JORNADA NBA / Phoenix gana pero no puede evitar a los Spurs en playoffs
Horford, Arroyo y Rodríguez completan buenas actuaciones en la última jornada de la temporada regular
Atlanta termina octavo en el Este con sólo 37 victorias
Phoenix Suns cumplió su parte. Ganó en casa a Portland, pero no pudo evitar el tenerse que enfrentar en los playoffs a San Antonio Spurs en el duelo, junto al Hornets-Mavericks, más espectacular de la primera ronda. La ecuación falló porque Houston tampoco dio su brazo a torcer y, tal y como estaba previsto, venció a los Clippers de Los Angeles.
Mientras, en dos partidos sin historia, el peor equipo de la liga, Miami, ganó a Atlanta y Orlando se deshizo sin problemas de Washington.
Como suele ocurrir en las jornadas finales, y más en la última, de la fase regular, los entrenadores reservaron a sus mejores piezas y los suplentes aprovecharon la ocasión.
Ese modo de proceder permitió, por ejemplo, que los bases Carlos Arroyo y Sergio Rodríguez completaron buenos partidos, el primero de ellos como titular. A Arroyo aún le quedan los playoffs, aunque su participación no se presuma importante; para Rodríguez la temporada ha finalizado. También acabó bien la temporada regular Al Horford, ya que su entrenador, Mike Woodson, no aplicó el mismo criterio que otros colegas y no reservó en demasía a sus mejores hombres.
Phoenix 100 Portland 91
Los Suns se medirán finalmente en primera ronda a San Antonio, uno de los posibles enfrentamientos de playoff por los que el conjunto de Mike D'Antoni se hizo en febrero con los servicios de Shaquille O'Neal desprendiéndose de Shawn Marion. En muy pocos días sabremos si ese cambio hará o no más competitivos a los Suns ante los Spurs, actuales campeones.
La victoria de los de Arizona de nada sirvió, toda vez que Houston ganó su partido. Tal vez por la escasa confianza que tenía D'Antoni en una derrota de los Rockets, el entrenador local sacó a los titulares y en un abrir y cerrar de ojos los sentó para no devolverlos ya más a la pista. De hecho, el titular que más jugó, Stoudamire, estuvo en cancha 18 minutos. Una reserva de fuerzas en previsión de lo que se avecina.
Nash y O'Neal, por ejemplo, sólo disputaron 10 minutos. Y el campo quedó abierto para secundarios como el croata Giricek o el neozelandés Marks. Porque anoche saltaron a la cancha marginados del banquillo como el citado Marks, Piatkowski, Strawberry o Tucker.
En el lado contrario, el reparto de minutos resultó menos escandaloso, aunque tratándose de un entrenador como McMillan algo escandaloso fue. Si no que se lo digan al español Sergio Rodríguez, único hispano de la contienda, que pudo disfrutar de 20 minutos de juego que aprovechó bastante bien (7 puntos y 7 asistencias).
Phoenix siempre fue por delante en el resultado, pero hubo momentos en los que puso en peligro su propia victoria.
Un parcial de 7-0 para los Suns al inicio del último cuarto, con triples de Piatkowski y Marks, extendió la ventaja local en el luminoso hasta los 18 puntos en marcador capicúa (86-68). Restaban algo más de 10 minutos para el final. Pero cierta ligereza de los suplentes de Phoenix metió sorprendentemente en el partido a los Blazers, que llegaron a ponerse a 3 puntos a 3:16 del final (92-89) tras una canasta de Frye a pase de Sergio Rodríguez. Sin embargo, toda la supuesta impresión de igualdad se desvaneció en unos segundos, los que tardó Rodríguez en perder un balón que robó Marks para colgarse del aro de los de Oregón, 2 simples puntos, pero que en realidad marcaron el final del partido.
Los mejores de Phoenix fueron Giricek -que jugó 42 minutos- (17 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias) y Marks (16 puntos y 13 rebotes en 24 minutos). Barbosa jugó unos minutos como titular por la baja de Grant Hill y O'Neal destrozó a Portland en los apenas 10 que estuvo en cancha al hacer 9 puntos y 6 rebotes.
Mientras, en Portland el mejor, sin duda, fue el suplente Travis Outlaw (24 puntos y 12 rebotes), destacando también Aldridge (16 puntos, 9 capturas en los aros y 3 chapas) y Frye (13 tantos y 9 rebotes).
Portland diseñó un baloncesto control que rayó la perfección, toda vez que el equipo sólo perdió 4 balones en los 48 minutos, una cifra insignificante, pero la clave del encuentro fue el apabullante dominio de los locales en el rebote (57 por 36) y la escasa generosidad de los visitantes en su juego (Rogríguez repartió la mitad de las 14 asistencias que dio todo el equipo) maniatados por la acertada defensa de los de Arizona.
La mala suerte jugó en contra de los Suns. El segundo, New Orleans, y el tercero del Oeste, San Antonio, empataron a victorias y derrotas, y el quinto, Houston, y el sexto, Phoenix, también acabaron igualados entre sí. Pero los desempates hicieron que Phoenix se tenga que enfrentar a San Antonio, cuando, a buen seguro, hubiera preferido lidiar con New Orleans o Utah, que eran las otras dos opciones.
Al menos eso decia la cara de D'Antoni y los suyos, a los que no se les veía muy felices tras haber ganado el partido.
Miami 113 Atlanta 99
Cualquiera que contemplara el resultado del partido de anoche podría extraer conclusiones muy erróneas.
Miami terminó con dignidad una temporada indigna que le ha dejado en 15 victorias en 82 partidos. No se recordaba nada peor desde que Atlanta firmara en la campaña 2004-2005 sólo 13 triunfos. Ahora los Hawks, rival de anoche de Miami, deberían ser el ejemplo a seguir por los Heat, aunque los de Florida lo tendrán mucho más fácil para alzar el vuelo teniendo en cuenta el alcance de su plantilla.
Miami se queda en 15 victorias dos años después de ser campeón de la NBA. Se trata de una de las mayores debacles de la historia de la liga. De hecho, los de Pat Riley empatan con ese registro su peor marca histórica, que se remonta a la temporada 1988-1989, es decir, a los tiempos del nacimiento de la franquicia.
Mientras, los Hawks vuelven a los playoffs tras bastantes años de ausencia, aunque lo hagan gracias a estar en el Este, porque con 37 victorias en el Oeste no habrían pasado de ser un equipo vulgar.
El partido de anoche no tiene historia. Atlanta, como le ocurriera en el partido anterior, se fue del choque en la segunda parte. Lo hizo de tal manera que el parcial de los dos últimos cuartos fue de 58-38, algo que no recordaban ya los maltratados aficionados de los Heat.
Se entró en el último cuarto con un resultado apretado, pero un parcial de 10-0 en menos de 4 minutos dejó el marcador en un inapelable 110-94. Quedaban 3:41 y todo parecía, y de hecho lo estaba, resuelto.
En Miami anotaron los 10 jugadores que saltaron a la pista y 7 de ellos superaron los 10 puntos, siendo el máximo encestador el reaparecido Jason Williams. El otrora chico fantástico de la liga se despidió del año con una gran actuación (17 puntos -con 5 triples- y 5 asistencias en 22 minutos). Junto al base destacaron Cook (16 puntos y 9 rebotes), Blount (16 tantos) y Ricky Davis (15 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias).
Por parte de los Hawks, 8 jugadores fueron de la partida. Josh Smith hizo 20 puntos, Bibby 17 y Pachulia y Salim Stoudamire 14 cada uno. Precisamente los únicos componentes del equipo que no llegaron a los 10 puntos fueron Horford y Joe Johnson, si bien el dominicano completó una buena actuación al terminar con 8 tantos, 12 rebotes y 2 tapones en 32 minutos.
Miami ganó en el que puede haber sido el último partido como entrenador de los Heat de Pat Riley, cuya única alegría esta temporada ha sido el haber entrado en el Salón de la Fama.
Los Heat vencieron, por fin. Eso sí, lo hicieron representando el doble papel de Dr Jekyll y Mr Hide. Por una parte preconizaron el baloncesto responsable (8 pérdidas de balón) y por otra se abonaron a la feria de los triples, aunque tuvieran un buen porcentaje de acierto (14 de 37). Sólo en un partido de tan escasa importancia un equipo puede lanzar casi 40 triples.
Orlando 103 Washington 83
No fue de la partida Jameer Nelson y Van Gundy dio a Arroyo la oportunidad de hacerse con las riendas del equipo como titular. Y el boricua no lo desaprovechó, especialmente en su papel de director de juego. Arroyo acabó con 11 asistencias y 2 robos de balón, mientras que no perdió ninguno. Además, añadió a estas estadísticas 3 puntos y 4 rebotes en los 33 minutos que jugó.
Aparte de los buenos minutos jugados por el armador hispano, poco hay que resaltar en un partido jugado más por los suplentes de ambos equipos que por los titulares. La segunda unidad local hizo 59 puntos y la visitante 54.
Si se repasan los hombres más destacados del encuentro, vuelven a aparecer muchos ligados al banquillo. En los locales, Redick fue el máximo anotador con 18 puntos, su mejor marca de siempre, en 24 minutos y Gortat se desmarcó con 12 tantos y 11 rebotes; en los visitantes, los cuatro miembros de la segunda unidad que jugaron lo hicieron cada uno más de media hora. Blatche acabó con 20 puntos y 11 rebotes, Young con 14 tantos y Pecherov con 10 puntos y 10 rebotes.
En cuanto a los titulares de ambos equipos, sólo cabe mencionar a dos de los locales. Lewis hizo 15 puntos en 17 minutos y Turkoglu 11 en 16. En el equipo de Eddie Jordan ninguno de los titulares, que no eran tales en algunos casos ya que las figuras no se vistieron, alcanzó ni minutos ni notoriedad.
En definitiva, victoria para los Magic, que han completado una gran temporada en la que han destacado dos hombres: Dwigth Howard, que con 22 años ha acabado con unos promedios escalofriantes (20,7 puntos y 14,2 rebotes -máximo reboteador de la NBA-) y el turco Hedo Turkoglu, que se ha reivindicado como una figura de la liga, aunque a algunos analistas de lengua inglesa les cueste reconocerlo.