Recuperó Boston a Kristaps Porzingis y venció a los Knicks 133-123 para seguir invicto en el TD Garden, donde acumula ya una marca perfecta de 10-0 para un 16-5 global que le mantiene como primero en la Conferencia Este.
Los Celtics se impusieron pese a la expulsión en el cuarto final de Jaylen Brown. Primera expulsión de Brown en la liga que este achacó a un mal día del Jason Goldenberg, uno de los árbitros de la contienda. Dos técnicas terminaron con el partido del escolta, que hizo una mala primera parte que estaba enmendando en la segunda.
Porzingis, mientras, volvió al juego tras perderse 4 partidos por una lesión muscular, y su regreso fue a lo grande, ya que en los primeros 2 minutos de partido ya llevaba 8 puntos. Gran primera parte del letón, que se fue al descanso con 19 puntos jugando 13 minutos porque se mostró casi infalible en ataque. Luego ya no dio un rendimiento semejante, terminando el partido con 21 puntos tras disputar 29 minutos.
El ex de Mavericks jugaba contra otro exequipo, Knicks, y tuvo tiempo para en pleno juego bromear con muy buen talante con su excompañero en Dallas Jalen Brunson, un Brunson que salió lesionado al final del partido de la forma más tonta, cuando a 21,3 segundos de la conclusión, y con el partido ya decidido, pisó a Payton Pritchard cuando se lanzaba un tiro libre. Se fue directamente a vestuarios cojeando. Veremos en qué acaba.
Boston tuvo a 6 jugadores con dobles figuras encestadoras, incluido a todo su quinteto titular, destacando Derrick White, que lideró a los locales con 30 puntos, 6 triples y notables porcentajes de tiro, además de aplicarse en defensa. Fue, sin duda, el jugador del partido.
Jayson Tatum hizo 25 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, Jaylen Brown terminó con 17 puntos, Jrue Holiday añadió 16 y el dominicano Al Horford fue el gran baluarte de la segunda unidad, ejerciendo como sexto hombre de lujo. Acabó el de Puerto Plata con 14 puntos y 10 rebotes en 27 minutos, metiendo 3 triples.
Boston, que encestó 19 triples en el partido y volvió a sufrir por su precaria segunda unidad, se fue al descanso ganando 74-65 tras meter el 58,3% de sus tiros y puso la directa en el tercer cuarto, cuando tras meter 5 triples llegó a ponerse con 20 puntos de ventaja (99-79). Parecía que ahí se rompía el partido, pero Boston fue incapaz de fulminar al rival, que se mantuvo vivo.
Se llegó a la recta final con resultado de 119-112, pero Knicks nunca llegó a pasar de ahí, siendo capaz de inquietar realmente a los Celtics. Eso sí, no es que fuera el último cuarto un dechado de virtudes, con muchos fallos en ataque, incluyendo bastantes triples abiertos ejecutados sin éxito.
Knicks tuvo al lesionado Brunson, incapaz de meter un triple en el partido, con 23 puntos, los mismos que RJ Barrett, y a Julius Randle con 20. Donte DiVincenzo fue titular en detrimento de Quentin Grimes. Destacar también los 17 puntos de Immanuel Quickley y los 16 rebotes de Isaiah Hartenstein.
El equipo de Thibodeau, cuyos suplentes fueron bastante mejores que los de Celtics, volvió a tener otro mal día en el capítulo defensivo, algo que no va a pasar por alto, con toda seguridad, el técnico.