Duelo de argentinos en Chicago con victoria para los Spurs

Con Gasol y Ariza ausentes por lesión en los Lakers y el puertorriqueño Barea fuera de los planes de Avery Johnson la presencia hispana anoche se concentró en una sola cancha. En Chicago se dieron cita los argentinos Nocioni, Ginobili y Oberto y fueron los Spurs quienes se llevaron la victoria.

Ninguno de los tres argentinos brilló en el encuentro. Nocioni fue el que más anotó 10 puntos y Oberto el más eficiente tras anotar 4 puntos y capturar 7 rebotes, mientras que Manu Ginobili tuvo uno de sus días más grises de la temporada.  

En los otros partidos de la jornada, dos duelos en la cumbre, Boston venció en Dallas demostrando por qué es el líder de la liga y los Lakers, mermados en su juego interior por las bajas de Gasol y Bynum, sorprendieron a Utah en territorio mormón, donde muy pocos equipos han vencido esta temporada, recuperando el liderato de la disputadísima Conferencia Oeste.

Chicago 80 San Antonio 102

San Antonio rompió su racha de cuatro derrotas consecutivas en Chicago, evitando así la quinta que hubiera supuesto igualar una marca negativa que no alcanzaban desde la temporada 96-97, la anterior a la llegada de Duncan como novato al equipo. En la pista del United Center se dieron cita tres argentinos. Andrés Nocioni anotó 10 puntos y capturó 7 rebotes para los locales, mientras que en los visitantes Oberto sumó 4 puntos y 7 capturas y un desconocido Ginobili se quedó en tan sólo 6 puntos y 4 rebotes tras una noche desafortunda en el tiro en la que únicamente fue capaz de anotar 1 de los 8 lanzamientos que intentó.

El partido lo decidió San Antonio en el segundo cuarto con un parcial de 33-14, liderados por los 10 puntos del francés Tony Parker, que le permitió marchar a vestuarios con 18 puntos de ventaja (55-37). A partir de ahí los texanos se limitaron a administrar su ventaja, que llegó a ser de 28 puntos, y se pudieron permitir dejar en el banquillo en el último cuarto a sus mejores hombres de la noche (Parker con 23 puntos y Duncan con 22 puntos, 10 rebotes y 3 tapones) para que pudieran descansar de cara al partido que hoy mismo les enfrenta a los Kings en Sacramento.   

El juego de Chicago en ataque resultó muy espeso con una mala circulación del balón, entre todos los jugadores sólo sumaron 9 asistencias, lo que dificultó mucho el encontrar buenas posiciones de tiro a sus lanzadores y les hizo terminar con un pobre 38% de tiro y anotando únicamente 2 de los 11 triples que intentaron. Deng con 18 puntos y Gooden con 16 fueron los máximos realizadores.

Los jugadores de Chicago tuvieron que soportar durante buena parte del partido los abucheos de una grada decepcionada por el juego del equipo a lo largo de la temporada y que cada vez ve más difícil que el equipo vaya a estar en la fase final, a pesar de que apenas dos victorias les separan de la clasificación. A los Spurs la victoria les permite romper una dinámica negativa que amenazaba con expulsarles de la carrera por el título del Oeste. Ahora mismo son quintos, a dos victorias del liderato, pero en una conferencia en la que los 7 primeros equipos maniobran en un margen de tres victorias de diferencia puede pasar de todo de aquí al final de la temporada regular.

Dallas 90 Boston 94

Por si alguien tenía dudas sobre el poderío del líder del Este y de la liga, los Celtics parecen haberlas resuelto en su gira por el Oeste. Les queda todavía jugar en Nueva Orleans, pero por el momento no han conocido otra cosa que la victoria y ante tres rivales que aspiran a todo en la conferencia rival, San Antonio, Houston y Dallas. Los agoreros que predecían la pérdida de fuelle del equipo a medida que avanzase la temporada están viendo como sus predicciones entran en serio riesgo de incumplirse.

Los Celtics recuperaron a Ray Allen para el encuentro ante los Mavericks y no pudieron hacerlo en mejor momento. Allen anotó 21 puntos incluido el triple decisivo a 30 segundos del final, mientras que los otros dos vértices de su triángulo de estrellas llegaron también a los 20 puntos, Garnett 20 y Pierce 22, y capturaron 13 rebotes cada uno.

Las estrellas de Dallas no fueron precisamente convidados de piedra y también brillaron. El alemán Dirk Nowitzki anotó 22 puntos y capturó nada menos que 19 rebotes y Howard sumó 24 tantos. Jason Kidd se hizo también con 11 rebotes  y repartió 9 asistencias pero quedó muy lejos del triple doble al anotar únicamente 2 puntos por culpa de su desacierto en el lanzamiento a canasta, 1 de 8. El base boricua José Juan Barea, una vez más, ni siquiera llegó a vestirse de corto.

El partido fue muy igualado, con los dos conjuntos aplicándose en defensa, lo que provocó que ninguno de los dos fuese capaz de anotar por encima del 40% de sus tiros, y los Mavericks intentando sorprender en transiciones rápidas al rival (23 puntos anotaron al contraataque por 9 de Boston) en el intento de marcar un ritmo de partido que incomodara a los de Doc Rivers sin acabar de conseguirlo.

La suerte del partido se decidió en el último medio minuto. Un triple de Ray Allen a 31,6 segundos del final puso a los visitantes 2 arriba (90-88) y en la siguiente jugada Nowitzki falló la bandeja que hubiera permitido a Dallas empatar. A partir de ahí, falta rápida sobre Posey que anotó los dos tiros libres, bandeja en la otra canasta de Dampier que volvía a estrechar a sólo dos puntos la diferencia con 7 segundos por jugar y nueva falta rápida sobre Garnett que tampoco falló. No hubo tiempo para más. Terry falló un triple desesperado y la bocina dio por terminada la lucha.

Boston se convierte en el primer equipo en salir invicto de una gira por Texas desde que lo hiciera Sacramento allá por el 2001 y con ello deja claro que, aun jugando en la conferencia débil, son un más que serio aspirante al título. En Dallas, esta nueva derrota deja muchas dudas. Y es que los Mavericks presentan una preocupante marca de 0 victorias por 7 derrotas en sus enfrentamientos con equipos ganadores (con más del 50% de victorias) desde la incorporación de Jason Kidd al equipo y eso da que pensar.

Utah 95 L.A. Lakers 106

No parecía el mejor momento para que los Lakers visitasen una pista tan difícil como el EnergySolutions Arena de Salt Lake City, donde muy pocos equipos han conseguido ganar este año. Y es que el conjunto angelino sigue sin poder contar con Gasol, que continúa recuperándose de su esguince de tobillo, lo que unido a la ya consabida baja de Andrew Bynum merma mucho la capacidad del equipo para maniobrar en las zonas cercanas al aro.

Los Jazz llevaban 19 victorias seguidas como anfitriones y saltaban al campo con intención de conseguir la vigésima, lo que hubiera supuesto un nuevo récord para la franquicia. Pero fueron sorprendidos por unos Lakers que salieron inspirados y con un parcial de 38-18 en el primer cuarto, con 9 puntos de Bryant y 10 de Odom acompañados de 5 rebotes y 4 asistencias, finiquitaron el partido a las primeras de cambio. Los locales no fueron capaces de recuperarse del golpe inicial y fueron a remolque el resto del encuentro sin que llegaran a amenazar en ningún momento la ventaja rival.

El mayor acierto en el tiro y la mejor aportación del banquillo de los Lakers (25 puntos por 9 del de los Jazz) fueron suficientes argumentos para el equipo visitante en el que los mejores fueron Bryant que, abstrayéndose de los continuos abucheos de la grada, anotó 24 puntos, capturó 8 rebotes y dio 7 asistencias y Lamar Odom que sumó 21 puntos, 12 rebotes y 6 pases de canasta. Los 26 puntos y 12 asistencias de Deron Williams y los 23 con 15 rebotes de Boozer no fueron suficientes para contrarrestar el buen tono general que mostraron todos los jugadores de los Lakers que estuvieron sobre la cancha.

Fea derrota pues para los locales que deja su magnífico récord como anfitriones en 29 victorias por 4 derrotas, afeada aún más por la actitud de un aficionado local que tras un mate de Odom a 21 segundos del final lanzó una cerveza a la pista en un incidente afortunadamente difícil de ver en la NBA. Los Lakers se convierten en el primer equipo en ganar en Salt Lake City en lo que llevamos de 2008 y retoman provisionalmente el liderato de la reñidísima Conferencia Oeste.