Tiemblan los Warriors. No por una nueva derrota como visitantes, esta vez ante Indiana Pacers, algo que empieza a ser ya preocupante, sino por un hecho mucho más dramático: Stephen Curry salió del partido con una lesión en el hombro izquierdo.
Quedaban 2 minutos y 4 segundos para acabar el tercer cuarto cuando Curry metió la mano para intentar robar el balón a Jalen Smith, que penetraba a canasta, y el brazo de la gran estrella de Warriors quedó enganchado. De inmediato se echó la mano al hombro izquierdo. La cosa no pintaba muy bien, y así fue: tuvo que abandonar la pista para no volver más.
Curry está pendiente de una resonancia magnética que se le practicará hoy. Y Warriors contiene la respiración. Puede ser un palo enorme. Habrá que esperar.
Se le acumulan los problemas a Warriors. Partido de back-to-back, descanso para Klay Thompson, baja por lesión de Andrew Wiggins, lesión de Stephen Curry cuando estaba haciendo un partidazo y lamentable partido de Draymond Green, de lo peor que se le recuerda al jugador de Golden State, que para colmo terminó expulsado en el cuarto final.
Al otro lado de la cancha un equipo que está en otra. Nada que ver. La vida sonríe de un modo inesperado a estos Pacers de Rick Carlisle, que hoy han ganado 125-119 para ponerse con un sorprendente 15-14, por el 14-15 de unos Warriors que acumulan un inexplicable 2-13 fuera de casa, producto fundamentalmente de que no defienden nada, pero nada nada.
El mejor ejemplo fue el segundo cuarto del partido. ¡Indiana les endosó 47 puntos! Ese 47-28 del tercer acto desembocó en un 74-54 al descanso. De nada servían los 27 puntos de Curry si nadie defendía. La ausencia de Wiggins y la incomparecencia en términos deportivos de Draymond Green ahondaban la brecha defensiva.
La bronca en el vestuario al descanso debió de ser de aúpa, porque Warriors se volcó en defensa en el tercer cuarto para firmar un 19-33 y meterse en el partido, pero llegó la lesión de Curry.
Lo peor en el final apretado del juego fue que los visitantes lo tuvieron que afrontar sin Wiggins, Thompson, Curry y Green. Una factura demasiado grande.
Indiana no perdonó. Tiene un grupo de jóvenes cargados de talento. Fue un final emocionante en el que se vio un poco de todo. Una revisión que convirtió una falta en ataque de Myles Turner en dos libres a favor suyo, un taponazo de Turner a Jordan Poole respondido de inmediato con un gran robo de balón de Jonathan Kuminga a Tyrese Haliburton y la canasta ya definitiva del joven Nembhard, poniendo el 125-119 con 12,5 segundos por jugar.
Otra vez Haliburton y Bennedict Mathurin impartiendo cátedra. El primero con 29 puntos y 6 asistencias y el segundo con 24 puntos desde la suplencia y un +34 para su equipo con él en pista. Myles Turner hizo 21 puntos, Buddy Hield 17 y T.J. McConnell dio 9 asistencias jugando solo 16 minutos.
Excelente la labor de la segunda unidad del equipo local.
Los Warriors perdieron 23 balones, una sangría de primer nivel. Lo mejor del equipo fue su fortaleza reboteadora, porque otra vez los californianos suspendieron en defensa.
Imperial Curry hasta que se lesionó. Hizo 38 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en 30 minutos. Lo era todo para unos Warriors nuevamente frágiles en muchos aspectos del juego.
Jordan Poole sumó 20 puntos, Donte DiVincenzo fue titular y terminó con 15 puntos y 8 rebotes, bien Moses Moody desde la segunda unidad y partido para olvidar de Draymond Green: 1 punto, 2 rebotes, 3 asistencias, 6 pérdidas de balón y expulsión.
Ahora Warriors solo piensa en el hombro izquierdo de Stephen Curry. Una baja de larga duración de Curry sería un desastre de primera magnitud, como desastre de primer orden es ver a este equipo jugar fuera de casa.