howard puso a Orlando en la estela de la victoria. El experimento se saldó con un parcial de 7-15 y una importantísima derrota. Y a 33 segundos del final los dos bases se fueron cabizbajos al banquillo.
Sin embargo, sería tremendamente injusto achacar a Mitchell y a Ford todos los males de este equipo, ya que las culpas deberían estar más repartidas. Sin ir más lejos, algunos nos preguntamos qué ha sido del que fuera número 1 del draft, el italiano Bargnani. Hasta la fecha su actuación en esta primera ronda de playoff está siendo lamentable. Su actitud es preocupante, especialmente por su falta de carácter y su invisibilidad en los instantes cruciales.
Un entrenador con las ideas claras
Frente a la indefinición mostrada durante toda la eliminatoria por Mitchell y sus constantes veleidades tácticas, Stan Van Gundy ha sido la viva imagen de la confianza en su propio ideario. No ha cambiado nada a última hora porque sabe que las modificaciones en los momentos cruciales suelen salir mal, sobre todo cuando no se han ensayado lo suficiente.
Orlando, donde no jugó el puertorriqueño Carlos Arroyo, se mostró como un bloque compacto. Tanto fue así que en el cuarto decisivo, el último, su gran estrella, Dwight Howard, no anotó ni un solo punto. El parcial fue para los visitantes por 20-33 gracias al trío integrado por Nelson, Lewis y Turkoglu, que anotaron 12, 10 y 10 puntos, es decir, 32 de los 33 que logró Orlando.
Nuevamente la obsesión por cerrar todas las vías de distribución de juego interior a Howard originó una gran deriva en la defensa perímetral de los Raptors. Esa laxitud defensiva en el exterior permitió que los de Florida anotaran 11 triples a lo largo del partido frente a los 2 que logró uno de los mejores equipos desde el triple, Toronto. Los canadienses cavaron su tumba, en parte, desde más allá del arco al rubricar una horrible serie de 2 canastas de 15 intentos.
Un hombre solo
Orlando Magic ganó el encuentro desde la variedad de opciones en ataque, una riqueza ofensiva que contrastó con la vía única abierta desde el principio por Toronto, que supuso un esfuerzo titánico de un gran Chris Bosh (39 puntos y 15 rebotes).
En las filas de Van Gundy todo fue diferente. Rashard justificó por fin su tremendo sueldo (15,6 millones de dólares esta temporada) y se marcó un gran partido (27 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias), aportando grandes cosas en los momentos importantes. Y Nelson y Turkoglu también lo hicieron, alcanzando el primero 19 puntos y 5 asistencias y el segundo 18 puntos y 9 rebotes, aunque no anduviera fino en el tiro y perdiera 7 balones. Bogans, desde el banco, volvió a ser también un fiel escudero con 12 puntos.
Además de todos ellos estuvo, claro está, Howard, que, aunque no anotó punto alguno en el cuarto final, mantuvo a los suyos en el encuentro en los tres primeros actos y rozó el triple doble al acabar con 19 puntos, 16 rebotes y 8 tapones. Su labor en los tableros fue demoledora.
Mientras, en Toronto sólo cabe mencionar el extraordinario partido de Bosh, que debió abandonar la cancha con un enfado monumental. Ford, Parker y Kapono terminaron con 12 puntos, pero ninguna de ellos fue un apoyo de nivel para Bosh.
En esa línea de mediocridad se movieron los dos hispanos que saltaron a la pista. Calderón no tuvo su tarde y acabó con 2 puntos y 5 asistencias en 21 minutos. Estuvo mal en el tiro (1 de 7) y no supo encontrar el ritmo de partido. Delfino hizo 4 puntos y 2 rebotes en 20 minutos en los que fue expulsado por cometer 6 personales.
Tras esta victoria, Orlando podrá decidir en los dos partidos que tiene en su cancha. Le basta con ganar uno para de ellos para pasar a las Semifinales del Este. Frente al lógico optimismo que se respira en los Magic hay que hablar de pesimismo en las filas de Toronto, ya que todo apunta a que este año tampoco pasarán la primera ronda, algo que no logran desde los playoffs de 1996. Y ya ha llovido desde entonces.
TORONTO: Ford (12), Parker (12), Moon (5), Bargnani (5), Bosh (39) -cinco inicial- Kapono (12), Calderón (2), Delfino (4), Nesterovic (3), Humphries, Graham y Baston. |
ORLANDO: Nelson (19), Evans (7), Turkoglu (18), Lewis (27), Howard (19) -cinco inicial- Bogans (12), Dooling (4), y Gortat. |
Parciales: 26-31, 27-17, 21-25 y 20-33. |