JORNADA NBA / García anota 16 puntos en otro gran partido
Los Hornets ceden a los Lakers el liderato del Oeste tras perder con Sacramento
Tres personas resultan heridas al ceder una valla del FedExForum
Los Hornets de Nueva Orleans cedieron anoche el liderato del Oeste a Los Lakers de Los Angeles. Lo hicieron tras perder inesperadamente ante Sacramento, que ganó al equipo de Byron Scott por 94-91. Tres derrotas en los últimos cuatro partidos han puesto al conjunto liderado por Chris Paul en una situación más que delicada, ya que ahora no depende de sí mismo para ganar la conferencia y tiene serios problemas para ganar incluso su división, ya que siente muy de cerca la amenaza de San Antonio y Houston.
Una noche más, el dominicano Francisco García fue una pieza clave de su equipo. El alero hispano de los Kings acabó con 16 puntos actuando como un más que sólido sexto hombre en los 29 minutos que estuvo en la cancha.
Mientras, en dos partidos sin gran transcendencia, Portland ganó a Dallas y Minnesota dominó a Memphis. En el primero de esos partidos no hubo presencia de ningún jugador hispano, ya que McMillan no contó con el español Sergio Rodríguez y el puertorriqueño Barea está en la lista de inactivos de los Mavs; en el segundo, Juan Carlos Navarro anotó 8 puntos.
El susto de la jornada tuvo lugar en el FedExForum de Memphis. Tres personas resultaron heridas ceder una valla próxima al túnel de vestuarios en los momentos previos al partido.
Sacramento 94 New Orleans 91
Gravísimo tropiezo el sufrido en el Arco Arena por los Hornets, que tras la derrota se hallan empatados a victorias y derrotas con los Lakers, pero han de ceder el liderato del Oeste al tener peor balance con los equipos de su conferencia, ya que ambos equipos tiene un balance particular de 2-2.
El sentido de derrota de los de Nueva Orleans se agrava aún más si se tiene en cuenta que los locales no pudieron contar con Kevin Martin y Brad Miller, dos de sus jugadores claves.
En apenas 24 horas, los Hornets han pasado de tener un mínimo colchón para lograr el título del Oeste a estar seriamente amenazados en su propia división, cuyo liderato podrían ceder ante la presión de San Antonio y Houston.
El partido estuvo plagado de alternativas en el marcador sin que cuajase ninguna escapada en el mismo a lo largo de los 48 minutos. De hecho, se entró en el último parcial con 68-73 para los visitantes y esos 12 minutos finales estuvieron presididos por la emoción hasta el último segundo. Ron Artest se erigió en la parte final como la figura del encuentro al anotar 4 triples en el último cuarto, bien secundado por García que sumó 7 puntos en ese tiempo.
Precisamente un triple de Artest a 51 segundos del final pareció decidir el choque, ya que sumado a un tiro libre de Udrih dejó el marcador en 92-85 a 29 segundos de la conclusión. Pero, incomprensiblemente, los Kings se complicaron la vida de mala manera.
Primero fue una falta innecesaria de García en la línea de 3, que llevó 3 veces a la línea de personal a Morris Peterson y momentos después un impresionante triple de Stojakovic que recogió un horrible pase de un compañero, salvó el campo atrás y, botando el balón por su espalda, se fue en dribbling de su marcador aprovechando un bloqueo de Chandler. Ese sutil movimiento le dejó franco en la línea de 3 y anotó el triple para dejar un increíble 92-91 a 12 segundos del final.
Sin embargo, la falta posterior a Salmons fue bien aprovechada por éste, que con aplomo situó el resultado en 94-91 a falta de 11 segundos. Entonces llegó la jugada con la que los Hornets podían haber llevado el partido a la prórroga y haber asegurado una victoria y un título de conferencia. El balón llegó a quien tenía que llegar, a Stojakovic. Paul se la cedió en corto, pero el serbio tenía a tres defensores hilados a su marco de acción. A pesar de ello se jugó el triple, que iba muy bien dirigido, pero no quiso entrar. Tal vez Stojakovic pudo haber elegido una mejor opción si hubiera doblado el balón, tenía tiempo, a su derecha, donde David West estaba solo en la línea de 3.
Lo meritorio de los Hornets fue llegar con opciones a esa jugada final tras haber anotado un 38,4% de sus tiros de campo a lo largo del partido y haber acabado, con ese último lanzamiento, con 3 triples de 18 intentos.
Para que ello fuera posible se requirió el esfuerzo de West (30 puntos y 15 rebotes), pero también los de Paul (14 puntos, 12 asistencias y 6 robos), Stojakovic (18 puntos, pero 2 de 11 en los triples) y Chandler (13 tantos y 13 rechaces bajo el aro). Lo cierto es que el gran lastre de los visitantes fue la escasísima aportación del banquillo. Y es que una segunda unidad integrada, entre otros, por jugadores de valía como Wells, Pargo o James sólo logró 8 puntos. Tampoco hay que dejar caer en saco roto el que en los últimos 4 partidos, de los que New Orleans ha perdido 3, el porcentaje de tiro de Chris Paul ha descendido notablemente.
En Sacramento, gran satisfacción a partir del liderazgo de Artest, que con los 4 triples del último cuarto se fue hasta los 22 puntos, que aderezó con 8 rebotes y 3 robos. Y muy bien Francisco García (16 puntos, 5 rebotes, 3 tapones y 3 recuperaciones). Además, otra vez rindió a gran nivel Salmons (18 puntos y 11 rebotes).
Lo cierto es que esta derrota hace mucho daño a las huestes de Byron Scott. Paul se mostraba convencido tras perder en Los Angeles que su equipo iba a ganar los tres partidos que le restaban, pero ya ha perdido con Sacramento y el último enfrentamiento les empareja con unos Dallas que sabiendo que van a ser séptimos intentarán elegir rival para los playoffs. Y, hoy por hoy, a buen seguro que los Mavs preferirán enfrentarse a los Hornets, una plantilla con escasa experiencia en estas lides, que con los Lakers, con jugadores contrastados en playoffs como Bryant, Fisher u Odom. Aunque los cálculos en el Oeste pueden ser muy peligrosos estando de por medio, entre otros, los Spurs.
Prueba inequívoca de la transcendencia de la derrota fueron las palabras de David West una vez terminado el partido. "Es nuestra peor derrota del año", dijo. Una afirmación con la que coincidía la gran estrella del equipo, Chris Paul, que se lamentaba de que los Hornets ya no puedan controlar su propio destino.
Memphis 105 Minnesota 114
La noticia de un duelo sin historia llegó en los momentos previos al partido cuando una valla próxima al túnel de vestuarios del FedExForum, sobre la que se agolpaba un grupo de aficionados que pedía autógrafos a dos jugadores de los Grizzlies, Warrick y el español Juan Carlos Navarro, cedió provocando la caída de varios espectadores y heridas a tres de ellos que, afortunadamente, no sufrieron daños graves.
Ciñéndonos ya a lo que dio de sí este encuentro entre dos de los peores equipos de la liga, hay que decir que Memphis cavó su propia tumba nada más iniciarse el partido. El primer cuarto fue un baño por parte de Minnesota, que terminó imponiéndose por 25 a 43 tras firmar un 63% de efectividad en el tiro.
La defensa de Memphis estuvo, en ese cuarto, a la altura del mal trabajo que el equipo lleva haciendo en esa faceta a lo largo de toda la temporada: fragilidad en el juego interior, escasa voluntad de los hombres de perímetro para frenar las penetraciones, nula conjunción en los movimientos colectivos y zonas desajustadas que no llegan al tiro final.
Anoche más de lo mismo y el equipo contrario que sumó 60 puntos en la pintura aprovechando el gusto de los de Iavaroni por el juego rápido sin balance defensivo, aunque al menos los locales controlaron mejor el juego que otras veces y sólo perdieron 7 balones.
Tras un arranque tan desastroso, Iavaroni ajustó bastante los parámetros defensivos en el segundo cuarto y sus pupilos parecieron hacerle caso por una vez. Memphis dejó en 19 puntos a Minnesota y se llegó al descanso con un esperanzador 55-62.
Sin embargo, los Grizzlies, merced a su más que titubeante inicio, anduvieron todo el partido a remolque en el marcador y sin opciones reales de remontarlo.
Fue una sencilla victoria de los Timberwolves basada en el consabido poder de Jefferson (21 puntos y 11 rebotes) y el menos previsible de Snyder (21 y 10), aunque el máximo anotador de los visitantes fue el base suplente McCants, que se halla en un momento dulce y acabó con 23 puntos.
Mientras, en los de Tennessee, Conley fue el mejor en ataque al superar su mejor registro como jugador NBA. El base hizo 25 tantos con muy buenos porcentajes. A su contribución hay que sumar la de Gay (22 puntos) y un extraordinario y sorprendente Andre Brown (13 tantos y 18 rebotes).
Navarro, que fue titular, anotó 8 puntos en 23 minutos, logrando 2 triples en su carrera por alcanzar el honor de ser el novato que más triples mete en una temporada en la historia de la NBA. La hazaña parece harto complicada. Le quedan 2 partidos y ha de encestar 7.
Iavaroni dejó en el banquillo a Milicic y no pudo contar, por lesión, ni con Miller ni con Crittenton.
Portland 108 Dallas 105
Partido sin jugadores hispanos, toda vez que McMillan no contó con el base Sergio Rodríguez (que al menos estuvo sentado en el banquillo del Rose Garden) y tampoco fue de la partida el base boricua José Juan Barea, cuya situación es peor que la de Rodríguez, ya que está en la lista de inactivos de los Mavs.
Tras un par de semanas cargadas de tensión por la lesión de Nowitzki, los malos resultados y los apuros para clasificarse para los playoffs, una vez conseguido este objetivo y teniendo como horizonte máximo la séptima plaza en el Oeste Dallas se relajó hasta tal punto anoche que fue borrado del mapa en el primer cuarto por Portland.
El 37-21 de ese primer parcial no deja lugar a dudas. La falta de tensión se trasladó especialmente a la defensa que hizo aguas por todas partes. La defensa de perímetro fracasó durante los 12 minutos permitiendo 4 triples de los rivales, pero más frágil resultó aún la protección de las posiciones cercanas al aro. Frye anotó 8 puntos en los primeros 5 minutos y Aldridge 11 en todo el primer cuarto. Ambos aprovecharon su mejor movilidad y, sobre todo, su más que aceptable tiro de 4 metros, sacando de lugar más de una vez a sus defensores, un Dampier incapacitado para salir de su reino, que es la zona, y un Nowitzki al que se le notan aún unas ciertas limitaciones defensivas tras su lesión, especialmente en los movimientos laterales.
A pesar de ese inicio desastroso, el equipo de Avery Johnson, supo, poco a poco, meterse en el partido. Lo hizo hasta tal punto que llegó a la jugada final del mismo con posesión de balón para empatarlo.
Dos tiros libres de Jack habían dejado el luminoso en 108-105. Restaban 19 segundos y el balón era de los texanos, pero la jugada siguiente ya empezó mal cuando Jason Terry adoptó la más que dudosa decisión de jugarse una canasta de 2, que erró, a 4 segundos del final. Afortunadamente el balón fue a parar a los Mavericks y su entrenador solicitó un tiempo muerto corto de 20 segundos. Tras él, Terry tuvo su segunda oportunidad, ésta vez ya con un triple, pero su tiro de 3 sobre la bocina, forzado y con Jack defendiéndole muy encima, fue rechazado por el aro.
No hubieran merecido el empate los visitantes. Sobre todo tras permitir a lo largo del encuentro que los locales jugaran en ataque con tremenda comodidad (58,7% en el tiro con 6 de 10 triples).
Los mejores de los Blazers, que con su triunfo equilibran su balance de la temporada (40-40), fueron Roy y Aldridge con 23 y 22 puntos. Jack terminó con 19 y 10 asistencias y Frye con 15 y 10 rebotes.
Del lado de los perdedores, el mejor nuevamente Nowitzki (28 puntos, aunque desde que ha vuelto tras la lesión está yendo mucho menos al rebote). Eddie Jones, que sustituyó al lesionado Josh Howard, acabó con 16 puntos y 6 asistencias y Kidd sigue instalado en una elogiable sobriedad en ataque (10 asistencias y 1 pérdida en 37 minutos).