Los Lakers nunca tocan fondo. Porque debajo de ellos siempre hay espacio seguro para la caída libre. Otro partido, otro desastre. Los poderosos Suns humillaron a unos frágiles Lakers que carecen de rumbo. Lo del primer cuarto fue histórico.
A LeBron James no le quedan ganas ni de celebrar sus propios éxitos personales. Este domingo se convirtió en el séptimo jugador en alcanzar las 10.000 asistencias. Y en el primero en aunar 10.000 puntos (lleva más de 36.000), 10.000 rebotes y 10.000 asistencias en la historia de la NBA. Pero ese logro descomunal quedó en un segundo plano viendo la debacle de su equipo.
Phoenix ganó 140-111 porque no quiso hacer más sangre. El partido se decidió en el primer cuarto. El 48-22 de los primeros 12 minutos fue sangrante. Es la mayor anotación que encaja Lakers en un primer cuarto desde que se instauró el reloj de posesión. Estamos hablando de los años 50. Concretamente... de la temporada 1954-1955.
Lo peor ya no es encajar 48 puntos en un cuarto. Lo aún más desastroso es hacerlo cometiendo solo una falta. Defensa en estado puro. Ese es el caballo de batalla que tiene que afrontar cada día este equipo. Un equipo que recibió este domingo 119 puntos en los tres primeros cuartos.
Es verdad que Lakers no tenía a Anthony Davis. Pero es que Suns no contaba con Chris Paul. Las excusas se van agotando. Y solo queda una acumulación de decepciones. Por eso, ya no extraña nada. Ni siquiera que Anthony Davis y LeBron James se partieran de risa en el banquillo. Sucedió en el último cuarto. Con marcador de 132-99. Dwight Howard y Russell Westbrook estaban al lado con gesto de funeral. Cada uno se lo toma como puede.
Devin Booker y Deandre Ayton dominaron el juego a su antojo. Booker terminó la fiesta local con 30 puntos, 10 asistencias y 4 robos. Ayton lo hizo con 23 puntos y 16 rebotes en 27 minutos. Y con 11 de 14 en el tiro de campo. El primero... +38 de su equipo con él en pista; el segundo... +35.
Y el partido al descanso con 79-56 en el luminoso. A pesar de que los árbitros habían pitado 15 faltas a los Suns y 3 a los Lakers. Phoenix tenía una relación de 23 asistencias por 2 pérdidas. Una salvajada. Lakers estaba en 8 y 12. Booker y Ayton arrasaban. El jugador bahameño hizo lo que quiso con unos Lakers empeñados en jugar de inicio sin un pívot puro. Un abuso de Ayton en la pintura.
Phoenix (54-14) terminó el partido con un 57% en el tiro. Con 7 jugadores en 10 o más puntos. Mikal Bridges metió 18. Cameron Payne dio 11 asistencias sin perder un solo balón en 24 minutos de juego. Aaron Holiday tuvo muy buenos minutos. Y nos dejó un canastón a aro pasado al estilo Jordan.
Lakers (29-38) suma 10 derrotas seguidas como visitante. Tuvo a LeBron James y poco más. Hizo 31 puntos. Carmelo Anthony metió 18 en 18 minutos. El resto, en ninguna parte. Con otro gris ejercicio de Russell Westbrook. Con otra pobre actuación de Talen Horton-Tucker. Otro que iba para y se está quedando en. El equipo angelino cometió 19 pérdidas de balón. No ganó el rebote. No defendió nada. No jugó al baloncesto. Y perdió. Se está covirtiendo en una costumbre esto de perder para una franquicia con gen ganador. Y eso sí que es un problema.