JORNADA NBA / Los Hawks se afianzan en puestos de playoff
Horford y Navarro brillan en la victoria de Atlanta sobre Memphis
Denver pierde la octava plaza del Oeste tras caer ante Phoenix
La emoción en la lucha por el acceso a los puestos de playoff crece tanto en el Este como en el Oeste conforme avanza la temporada regular hacia su inexorable final.
Anoche, Atlanta dio otro paso importante para jugar la post-temporada al ganar en Memphis a los Grizzlies en un partido en el que destacaron Horford, que anotó 19 puntos, y Navarro, que logró 17.
Mientras, en el Oeste, Denver perdió ante Phoenix tras desperdiciar una ventaja de 22 puntos, lo que le lleva a la novena plaza de la conferencia, quedando, de forma provisional, fuera de la lucha por el título. La derrota de los Nuggets coincidió con la victoria de Dallas, que ocupa la séptima posición y se toma un respiro en su desesperante carrera por no quedar eliminado.
En el cuarto partido que implicaba anoche a jugadores hispanos, Toronto derrotó a los Bobcats en Charlotte con actuación aceptable de Delfino y muy mala de Calderón. Los Raptors empatan en el quinto puesto del Este.
Memphis 99 Atlanta 116
Si hay dos aspectos en los que se muestra la conjunción y la buena química de un equipo éstos son la defensa y el pase al compañero, precisamente las dos facetas del juego en las que Memphis flojea más. Anoche los Grizzlies sólo repartieron 16 asistencias a la par que encajaban 73 puntos en la primera mitad, permitiendo a su rival anotar el 69% de sus tiros de campo en esos dos primeros cuartos. La consecuencia no se hizo esperar: a 3:17 para la conclusión del tercer período el equipo de Iavaroni perdía en el FedExForum por 61-99.
Sólo la relajación del equipo de Georgia permitió al conjunto de Navarro maquillar el marcador. Los 13 puntos consecutivos logrados por los locales en el arranque del último cuarto, con un parcial que llegó a ser de 23 a 4, consiguieron que los Grizzlies no perdieran por completo su autoestima y obligaron a Mike Woodson a ordenar el regreso a la cancha de su cinco titular.
Ese quinteto titular hizo lo que quiso con el cinco inicial de Memphis durante los tres primeros cuartos. Josh Smith terminó con 26 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, Joe Johnson con 19 tantos y 8 asistencias y Mike Bibby con 17 puntos y 7 pases de canasta en tan solo 27 minutos. Y junto a todos ellos el hispano Al Horford volvió a completar una gran actuación con 19 puntos y 6 rebotes en 31 minutos. Frente a ese arsenal, los Grizzlies opusieron un quinteto titular que sumó en todo el partido 47 puntos y en el que sólo funcionó Rudy Gay (29 puntos con una magnífica serie de 14 de 21 en tiros dinámicos). Mientras, Mike Miller hizo aguas de nuevo y Darko Milicic regresó a su rendimiento errático.
De hecho, los suplentes hicieron más por su equipo que los titulares. Navarro, Lowry, Crittenton y Jason Collins pisaron la cancha muchos minutos y los dos primeros rindieron a gran nivel con 17 puntos cada uno. Navarro lo hizo en 25 minutos, anotó 3 triples, capturó 2 rebotes y repartió 2 asistencias.
Un modo de medir la concentración de ambos equipos en el partido fue la manera de enfrentarse a los tiros libres. El conjunto que se jugaba mucho en el envite, Atlanta, anotó 20 de 21 y el que no tenía nada que perder ni nada que ganar, Memphis, se quedó en un paupérrimo 9 de 19. Así se las gastan los chicos de Iavaroni, al que muchas quinielas colocan ya fuera del banquillo de los Grizzlies a pesar del apoyo público que le ha prestado el General Manager del club, Chris Wallace.
La falta de tensión del equipo de Tennessee se pudo apreciar desde el primer instante. El primer cuarto acabó 19-40 ante una grada poco poblada. Las estadísticas hablan de una asistencia pobre, de unas 10.000 personas, pero la visión del graderío apuntaba a que se trataba de cifras hinchadas. Y es que los aficionados al baloncesto de Memphis sólo tienen ojos para su universidad, que se ha clasificado para la Final Four de la NCAA, y apenas les importa lo que pueda hacer su equipo profesional en la recta final de una triste temporada.
A esa intrascendencia se medía la urgencia de los Hawks por no perder oportunidad alguna, y la de anoche era importante. Atlanta se afianza en la octava plaza del Este tras el triunfo y se distancia un poco más del noveno, New Jersey Nets.
Phoenix 132 Denver 117
Los Nuggets descienden a la novena plaza, la peor posible, la que les dejaría a las puertas de los playoffs y su entrenador, George Karl, todavía se estará preguntado cómo fue posible la derrota ante los Suns.
El equipo del mexicano Nájera -que acabó con 5 puntos, 2 rebotes y 2 tapones-, llegó a tener una ventaja de 22 puntos (40-62 a 4:24 del descanso), pero Phoenix remontó esa desventaja, lo que supone la tercera mayor remontada de la historia de la franquicia, cuya más destacada proeza en este apartado fue remontar en una ocasión 29 puntos.
Y lo hicieron los Suns gracias al partidazo de sus dos grandes estrellas: el base Steve Nash y el ala-pívot Amare Stoudemire. El primero rozó la perfección: 36 puntos, 8 asistencias, unos porcentajes de ensueño, incluidos 8 triples de 12 intentos, y algo inhabitual en él, ¡ningún balón perdido en 38 minutos!. El segundo se erigió en un martillo pilón imparable al anotar 41 puntos y atrapar 14 rebotes, terminando el partido entre los gritos de la afición que reclamaban su nombramiento como MVP de la liga. Stoudemire hizo 16 puntos en el último cuarto y con el de anoche suma 62 partidos consecutivos anotando 15 o más puntos.
Nash y Stoudemire estuvieron rodeados de otros jugadores igualmente acertados. Dentro de la cortísima rotación de D'Antoni, de 7 jugadores, cabe reseñar a Shaquille O'Neal, que terminó con 20 puntos y 12 rebotes y Bell, que aportó 15 tantos y 10 rechaces. Destacable es que O'Neal aguantara perfectamente 35 minutos al irrefrenable ritmo con el que se jugó el partido, si bien le ayudaron las continuas interrupciones que hubo debido a las personales (se lanzaron 63 tiros libres).
El encuentro tuvo dos partes muy diferenciadas. En los dos primeros cuartos el dominio de Denver fue incontestable (51-70) y en los dos siguientes lo fue el de Phoenix. Y es que los Suns anotaron en los segundos 24 minutos ¡81 puntos!, 46 de ellos en el último acto, lo que deja en evidencia la pobrísima defensa de los Nuggets, una defensa con la que no se puede llegar muy lejos.
Otra clave fueron los tableros. Phoenix dominó a sus anchas la lucha bajo los aros, un dominio que adquirió su máxima expresión en las parejas interiores titulares de ambos equipos. Mientras Stoudemire y O'Neal atraparon 26 rebotes, Camby y Martin se hicieron con 8. Este dato encierra una carga muy profunda, ya que en la pintura se tenía que dirimir gran parte de la contienda al contar ambos equipos con jugadores muy poderosos físicamente.
El momento decisivo del encuentro fue el tercer cuarto, minutos en los que Phoenix se metió de lleno en un partido que tenía perdido rebajando su desventaja de 22 puntos en el segundo cuarto a 3 en la parte final del tercero.
Un triple de Nash adelantó en el último cuarto a los locales (110-109) y a partir de entonces sólo hubo un equipo sobre la cancha: los Suns.
En las filas de Denver, Iverson hizo 21 puntos, Martin 19, Anthony 18 y Camby 16, pero el mejor fue el suplente J.R.Smith, que logró 23 en 23 minutos.
L.A.Clippers 86 Dallas 93
Dallas se dio un respiro al ganar en Los Angeles. Lo hizo gracias, en parte, a que Jason Kidd se reinventó a sí mismo y Josh Howard hizo lo propio a su manera. El base, ante las ausencias de Nowitzki y Stackhouse, se dio cuenta de que tenía que aportar al juego cosas distintas a las habituales. Reboteó y asistió mucho menos que otras veces, pero anotó mucho más hasta irse a los 27 puntos con muy buenos porcentajes. Todo ello sin descuidar otra de sus grandes facetas, la defensa. Mientras, Howard se echó la responsabilidad sobre los hombros y brindó a sus críticos un partido que de repetirse en playoffs cerraría muchas bocas. Y es que Howard logró 25 puntos y 8 rebotes, pero lo más importante es que 12 de esos puntos los anotó en el último cuarto y 6 en la recta decisiva. Él, que es un hombre que se suele arrugar en los grandes momentos no lo hizo anoche. Y el momento era importante.
Los Mavericks aprovecharon, eso sí, la mala suerte de su rival. Dos de sus hombres más destacados tuvieron que abandonar la cancha por sendas lesiones. Kaman, que había reaparecido hace poco, sufrió un esguince de tobillo y Mobley tuvo un problema en el talón derecho. Con estas ventajas hubiera sido extremadamente grave una derrota del conjunto de Avery Johnson, que va a sufrir mucho para entrar en los playoffs.
Los texanos llegaron a disponer de una ventaja de 18 puntos tanto en el segundo como en el tercer cuarto, pero mediado el último el novato Thornton puso el luminoso en 75-78 y a Dallas se le aparecieron de golpe todos sus fantasmas. Sin embargo, supo rehacerse y controlar sin apuros el partido hasta el bocinazo final.
El partido fue discreto y muy trabado. Continuas interrupciones para ir a la línea de personal, pobres porcentajes de tiro y frialdad en las gradas. Los Mavs se sobrepusieron a su debilidad en el juego interior, sin Nowitzki son carne de cañón en el Oeste, y lo hicieron gracias al desaguisado de los Clippers en ataque (36,8% en el tiro y 23 balones perdidos).
Terry, 20 puntos, ayudó a Kidd y Howard en la victoria. En los angelinos sólo dos hombres mostraron vocación ofensiva: el novato Thornton (26 puntos), que está ofreciendo sus mejores partidos, y Maggette (23).
Charlotte 100 Toronto 104
Toronto sobrevivió al lamentable partido protagonizado por el base español José Manuel Calderón (1 punto y 1 asistencia en 18 minutos). Por el contrario, el ahora armador titular, T.J.Ford, respondió a las críticas y a los rumores con un partido muy serio, cargado de solidez (16 puntos y 7 asistencias). Su dirección, rápida pero a la vez contenida, resultó capital. En esta ocasión se dio la vuelta a la tortilla. Con Ford el equipo ganó por 19 y con Calderón registró un -18.
Pero la base de la victoria reposó, como es costumbre, en un recuperado Bosh (32 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias), bien secundado por Parker (20 puntos), Moon y Nesterovic, estos dos últimos muy aplicados en el rebote y acertados en ataque.
Sin embargo, es éste un equipo que va a tener que afrontar los playoffs en plena indagación, en plena búsqueda de su identidad perdida porque hoy por hoy es difícil definir el juego de los canadienses, donde los bases ya no saben cuál es su sitio, donde Kapono es titular y no juega en el siguiente partido, donde Bargnani ha caído desde el máximo protagonismo al fondo de la rotación. Los caminos de Sam Mitchell son inescrutables. Y en todo este maremagnum el argentino Delfino busca su ubicación. Anoche 6 puntos y 4 rebotes en 15 minutos.
Frente a esa indefinición de un equipo que lucha por instalarse bien de cara a las eliminatorias por el título, otro, Charlotte, que no se juega nada y que ante los Raptors volvió a basar su discurso en Richardson (26 puntos), Wallace (20) y Okafor (18 puntos, 12 rebotes y 4 tapones).
El partido fue una cadena de altibajos. Un primer cuarto ultraofensivo y un tercero ultradefensivo son el ejemplo. Y en esos dos extremos ganó Toronto (32-39 -con un 82% en el tiro de campo por parte de los Raptors- y 10-21). Fue precisamente en esos dos cuartos en los que Ford dirigió al equipo durante todo el tiempo, lo que da idea de su importancia en la victoria, algo que remató con los 4 tiros libres que anotó en los últimos 30 segundos del partido. Y es que T.J se reivindicó ante los Bobcats y sobre todo ante su propio equipo y uno ya no sabe a qué carta quedarse cuando escucha los comentarios de Colangelo y compañía sobre los bases de la escuadra canadiense.