JORNADA NBA / Un triple de Nowitzki en el último segundo clasifica a Dallas
Nájera protagoniza un buen partido en la importante victoria de Denver sobre Golden State
Los Lakers vencen a los Clippers en el duelo angelino
Jornada corta en cuanto al número de partidos, pero muy extensa en el catálogo de emociones que dejó en la retina de los espectadores.
En el gran duelo de la noche, Denver se impuso en Oakland a Golden State Warriors y se afianza en la octava posición del Oeste, un puesto por el que están luchando a brazo partido estos dos equipos. Lástima que uno de ellos se tenga que quedar, obligatoriamente, fuera de los playoffs. El mexicano Nájera hizo una notable aportación al juego de los Nuggets, contribuyendo a su victoria con 10 puntos y 7 rebotes.
Pero para emociones extremas, las que se vivieron anoche en Dallas, donde el equipo local se clasificó matemáticamente para los playoffs gracias a un triple del alemán Dirk Nowitzki anotado cuando restaban 9 décimas de segundo para acabar el encuentro.
En el tercer partido de la noche, los Lakers se impusieron con gran comodidad en el derby de Los Angeles, un partido en el que los Clippers apenas fueron rival. El español Pau Gasol terminó con 13 puntos.
En estos partidos no jugaron ni Barea con Dallas, que volvió a no entrar en los planes de su entrenador, Avery Johnson, ni Ariza en los Lakers, ya que sigue lesionado.
Golden State 105 Denver 114
Importantísima victoria del equipo de George Karl en el Oracle Arena de Oakland ante su gran rival para obtener la última plaza que da derecho a jugar los playoffs.
Tras la victoria en California, el conjunto de Colorado se sitúa octavo en el Oeste con 48 victorias y 31 derrotas por 47-32 de los Warriors, toda vez que con anterioridad al encuentro ambos estaban empatados a triunfos y pérdidas.
El partido resultó, como cabía esperar, ágil y dinámico, tal y como demuestran los muchísimos puntos que se anotaron al contraataque (59, 38 de ellos a favor de los Warriors), producto, en gran parte, a la celeridad del juego, una celeridad que llevó emparejadas 33 pérdidas de balón. Fue, tal vez, esa propia velocidad la que dio lugar a notables oscilaciones en el marcador, unas oscilaciones que llevaron a que los locales llegaran a ganar en algún momento por 16 puntos y los visitantes por 17. En ese laxo arco de 33 puntos se movió el partido, cuyo sentido de ida y vuelta alcanzó su máxima expresión en los dos primeros cuartos.
En el primero de esos cuartos, Golden State se comió la pista y devoró a su rival. Los primeros 12 minutos acabaron con un concluyente 37-22, que no dejaba lugar a dudas sobre las intenciones de los pupilos de Don Nelson. Sin embargo, la reacción del conjunto de Karl no se hizo esperar. De hecho fue prácticamente inmediata, ya que en el segundo cuarto Denver devolvió el parcial a Golden State y tras lograr un 23-39 dejó el luminoso al descanso en un apretado 60-61.
El partido tuvo sus héroes particulares. Por ejemplo, en Denver, el hombre insustituible fue Iverson. Por lo menos para su entrenador, que le mantuvo los 48 minutos en pista. Iverson respondió muy bien ante tamaña muestra de confianza y acabó siendo el jugador del partido con 33 puntos y 9 asistencias, muy bien secundado por Carmelo Anthony (25 puntos, 9 rebotes y 5 robos de balón) y el suplente J.R.Smith, constituído nuevamente en factor desequilibrante tras encestar, ejerciendo como sexto hombre, 24 puntos en 26 minutos.
A ellos se sumó un acertado Nájera, que saltó a la cancha durante 23 minutos para aportar 10 puntos y 7 rebotes.
Denver tuvo que compensar con mucho esfuerzo su rendimiento anormal en los tableros, ya que sus dos pívots, piezas básicas en el engranaje del equipo, cuajaron un pésimo encuentro. Entre Marcus Camby y Kenyon Martin sumaron un triste bagaje: 13 puntos y 10 rebotes. Baste decir que su rival en los aros, el letón Biedrins, se fue del pabellón él solito con 11 puntos y 19 rebotes, dominando los tableros a su antojo.
Este mal inesperado lo compensaron los Nuggets con un gran acierto en el tiro (50,6% en el de campo, incluidos 9 de 19 triples) y un gran equilibrio entre su primera y su segunda unidad, algo que no sucedió en los locales, cuyo banquillo se diluyó como un azucarillo en el café. Mientras que los titulares y suplentes de Denver anotaron 80 y 34 puntos, los de los Warriors se quedaron en 98 y 7.
Regresando a los héroes particulares del partido, hay que decir que los californianos tuvieron un nombre propio que ofreció un rendimiento mayúsculo. Fue su base titular, Baron Davis, que firmó su tercer triple-doble de la temporada con 20 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. El otro gran héroe de los de Nelson fue su escolta Monta Ellis. Su partido tampoco tiene desperdicio: 29 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 5 robos.
A ellos se sumaron el citado Biedrins y los aleros Harrington (20 puntos) y Jackson (18 puntos).
Una canasta de Iverson al final del tercer cuarto y un triple de J.R.Smith nada más empezar el último dejaron el marcador en 82-92, un margen de diferencia que marcó los siguientes minutos hasta que un último tirón de los visitantes culminó con una canasta de Nájera que a 6:06 de la conclusión colocaba el electrónico en 90-107.
Con esta victoria, los de Colorado suman 7 triunfos en sus últimos 10 partidos afianzándose en la octava plaza del Oeste, aunque no se pueden relajar. Restan tres finales para estos dos equipos. Denver visita Utah y recibe después a Houston y Memphis; Golden State recibe a Clippers, viaja a Phoenix y termina en su feudo ante Seattle.
Dallas 97 Utah 94
Vaya modo de clasificarse para disputar los playoffs el de Dallas. Los Mavs dejaron a sus aficionados al borde del infarto, aunque con una tremenda alegría. Todo se lo deben a Dirk Nowitzki y, en segundo término, a Jason Terry.
Nowitzki acabó con 32 puntos en 34 minutos y Terry anotó 21. Todos los puntos de Terry los hizo en la segunda parte y de los 30 tantos logrados por Dallas en el último cuarto 25 llevaron la firma de estos dos jugadores. Además, a ninguno de ellos les tembló el pulso en los últimos segundos. En especial a Nowitzki, que metió un triple a 0,9 segundos del final que dio la victoria a su equipo.
Retomamos el desenlace del Dallas-Utah cuando quedaba medio minuto para la conclusión. Nowitzki intenta penetrar en la zona, casi pierde el balón, pero lo mantiene, da media vuelta y se eleva en suspensión a unos tres metros de la canasta. Su enceste deja el marcador en 92-89. Acto seguido el base visitante Deron Williams coge la directa y se va hacia el aro. Su acción termina en mate, pero los árbitros lo anulan considerando que su marcador, Jason Kidd, ha cometido una falta personal anterior. A Williams no le tiembla el pulso y encesta los dos tiros (92-91 a 11 segundos del final).
Deron Williams y Dirk Nowitzki protagonizaron en los últimos 30 segundos un duelo estelar en el que sólo osó interponerse Jason Terry para acertar con dos tiros libres a 9 segundos de la conclusión (94-91). Lo mejor estaba por llegar.
El siguiente ataque de Utah dejó boquiabiertos a todos. El balón va a Deron Williams, que fuera de la línea de 3, frontal a la canasta, hace un amago muy hábil, se desplaza hacia su izquierda y anota un triple imposible contra tablero a falta de 5 segundos (94-94). Y entonces sucede lo impensable: los locales sacan con gran rapidez, conducen la pelota a toda velocidad hasta el arco rival y el balón termina en las manos de Nowitzki, que está completamente solo, lo que aprovecha para anotar con total comodidad el triple de la victoria a 0,9 segundos del final. Hubo todavía tiempo para una jugada con triple forzado de Williams, pero no tocó aro ni mereció tocarlo tras el error defensivo anterior que permitió al actual MVP de la NBA anotar un tiro abierto, franco, sin oposición.
Nadie se explica cómo la defensa de Utah pudo dejar solo a la estrella germana cuando estaba claro que era el hombre llamado a protagonizar el último tiro. Jerry Sloan no podía créerselo y, a buen seguro, echó un gran rapapolvo en el vestuario a sus hombres. Tampoco se lo podía creer Jason Terry, que repetía como una letanía "es increíble, es increíble".
Así logró Dallas su victoria número 50 de la temporada y así se clasificó para los playoffs. Los 7 primeros del Oeste ya han logrado cada uno medio centenar de victorias y todo parece indicar que el que se quiera clasificar en octavo lugar también tendrá que hacerlo.
En Dallas, además de Nowitzki y Terry, destacó el suplente Bass (14 puntos en 16 minutos), mientras que la nota doblemente negativa la dio Josh Howard. En primer lugar por su bajo rendimiento (3 puntos en 20 minutos) y en segundo por su recaída física, que le llevó al vestuario por un golpe en la rodilla derecha.
Utah tuvo un serio problema en su balance defensivo. Y es que Dallas hizo 32 puntos al contraataque, fundamentalmente a partir de rebotes defensivos, ya que hubo muy pocas pérdidas de balón.
A nivel individual destacaron Okur (19 puntos y 14 rebotes), Deron Williams (18 puntos y 12 asistencias) y Kirilenko (15 tantos). Boozer estuvo muy apagado.
L.A Clippers 78 L.A Lakers 106
Séptimo partido de la temporada en el que los Clippers ponían el cartel de no hay billetes en el Staples Center. La ocasión lo merecía, ya que se trataba del duelo entre los dos equipos de Los Angeles, los Clippers y los Lakers, un duelo que se resolvió a partir de criterios estrictamente lógicos, lo que llevó a una victoria holgada del equipo en el que militan los hispanos Gasol y Ariza.
El final del tercer cuarto y el inicio del último resultaron decisivos. Los tres primeros actos concluyeron con 12 puntos de ventaja para los Lakers, pero los 12 minutos siguientes resultaron demoledores para la escuadra que entrena Mike Dunleavy. Y es que un parcial de 17-33 elevó la depresión de las filas locales, que han perdido 23 de sus últimos 27 encuentros.
Los Lakers jugaron con un gran margen de maniobra, lo que permitió a Phil Jackson alinear a sus 12 jugadores, 6 de los cuales hicieron dobles dígitos en puntos. Prueba de ese margen de maniobra fue el hecho de que el mejor jugador visitante fuera Luke Walton, que acabó con 18 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. El hijo del mítico Bill Walton anotó 4 de sus 5 intentos triples y 13 de sus 18 puntos los hizo en el último cuarto. Regresaba el alero de estar parado unos días por un problema en un tendón.
Mientras, Gasol aportó 13 puntos, 5 rebotes y muy buenos porcentajes en 30 minutos, Bryant hizo 16 y Odom 14 y 13 rebotes. Esta vez los suplentes sí que ofrecieron su mejor cara. Suyos fueron 45 puntos y hasta Mbenga se permitió anotar 6 en 7 minutos, si bien en tan corto tiempo fue también capaz de hacer 4 personales.
El equipo rival tuvo sus guías en Brand (23 puntos) y el novato Thornton (22 puntos y 10 rebotes). Es éste un equipo instalado en la desgracia, que no ha podido competir adecuadamente debido a la falta de continuidad de sus jugadores. Las lesiones han sido un lastre demasiado pesado. Anoche, sin ir más lejos, recuperado ya desde hace días Brand, no pudieron contar otra vez ni con Kaman ni con Maggette. Una ruina.
Los Lakers fueron muy cuidadosos en el trato del balón (9 robos y 8 pérdidas), apostaron una vez más por la línea de 3 (11 de 29) y terminaron ganando con facilidad un partido que les lleva directos a la segunda plaza, un puesto que apunta a un enfrentamiento infernal en la primera ronda de playoffs contra Dallas.
Para intentar evitarlo esta noche tienen una gran oportunidad de ahondar en sus escasas opciones de ganar la Conferencia Oeste. Y es que se enfrentan a New Orleans. Duelo de equipos grandes y de los dos máximos candidatos al MVP: Bryant y Paul.