Surgió la versión más refinada de Stephen Curry, la más letal, aquella que ha hecho vibrar durante toda una carrera a todos sus seguidores, aquella que ha maltratado sin piedad a todos sus rivales, y unos Bucks sin Giannis Antetokounmpo terminaron sucumbiendo.
Ganó Warriors en la prórroga a Milwaukee 125-116 porque así lo quiso el señor Curry, autor de 20 puntos en los últimos 7 minutos del partido y de un tapón decisivo a Jrue Holiday cuando parecía que el partido se decantaba a favor de los Bucks.
Milwaukee ganaba 100-108 a 2 minutos del final del tiempo reglamentario a pesar de jugar sin el griego, demostrando la tremenda profundidad de plantilla que tiene el equipo de Mike Budenholzer, pero ahí apareció el factor determinante, y ese factor determinante no fue otro que un Curry desatado.
Parcial de 11-3 en los últimos 2 minutos para llevar el partido a la prórroga (111-111) y todos los puntos locales, los 11 finales, con una sola firma, la de Curry, que además de permitió el lujo de taponar cerca del aro a Holiday cuando este buscaba en el último suspiro la canasta triunfal para su equipo. Explotó Curry, se desbordó la pasión en la grada, y el partido se encaminó a la prolongación de 5 minutos. Y ahí no hubo partido.
Porque la prórroga fue un monólogo de Warriors y una exhibición de Curry. Se impuso Golden State 14-5 en el tiempo extra para el definitivo 125-116 y lo hizo con 9 puntos de Curry, que casi dobló él solito la puntuación de todo el equipo rival.
Terminó Curry con 36 puntos -metió 6 triples y asumió 27 tiros de campo-. Klay Thompson añadió 22 y fue importante en la prórroga, Donte DiVincenzo logró 20 puntos, 10 rebotes y 6 triples y JaMychal Green añadió 18 puntos, brillando especialmente en el primer cuarto.
A ellos se añadieron dos jugadores clave en la intendencia, decisivos en el discurrir del partido para Warriors: Kevon Looney y Draymond Green. Entre ambos suscribieron un horrible 5 de 21 en el tiro. Pero ambos aportaron mucho. Looney se fue a 7 puntos, 15 rebotes (7 ofensivos), 4 asistencias y 5 robos. Partidazo el suyo. Y Draymond Green hizo 5 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias.
Warriors volvió a tejer en casa todo aquello que desteje fuera de ella. Y una parte del triunfo vino de su dominio incontestable del rebote.
Ambos equipos se prodigaron desde el triple, tanto en lanzamientos como en acierto.
Milwaukee tuvo a 7 jugadores con dobles dígitos anotadores.
Khris Middleton, que jugó 34 minutos, logró 19 puntos y 4 robos de balón; Brook Lopez acabó con 19 puntos y 5 tapones; Jrue Holiday metió 18 puntos y se acercó al triple-doble, pero perdió 6 balones y no estuvo fino en el tiro; Bobby Portis añadió 15 puntos y 13 rebotes; y Joe Ingles acabó con 15 puntos, 7 asistencias tras mostrarse tremendo desde el triple.
Los Bucks ven como los Celtics acortan distancia en la lucha por la primacía en el Este.