JORNADA NBA / Buen partido de Francisco García en la victoria de los Kings

Los Lakers derrotan a los Hornets con 25 puntos de Gasol y logran el título de la División Pacífico

Kobe Bryant lidera a los angelinos entre gritos de "MVP"

hispanosnba.com |

El gran partido de la noche no defraudó. Enfrentaba en el Staples Center a los dos primeros clasificados de la Conferencia Oeste, Los Angeles Lakers y New Orleans Hornets, y, por ende, a los dos grandes favoritos para ser nombrados MVP de la temporada regular, Kobe Bryant y Chris Paul.

Los Lakers terminaron ganando (107-104) liderados por Bryant, 29 puntos, y el español Pau Gasol, que anotó 25, logrando así el título de la División Pacífico por primera vez en los últimos 4 años y colocándose a un suspiro del liderato de la Conferencia Oeste, cuya clasificación queda liderada por los Hornets con 55 triunfos y 24 pérdidas, seguido de los Lakers con 55-25 y los Spurs con 54-25.

Fue un partido tremendo en el que los californianos firmaron 20 minutos perfectos. En esos primeros 20 minutos de partido los Lakers sacaron 30 puntos de diferencia a unos Hornets noqueados. Pero el equipo que sabiamente dirige Byron Scott protagonizó una tremenda remontada que estuvo a punto de darle el partido.

Por otra parte, en un encuentro lejos de la trascendencia del anterior y en un ambiente mucho más distendido los Kings de Sacramento dominaron con holgura a los Portland Trail Blazers (103-86). El dominicano Francisco García volvió a brillar y anotó 16 puntos saliendo de suplente.

L.A Lakers 107 New Orleans 104

Expectación máxima en el Staples Center para presenciar un duelo en las alturas del Oeste, que es como decir un duelo en lo más alto de la liga. Y el partido no defraudó a pesar de que, por un momento, dio la impresión de que todo había acabado antes de llegar al descanso.

Esa impresión sobrevoló el pabellón angelino cuando a 3:53 del final del segundo cuarto una canasta de Kobe Bryant ponía a los suyos con ¡30 puntos! de diferencia en el marcador (63-33).

Hasta ese momento, el equipo de Pau Gasol y Trevor Ariza había bordado el baloncesto hasta límites insospechados. Había firmado el partido perfecto.

Los locales hicieron un primer cuarto simplemente antológico. El equipo salió muy mentalizado en los dos lados de la cancha. En defensa protagonizaron los de Phil Jackson momentos estelares plenos de agresividad, con una intensidad pocas veces vista esta temporada. Una defensa con una extraordinaria sincronía en sus movimientos colectivos y plagada de ayudas que ahogaron el juego del rival, especialmente el de Paul y West, que quedaron reducidos a la mínima expresión.

Si a ese prodigioso trabajo defensivo le sumamos que Tyson Chandler cometió 2 personales en los primeros 4 minutos y que el ataque de los Lakers supuso una lección magistral en cuanto a circulación de balón, generosidad y acierto, no es de extrañar que se llegara al final de los primeros 12 minutos con un marcador de escándalo (39-20). Todos los puntos locales los anotaron cuatro jugadores. Sus tres máximas estrellas (Bryant, Gasol y Odom) y Fisher. El base titular de los californianos estuvo inconmensurable en el primer cuarto a pesar de que está jugando con un tendón prácticamente roto. Entre los 4 jugadores sumaron los 39 puntos (11 de ellos de Gasol) con una efectividad en el tiro asombrosa (13 de 19).

El español volvió a demostrar que es una pieza esencial en la maquinaria Lakers y acabó con 25 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias en 41 minutos. Sus porcentajes fueron excelentes y en los últimos 2 minutos del encuentro anotó una canasta y puso un tapón que resultaron sumamente importantes.

Volviendo al inicio del partido, el juego de los Hornets resultó muy preocupante. Sus estrellas estaban desaparecidas, el porcentaje del rival era de escándalo y su incapacidad en el rebote manifiesta. Baste decir que al comienzo del segundo cuarto los locales habían atrapado 18 rebotes por 4 de los visitantes.

El segundo cuarto siguió por los mismos derroteros hasta que los Lakers se pusieron 30 arriba (63-33). Los espectadores, entre los que estaba el futbolista David Beckham, no daban crédito a lo que estaba sucediendo. Y los jugadores locales tampoco, a juzgar por el oscuro pozo en el que cayeron nada más alcanzar ese colchón de puntos tan brutal.

A partir de ese momento, Paul, que anotó su primer punto a los 17 minutos de juego, despertó de su letargo y ya no volvería a dormir en toda la noche. La reacción inicial de New Orleans le llevó a rebajar la desventaja a 20 al llegar al descanso (65-45).

Los datos al descanso resultaban demoledores, pero uno llamaba poderosamente la atención. En los primeros 24 minutos los Hornets fueron incapaces de hacerse con un solo rebote ofensivo, 19 rebotes en el tablero angelino y todos para el equipo local, ¡qué modo de cerrar el rebote defensivo!. Y gran parte de ese éxito se sustentó en el portentoso partido bajo los aros de Lamar Odom.

Frente a la extensa gama de datos estadísticos positivos del equipo de Phil Jackson uno negativo llamaba también la atención. Nuevamente los Lakers se habían enfangado en una obsesiva apuesta por el triple. La cosa llegó a tal punto que al descanso los angelinos habían lanzado 45 tiros a canasta y 22 habían sido triples, anotando sólo 7.

De todos modos, el final del segundo cuarto cargó las pilas de los Hornets que salieron en la reanudación convencidos de su estilo de juego. Y ahí empezó el calvario del equipo de la meca del cine.

Chris Paul empezó a sacar conejos de su chistera y su equipo empezó a funcionar como una máquina perfecta. Defensa de campanillas de los de Byron Scott y ataque de lujo, con el base repartiendo juego a diestro y siniestro y sus compañeros casi infalibles en el tiro, moviéndose en torno al 70% de efectividad.

Y el pabellón empezó a helarse. El miedo se sentía en las gradas e iba creciendo cada minuto. El parcial, unido el final del segundo cuarto y el inicio del tercero, era de 4-22 y seguía subiendo... 6-29... 10-36... hasta que los Hornets se pusieron a 3 puntos de su rival. Habían desvencijado una desventaja de 30 puntos. Estaban en la cumbre del mundo.

Los locales minimizaron sus pérdidas en la recta final del tercer acto, llegándose al final del mismo con un 82-75 que dejaba las espadas en alto.

West había despertado un poco y Chandler se había desatado en la pintura. Y entonces llegó el momento Stojakovic. Fue en el último cuarto.

El serbio destapó el tarro de las esencia y con 4 triples volvió a meter a su equipo en un partido que parecía habérsele escapado al comienzo del cuarto período. El cuarto comenzó con un tiro libre anotado por Bryant por una técnica pitada a Paul al final del cuarto anterior. Ese punto fue el inicio de un parcial de 10-2 que dejó el luminoso en 92-77 tras un mate de espaldas, tipo concurso, de Bryant.

Pero surgió Stojakovic para soportar el peso de su equipo cuando parecía que estaba ya derrotado una vez Paul cometió su quinta personal a 7:32 del final y Chandler hizo lo propio a 6:22. La aparición de Pedja hizo sonar todas las alarmas en el Staples Center, toda vez que el balcánico endosó 10 triples a los Lakers en un partido esta misma temporada.

El regreso de Paul con 5 personales espoleó a su equipo y el cuarto triple de Stojakovic en apenas unos minutos colocó el marcador 96-95 a falta de 3:51. Los Hornets habían pasado de perder por 30 a hacerlo por 1, pero fueron incapaces, como durante todo el partido, de ponerse por delante de su contrincante.

En esos últimos 4 minutos se vio el tremendo oficio de los Lakers, un aspecto que les hace mucho más convincentes que los Hornets de cara a la disputa de los playoffs. Y ganaron, con ese oficio, el partido y su división... y quién sabe si pusieron la primera piedra para hacerse con la conferencia.

"Éste es el primer paso. Queremos dar otro más el domingo", aseguró Bryant al finalizar el choque. Ese segundo paso no es otro que ganar a San Antonio.

Bryant fue el mejor de los Lakers y entre gritos constantes de "MVP, MVP" terminó con 29 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. Junto a él destacaron el ya citado Pau Gasol y Lamar Odom con 13 puntos y 16 rebotes, a lo que hay que añadir la gran tarea defensiva que hizo anulando durante buena parte del partido a David West.

En los Hornets, nuevo partidazo de Paul con 15 puntos, 17 asistencias, 6 rebotes y 4 robos, bien Chandler (18 puntos y 8 rebotes) y un grandísimo Stojakovic con 24 puntos y 6 triples.

Sacramento 103 Portland 86

La gran trascendencia, clasificatoria y mediática, del Lakers-Hornets, contrasta con la nula importancia del encuentro disputado en el Arco Arena entre los Kings y los Blazers.

En el ámbito hispano, el partido sirvió para reivindicar el gran momento de forma del dominicano Francisco García (16 puntos en 30 minutos partiendo del banco) y para ver como se extingue una temporada llena de sinsabores para el español Sergio Rodríguez (2 puntos y 1 asistencia en 7 minutos).

Sacramento no tuvo muchos problemas para desembarazarse de unos Blazers que permitieron que su contrincante anotara más de la mitad de sus puntos desde la pintura (52 de 103). Merced a esas facilidades otorgadas en las cercanías del aro, el porcentaje de tiro de los Kings fue muy alto (55,8%) frente a un constante desacierto de Portland que se hizo más patente en el triple (con un desastroso 2 de 16) y los tiros libres (con un discreto 12 de 20).

Los californianos se pudieron permitir el lujo de ceder 17 rebotes en su tablero. Y es que a pesar de su falta de acierto en el cierre del rebote, el equipo de Theus terminó el tercer cuarto 16 puntos arriba (78-62), lo que dio paso a una plácida recta final en la que no hubo ningún atisbo de emoción.

Theus utilizó una rotación corta de 8 jugadores, de los cuales 7 anotaron 10 o más puntos. Los mejores, junto a García, fueron Salmons (18 puntos -todos en la segunda parte-, 6 rebotes y 4 asistencias) y Hawes (15 tantos y 7 rebotes).

Mientras, en Portland, destacaron Aldridge (24 puntos y 15 rebotes), Outlaw (18 puntos) y Frye (15 y 14), un jugador joven de gran proyección que ha sido infrautilizado por McMillan a lo largo de toda la temporada.

Las dos máximas estrellas del partido estuvieron bastante discretas. Kevin Martin acabó con 16 puntos y Roy con 12 tras no lanzar ni un solo tiro en los dos primeros cuartos.

La de anoche fue la sexta derrota en 7 partidos de Portland, que baja ya del 50% de victorias (39-40).