Remontada espectacular de los Lakers en Dallas para ganar a los Mavs 108-111 con Anthony Davis y Jarred Vanderbilt como jugadores imprescindibles en el triunfo. Lakers llegó a ir perdiendo por 27 puntos en el segundo cuarto.
El equipo de Darvin Ham vivió en la polaridad extrema, con una primera parte digna de estudio, horrible hasta decir basta, y una segunda igualmente digna de estudio, excelente desde el punto de vista de agresividad, defensa y ambición.
Esas dos caras fueron las mismas que ofreció Dallas, que pasó de la primacía absoluta en el primer cuarto y medio del partido a la evaporación sin dibujo colectivo alguno en la segunda mitad.
Todo ello para desembocar en un cuarto final desordenado en el que hubo 13 cambios de liderazgo en el marcador y en el que Lakers consiguió culminar con éxito su memorable remontada.
Lakers huele a otra cosa. Tal vez sea aún pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero los cambios en el mercado invernal han insuflado al equipo una nueva vida, más compacta, más sólida, más trabajada en defensa, más competitiva. El equipo angelino suma 4 victorias en sus últimos 5 partidos, y se ha permitido el lujo de ganar este domingo sin contar con D'Angelo Russell (lesionado) y errando sus primeros 14 intentos triples para acabar el partido con un espantoso 6 de 34.
Jarred Vanderbilt encarna como ninguno ese nuevo espíritu del equipo. Defensor implacable, jugador intenso, batallador colectivo, Vanderbilt brilló con luz propia en la remontada, siendo un jugador esencial en la misma. Terminó con 15 puntos, 17 rebotes y 4 robos, defendió a un nivel excepcional en la segunda parte, incluyendo su marca sobre Luka Doncic en la recta final, y fue el termómetro de su equipo.
Luego estuvo Anthony Davis, claro, un jugador simplemente imparable que hizo lo que quiso ante Dwight Powell, un Davis dominador hasta decir basta que acabó con 30 puntos, 15 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones y un 60% en el tiro.
Los otros dos jugadores visitantes que formaron parte del triunfo en primera línea de batalla fueron LeBron James, que fue de menos a más para sumar 26 puntos y 8 rebotes, y Dennis Schröder, autor de 16 puntos y 8 asistencias.
Lakers dominó el rebote ante un equipo frágil en esa faceta del juego durante toda la temporada, perdió solo 10 balones y sobrevivió a su horrible jornada desde el triple y a la poca aportación de sus suplentes.
Dallas, mientras, volvió a hacer una de las suyas. Equipo capaz de enracharse, cobrar grandes ventajas y perder después fuelle, una secuencia que viene repitiendo año tras año.
El equipo texano cuajó un primer cuarto y medio excelente, tanto en defensa como en ataque, masacrando al rival desde el triple, ahondando en la herida de Lakers en el segundo cuarto, con Luka Doncic haciendo su mejor baloncesto en el primer acto y con Kyrie Irving, Tim Hardaway Jr. y Christian Wood ejerciendo un feliz baloncesto en el segundo hasta ponerse con un tremendo 48-21 con triple de Wood, un jugador al que Kidd sigue infrautilizando de un modo alarmante, como si le sobraran puntos a Dallas más allá de Doncic e Irving.
Lakers se agarró al partido en la recta final del segundo cuarto, y con un parcial final de 8-20 se fue al descanso perdiendo 61-47. Y ahí estuvo medio partido.
El tercer cuarto fue el mejor momento defensivo visitante con Vanderbilt sentando cátedra y con Dallas siguiendo en su mala senda de la primera parte con las pérdidas de balones. Hasta finalizar 81-78. Hubo susto de LeBron, que pareció lesionarse en una jugada, pero fue una falsa alarma.
Y llegado el cuarto final, en su inicio, un triple de James puso el 81-81 y una canasta del propio LeBron el 81-83. La remontada ya era un hecho, pero aún quedaban muchos minutos.
Fue un último cuarto pleno de alternancias en el marcador, un cuarto en el que Irving, el gran finalizador, no estuvo a la altura de sus grandes últimos cuartos, un cuarto en el que hubo emoción, con Davis anotando una importante canasta a 18,1 segundos del final y con Schröder mostrándose firme con 2 libres cruciales.
Dallas terminó cediendo un partido que tenía prácticamente ganado mediado el segundo cuarto. Con Doncic anotando 26 puntos, pero luciendo poco, más allá del primer cuarto, y terminando con más pérdidas de balón que asistencias. Y con Irving limitado a 21 puntos y 11 rebotes, tirando mal de 3 y no apareciendo mucho en el cuarto final.
Dura derrota de los texanos y chute de energía para unos Lakers que parecen variar su rumbo.