Minnesota ensombreció con su victoria la mejor noche NBA de Darius Garland a nivel individual. Brutal el joven base de los Cavaliers, que batió su récord de anotación con 51 puntos y su mejor registro de triples anotados con 10.
Garland terminó con 51 puntos, 6 asistencias y un gran 10 de 15 en el triple, y con un último cuarto asombroso en el que anotó 27 puntos y estuvo a punto de darle la vuelta a un marcador imposible.
Minnesota ganaba en la recta final del tercer cuarto por 24 puntos (75-99) y empezó el último cuarto venciendo por 20 tantos (84-104), pero todo se le complicó cuando Garland sacó la chistera de mago y empezaron a emerger conejos desde su sombrero en forma de puntos y más puntos.
Esos 51 puntos se quedan cerca del récord de anotación de la franquicia de Cavaliers, compartido por LeBron James y Kyrie Irving con 57. Y se convertían este domingo en la mejor marca encestadora de la temporada superando los 49 de Ja Morant, hasta que poco después Joel Embiid se iba a 59 puntos en una actuación histórica.
Garland tuvo que multiplicarse al no poder jugar el partido ni Donovan Mitchell ni Jarrett Allen.
Los Timberwolves precisaban un triunfo como agua de mayo, y se impusieron 124-129 con D'Angelo Russell y Karl-Anthony Towns al frente. El par de amigos funcionó por fin al unísono en la pista. El primero hizo 30 puntos y 12 pases de canasta con un enorme 11 de 13 en el tiro (4 de 5 en triples). Y el segundo sumó 29 puntos y 13 rebotes con un 11 de 16. Certerísimos los dos.
Taurean Prince añadió 19 puntos y Rudy Gobert, 15 más 12 rebotes. Pobre partido de Anthony Edwards y fecundos minutos para el equipo cuando estuvo en pista Kyle Anderson.
Minnesota acabó con un 56,1% en campo y los dos equipos lanzaron muy bien de 3 en un partido con muchas faltas, 30 le pitaron a los visitantes, que supusieron 73 tiros libres lanzados. Demasiados.
Lamar Stevens hizo 15 puntos, Kevin Love 14 sin estar acertado y Cedi Osman, otros 14.
No estuvo bien Caris LeVert, mientras que Evan Mobley reboteó bien pero estuvo timorato en ataque, apenas encarando el aro.