Espectacular regreso de Bradley Beal a Washington para medirse a los Wizards, el que hasta esta temporada había sido su único equipo en la NBA, escuadra para la que había jugado durante 11 temporadas.
Cálido recibimiento para Beal desde las gradas y vídeo tributo para el jugador, que una vez pasaron todos los reconocimientos y homenajes no tuvo piedad alguna con su exequipo.
Beal terminó con 43 puntos y 6 asistencias jugando 31 minutos, mostrándose fecundo en ataque con 16 de 21 en campo (4 de 5 en triples) y 7 libres sin fallo, y su equipo ganó 112-140 en un partido que no tuvo más historia que la vuelta de Beal a Washington.
Esta vez poco le molestó la máscara protectora a Beal a la hora de jugar, y es que esos 43 puntos que le ha endosado a su exequipo constituyen su mejor marca anotadora desde que está en Phoenix.
Phoenix culminaba así su gira de 7 partidos, gira que ha cerrado en positivo con 4-3.
Lo dicho, poca historia el partido. Phoenix metió 79 puntos en la primera parte -26 de ellos obra de Beal- y llevaba ya 116 al final del tercer cuarto en un encuentro muy desequilibrado entre unos Suns que quedan con 29-21 y unos Wizards que pululan por la liga con un espantoso 9-40.
Los Suns acabaron con un 61,4% en el tiro de campo.
Además de Beal, gran partido de Jusuf Nurkic con 18 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias en 25 minutos, mientras que Kevin Durant (18 puntos) y Devin Booker (14) tiraron poco a canasta, cediendo el protagonismo a Beal en su cara a cara con su vieja afición, porque así de sobrados estaban estos Suns ante estos Wizards.
Wizards es un equipo perdido por su falta de competencia. Jugó sin Kyle Kuzma y tuvo al israelí Avdija como máximo anotador con 24 puntos, metiendo 10 de sus 13 tiros.
Sumaron además Eugene Omoruyi (16 puntos y 10 rebotes), Daniel Gafford (15 puntos, 7 rebotes y 7 de 7 en campo) y Tyus Jones (14 tantos y 8 asistencias).