Llega, como cada año, el análisis de lo que puede dar de sí la temporada. Nos ocupamos de la Conferencia Este, donde Milwaukee Bucks, Philadelphia 76ers, Miami Heat y Boston Celtics, si la salida de Ime Udoka no altera su equilibrio, son los equipos favoritos.
Las grandes incógnitas llegan de la mano de Chicago Bulls y, sobre todo, Brooklyn Nets, un equipo que coqueteó con su descomposición este pasado verano.
Mientras, un equipo que sorprendió la pasada temporada ha de seguir creciendo. Nos referimos a Cleveland Cavaliers, a donde ha llegado Donovan Mitchell.
Atlanta Hawks y Toronto Raptors, enorme su temporada pasada, deberían estar luchando por los playoffs, a la espera del rendimiento de equipos incógnita como New York Knicks o Washington Wizards.
Empecemos nuestro repaso, estructurado por divisiones.
DIVISIÓN ATLÁNTICO
BOSTON CELTICS (51-31, la pasada temporada regular)
Los Celtics serían uno de los grandes favoritos en el Este en condiciones normales, dada la enorme temporada que brindaron a sus aficionados el curso pasado y la llegada de Malcolm Brogdon, pero la caída de su entrenador, Ime Udoka, en unas circunstancias poco edificantes siembra de dudas un equipo que no debería tenerlas.
A esa caída de Udoka se suma la lesión de Robert Williams III, que es más grave de lo que se estimó al principio, y la baja de larga duración de Danilo Gallinari. Pero más allá de eso, Joe Mazzula tendrá bajo su mando el esqueleto principal que vertebró el éxito la temporada pasada, esto es, Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart, Al Horford y el citado Williams III cuando se recupere, con un aditamento de primer nivel: Brogdon. Es este un fichaje que puede ser diferencial, porque de encajar en el equipo lo haría mucho mejor.
Junto a ellos, jugadores que van a aportar lo suyo como Derrick White o Grant Williams, porque no parece que Blake Griffin esté ya para muchos bailes. Equipo poderoso estos Celtics, bien trabajado desde los despachos, pero que presenta como lastre el que su plantilla esté conformada por 7 u 8 jugadores de nivel, no muchos más. Le falta a este equipo profundidad de banquillo, y eso en una larga temporada se puede notar.
PHILADELPHIA 76ers (51-31)
Se ha movido bien Daryl Morey en el mercado. El equipo se deshizo de jugadores muy veteranos como Danny Green, DeAndre Jordan o Paul Millsap y a cambio ha contratado a tres baloncestistas que le van a dar un aire directo de aspirante al título: Montrezl Harrell, P.J. Tucker y De'Anthony Melton.
La plantilla de Sixers es mejor que la del curso pasado. Doc Rivers, con un ayudante del nivel de Dave Joerger, volverá a depositar el balocesto del equipo en las manos de Joel Embiid, líder indiscutible este proyecto, que volverá a tener a su lado a James Harden, Tobias Harris y un Tyrese Maxey que ha ido creciendo de un modo espectacular, especialmente a raíz de la desaparición de Ben Simmons.
Junto a ellos jugadores de equipo como Matisse Thybulle o el citado P.J. Tucker, dos defensores de primer nivel, un recambio de garantías desde la segunda unidad para Embiid -el también citado Harrell- y piezas que aportan como Milton, Korkmaz o Niang. Es este un equipo muy completo, con un buen equilibrio ataque-defensa, y con un buen número de jugadores diferenciales a diversos niveles.
TORONTO RAPTORS (48-34)
Los Raptors volvieron la pasada temporada a su sede habitual y ofrecieron un inesperado temporadón en el que lució una vez más la batuta desde la banda de Nick Nurse, con un gran cuerpo técnico a su lado.
Esta temporada, Toronto tendrá de nuevo que poner énfasis en su juego colectivo tirando principalmente del quinteto más que productivo que integran Pascal Siakam, Fred VanVleet, OG Anunoby, Gary Trent Jr. y el joven Scottie Barnes, un chico al que todavía no se le ve un techo definido y que puede dar muchas alegrías a la afición canadiense.
Llegaron al equipo Otto Porter Jr. y Juancho Hernangómez, y habrá que estar atentos a cómo se integra y cómo progresa el novato Christian Koloko dentro de un equipo con una buena nómina de hombres altos, que incluye también a Chris Boucher y Precious Achiuwa.
BROOKLYN NETS (44-38)
Gran misterio. Incógnita de primer nivel. Equipo con potencial para todo pero que de nuevo puede quedar en nada de la mano de los desequilibrios emocionales de su big three, con el ánimo desestabilizador del dúo megaestelar Kevin Durant-Kyrie Irving, un ánimo que este verano estuvo a punto de fundir al equipo, y con el proceso anímico interminable de Ben Simmons, que sigue con su bloqueo mental en los tiros libres y que año a año permanece alejado de cualquier intento mínimo de armar su tiro exterior. Tres grandísimos jugadores cuya suma está en el aire.
No se sabe muy bien cuál es ahora mismo la relación entre Steve Nash y Sean Marks con Durant e Irving, pero muy buena no puede ser tras lo sucedido meses atrás. Por lo demás, Marks ha trabajado con coherencia este verano dejando fuera años en las piernas de jugadores que ya flaquean como Goran Dragic, Blake Griffin, LaMarcus Aldridge y, en menor medida, Andre Drummond, y ha apostado por sustituir nombres por piezas que puedan ser positivas para el proyecto, tales como T.J. Warren, habrá que ver cuál es su estado físico, Royce O'Neale, Edmond Sumner o Markieff Morris, aunque este dejó de ser casi jugador tras su incidente con Jokic. Movimientos que parecen en el buen camino, pero si no dan el paso las estrellas en el vestuario...
Importante para estos Nets la ya cercana recuperación del lesionado Joe Harris. La plantilla es profunda, con veteranos fuera de cualquier duda como Patty Mills o Seth Curry, o jóvenes como Cam Thomas y Nic Claxton. Plantilla tiene Brooklyn para todo, pero para aspirar a todo deberán sus estrellas templar sus nervios y arrimar el hombro, porque si no este proyecto puede terminar explotando por los aires.
NEW YORK KNICKS (37-45)
La gran pregunta es si nos encontraremos con los Knicks que tan buen papel hicieron en la temporada 2020-2021 o si nos toparemos con los Knicks que decepcionaron profundamente la pasada campaña. Ese será el quid de la cuestión.
El fichaje estelar de estos Knicks este verano ha sido el del base Jalen Brunson, que brilló en Dallas y al que se le ha visto muy bien en la pretemporada. Brunson deberá integrar el núcleo principal de New York junto a Julius Randle y RJ Barrett.
El plantel se hace aceptablemente profundo con jugadores que siguen en el club como Mitchell Robinson, Evan Fournier, Derrick Rose, Emmanuel Quickley, Obi Toppin o Cam Reddish, que tendrá que adaptarse mejor a las exigencias de Tom Thibodeau, en cuyo equipo está Rick Brunson, padre del recién llegado Jalen Brunson.
DIVISIÓN CENTRAL
MILWAUKEE BUCKS (51-31)
Los Bucks son, con claridad, el equipo con mayor media de edad de la liga (30 años exactos), pero esa experiencia, su título de 2021, el notable equilibrio de su plantilla, la calidad de su big three y ese jugador multipresencial y prácticamente imparable llamado Giannis Antetokounmpo ubican al equipo como uno de los grandes favoritos para llevarse el anillo.
Jrue Holiday y Khris Middleton serán de nuevos los dos escuderos de Anteto dentro de un big three que, a diferencia de otros de la liga, parece tener muy claro cuál es el rol de cada uno de sus tres integrantes. Pero es que Mike Budenholzer tiene en su manos, en el que va a ser su quinto año al mando de Milwaukee, una muy profunda plantilla, con jugadores como Brook Lopez, Bobby Portis, Pat Connaughton, que no podrá iniciar la temporada por lesión -no es grave-, Wes Matthews, Serge Ibaka, Grayson Allen, George Hill o Jordan Nwora.
Con todos estos mimbres, Milwaukee apenas ha hecho variaciones en su plantilla respecto a la pasada temporada. Solo 3 bajas y 3 altas. Es uno de los equipos que se ha mantenido más estable este verano. Creen que tienen, y lo tienen, un proyecto ganador y han decidido, con buen criterio, no liarse la manta a la cabeza en ningún sentido. Mejor no tocar lo que funciona. Y habrá que ver cómo se integra en todo esto el inteligente Joe Ingles cuando se recupere de su lesión.
CHICAGO BULLS (46-36)
Arturas Karnisovas rindió la pasada campaña en los despachos por encima de cómo lo hizo el equipo en la pista, sin ser malo el rendimiento de los jugadores de Bulls. Ahora, Chicago se enfrenta a la necesidad de ir un paso más allá y hacerlo nuevamente con la limitación del desastre que supone no saber a qué se enfrentan todos respecto al físico de Lonzo Ball, que empieza ya a preocupar sobremanera, sin que exista un plazo para su regreso al juego.
Fuera de ello, Billy Donovan tendrá que redoblar sus esfuerzos desde la banda para hacer funcionar a un big three de indiscutible nivel en el que Nikola Vucevic parece ser el jugador que más vigor competitivo ha perdido. La temporada pasada de DeMar DeRozan fue para enmarcar y Zach LaVine mantiene su muy buen nivel ofensivo habiendo mejorado su antaño fragilísima defensa.
Importante cómo el joven Ayo Dosumnu, calidad le sobra, sigue creciendo dentro de un equipo al que llega la experiencia de Andre Drummond y Goran Dragic. Es esta escuadra mejor en teoría que la del año pasado, y mucho mejor aún sería con Ball sano, conservando en sus filas jugadores como Coby White, Alex Caruso, Javonte Green, Patrick Williams, que se perdió prácticamente toda la pasada temporada, y Derrick Jones Jr.
CLEVELAND CAVALIERS (44-38)
¡Cuidado con estos Cavaliers! Si la pasada temporada J.B. Bickerstaff, Darius Garland y compañía se marcaron una trayectoria espectacular e inesperada, en la campaña que se avecina pueden convertirse en un equipo top o casi top gracias a la llegada de Donovan Mitchell.
La gran duda es cómo coexistirán en pista Mitchell y Garland. Si consiguen complementarse puede ser un dúo muy pero que muy interesante que dé un salto de calidad a un conjunto que espera que el joven Evan Mobley se termine convirtiendo en una estrella y que va a seguir disfrutando de la madurez deportiva de Jarrett Allen, así como de la calidad ofensiva de Caris LeVert.
Se fueron Collin Sexton, Lauri Markkanen y Rajon Rondo, pero el proyecto parece que puede gozar aún de mejor salud que el del año pasado, con Ricky Rubio volviendo -todavía está lesionado- a la disciplina de un equipo que tuvo en cuenta su gran aportación hasta su lesión, un Rubio que seguirá compartiendo vestuario con su gran amigo Kevin Love y que recibe con los brazos abiertos a otro viejo conocido, Donovan Mitchell. También han llegado a Cavs Robin Lopez y Raul Neto, que se unen a otros jugadores de rol como el citado Love, Okoro (defensor de nivel) Osman, Wade o Stevens. Gran labor de Koby Altman como ejecutivo a la hora de elaborar una plantilla muy completa y larga.
INDIANA PACERS (25-57)
Cero aspiraciones para una franquicia que trituró un proyecto que pintaba interesante y que decidió no desarrollar. Todo para una reconstrucción que, sinceramente, no tiene a día de hoy mucho donde agarrarse.
Se fueron, como puntilla definitiva, Malcolm Brogdon y T.J. Warren, y el plan sin rumbo, salvo regalo maravilloso en el próximo draft, de estos Pacers descansará en el trío integrado por Tyrese Haliburton, el mejor jugador del equipo a día de hoy, Buddy Hield y Myles Turner. Muy poca cosa.
Será interesante ver al dominicano Chris Duarte después de una brillantísima temporada como rookie. Está ante una gran oportunidad de mostrarse estelar. Uno de los pocos atractivos de este equipo, que ha disfrutado de un gran rendimiento en pretemporada del novato Bennedict Mathurin, jugador a seguir. Llegaron a Indianápolis jugadores como Daniel Theis, Aaron Nesmith o James Johnson que ayudarán algo, pero que no suponen nada que pueda cambiar mínimamente el presente de estos Pacers, que estarán más pendiente del draft que de otra cosa bajo las órdenes de Rick Carlisle.
DETROIT PISTONS (23-59)
Detroit sigue en una reconstrucción prometedora plagada de jóvenes encabezados por Cade Cunningham, y a la que llegan vía draft de 2022 Jaden Ivey (número 5), un jugador de calidad, y Jalen Duren (número 13), un interior que puede ser más que interesante.
Se unen Ivey y Duren a un elenco joven en el que cabe citar a Saddiq Bey, Hamidou Diallo o Isaiah Stewart, entre otros, mientras Killian Hayes intenta demostrar si valió la pena apostar por él.
Dwane Casey -65 años- intentará moldear a una plantilla cuya media está en los 24, la segunda más joven de todo el Este, un plantel en el que desentona por edad el recién llegado Bojan Bogdanovic, que puede ser una gran ayuda en la ofensiva. También han fichado por Detroit Alec Burks, Nerlens Noel y Kevin Knox, mientras que Marvin Bagley III se ha vuelto a romper, aunque afortunadamente libró una lesión grave. Si la asignatura pendiente de este jugador con su juego y su físico se soluciona de una vez por todas, cuestión más que dudosa en estos momentos, el equipo lo agradecería. El problema de Pistons es que apenas tiene referencias expertas entre sus jugadores. Y no es un problema menor. Eso sí, si le toca la lotería en el draft, este equipo podría catapultarse en el futuro.
DIVISIÓN SUDESTE
MIAMI HEAT (53-29)
Equipo que aspira a todo, o al menos a estar cerca de todo lo que huela a triunfal. Este es un proyecto en el que la continuidad rezuma por todos los costados, con el trío Micky Arison-Pat Riley-Erik Spoelstra eternizándose como cuerpo esencial e imperecedero. Baste decir que Spoelstra lleva toda su carrera en el club, 25 años (11 como asistente y 14 como entrenador jefe).
A ese combo institucional-deportivo se suma una plantilla que tiene claro dónde está su apuesta. Esa apuesta pasa por el trío integrado por Jimmy Butler, jugador capital en Heat sin ninguna discusión, Bam Adebayo y Tyler Herro, sin olvidar la mano que pueda echar el siempre inteligente Kyle Lowry. Pero es que la largura de esta plantilla resulta intachable: Victor Oladipo, Max Strus, Duncan Robinson, Caleb Martin, Gabe Vincent, Dewayne Dedmon, el joven Yurtseven... todos han demostrado saber cuál es su papel, como lo sabe desde hace años Udonis Haslem, el jugador más simbólico de la liga.
Se fue P.J. Tucker y se rumoreaba el interés del equipo por Jae Crowder, que sería un buen sustituto del primero. Pero es que además ha llegado un joven que puede sorprender y que ya ha mostrado su calidad en la pretemporada, Nikola Jovic, baloncesto con firma balcánica. Mucho se dijo acerca de que Heat fue un producto en 2020 de la pandemia y sus consecuencias, pero lo cierto es que visto con el paso del tiempo el equipo que se ha ganado ese calificativo de producto pandémico ha sido Lakers.
ATLANTA HAWKS (43-39)
Al igual que los Knicks, emerge la duda de si Hawks será el equipo ultracompetitivo del curso 2020-2021 o la escuadra dubitativa y venida a menos de la temporada 2021-2022. Para que el equipo se parezca más a lo primero que a lo segundo, Atlanta se ha hecho con el All-Star Dejounte Murray, que por sus características puede ser el complemente ideal para la gran estrella del equipo, Trae Young. De la buena conjunción Young-Murray dependerá el éxito o no del plan de los de Atlanta.
Los Hawks han hecho una pequeña gran revolución con 9 altas de jugadores y 10 bajas, lo que supone una apuesta bien distinta a la del curso pasado. Marcharon Gallinari y Kevin Huerter, cuando ya la pasada temporada se pasaportó a Cam Reddish. Y entre los que llegan, además de Murray, habrá que estar atentos a si aporta o no desde el principio, si tiene hueco en la rotación del duro Nate McMillan, el novato A.J. Griffin. Entre las altas también están los hermanos Holiday, Aaron y Justin, y Frank Kaminsky.
La importancia del juego, más allá de su dupla exterior estelar, recaerá en jugadores como De'Andre Hunter, a ver si su físico no estanca su juego, John Collins y Clint Capela, sin dejar de lado la evolución de Onyeka Okongwu. Y luego está, por supuesto, Bogdan Bogdanovic, que es un grandísimo jugador que tiene que dar un paso al frente. El objetivo para Atlanta, tal y como está el Este, es meterse en los playoffs, ya sea de forma directa, lo que parece difícil, o a través del play-in, lo que se antoja más factible.
CHARLOTTE HORNETS (43-39)
Hornets hizo una buena temporada, pero la que se avecina se presenta difícil, principalmente por el palo que ha supuesto para el equipo el 'caso Miles Bridges', caso que ha arruinado la presencia del que fuera máximo anotador de Hornets la pasada temporada. Un auténtico desastre humano y deportivo.
Tampoco beneficia la salida de Montrezl Harrell, porque a pesar de sus lagunas defensivas es una gran jugador de segunda unidad. Es decir, Hornets es menos equipo que Hornets si fijamos una comparativa entre la pasada y la próxima temporadas.
El balón y el juego en general estará en manos de LaMelo Ball, que tiene que seguir creciendo sin freno, más aún ahora vistas las circunstancias, y a su lado estará Terry Rozier, como principal escudero, y un poco más al costado jugadores como Gordon Hayward, Kelly Oubre Jr. o P.J. Washington, lo que no parece dar para grandes aventuras. La apuesta de Charlotte en el draf de 2022 se llama Mark Williams, seleccionado en el puesto 15.
WASHINGTON WIZARDS (35-47)
Wizards es un pozo por escrutar y valorar. Si al liderazgo sin discusión de Bradley Beal se une un Kristaps Porzingis sano y con continuidad, el equipo tendría marchamo de entrar, fuera por la vía que fuera, en los playoffs. Con Beal y Porzingis a su mejor nivel, y con el juego de compañeros como Kyle Kuzma y Rui Hachimura el equipo podría crecer, más aún con la interesante incorporación de Will Barton. Pero a saber.
También interesantes las incorporaciones de Monte Morris y el novato, ex de Wisconsin, Johnny Davis. Y Washington, eso sí, vuelve a tener sobrecarga de hombres bajos.
Se fueron con respecto al pasado Thomas Bryant, Kentavious Caldwell-Pope e Ish Smith, pero estos Wizards han de seguir confiando en la evolución de un jugador con potencial como es Daniel Gafford y en las contribuciones como secundarios de Deni Avdija y Corey Kispert.
ORLANDO MAGIC (22-60)
Llegó Paolo Banchero al equipo más joven del Este y el tercero de toda la NBA, un equipo que está apostando correctamente por una reconstrucción muy interesante que le puede dar frutos en el medio plazo, si nos atenemos a su plantilla actual, porque Banchero se une a jóvenes de calidad reconocida como Franz Wagner (gran temporada como novato), Jalen Suggs (decepcionante primer año como profesional), Cole Anthony, Wendell Carter Jr. o Mo Bamba.
En el debe del equipo el hecho de que dos de sus grandes apuestas jóvenes hayan sido masacradas por las lesiones. Nos referimos a la fragilidad consustancial, tal y como ha demostrado el tiempo, a los cuerpos de Markelle Fultz y Jonathan Isaac.
Con Terrence Ross y Gary Harris como referencias maduras, Magic, que solo ganó 22 partidos el pasado curso, aspirará de nuevo a alimentar aún más su poderío juvenil desde el draft, porque no se puede pensar que vaya a aspirar a nada más que a eso. De hecho, este verano han llegado 4 nuevos jugadores y 3 son novatos, siendo el no rookie Bol Bol.