No estaba dispuesto a ser el centro de ninguna celebración, pero al final del partido Jakob Poeltl se acercó a él saltando, tras lo cual todos los jugadores de los Spurs le rodearon haciendo un corro y comenzaron a celebrar el triunfo con el protagonista de la noche, que no era otro que Gregg Popovich.
Gregg Popovich ha entrado hoy un poco más en la historia de la NBA, una historia de la que ya formaba parte con letras mayúsculas por sus monumentales logros.
Hoy, la inesperada victoria de Spurs sobre Utah Jazz (104-102) ha encumbrado a Popovich como el entrenador con más triunfos en la NBA, 1.336, rompiendo la igualdad que tenía con Don Nelson en lo más alto de la lista histórica, un hito en la carrera del entrenador de East Chicago que ha llegado en su casa, en el AT&T Center, ante la afición que le ha visto envejecer ganando.
Ambos, Popovich y Nelson, trabajaron juntos en los noventa, cuando el primero fue asistente del segundo en Golden State Warriors (entre 1992 y 1994), la única incursión profesional que tuvo Popovich fuera del universo de los Spurs, un universo que labró desde el banquillo durante un cuarto de siglo prodigioso.
Después de su experiencia en los Warriors volvió a San Antonio, ejerciendo como alto cargo en los despachos, para más tarde convertirse en entrenador jefe, puesto que lleva 26 años ininterrumpidos ocupando, en la que es la estancia más larga de un entrenador en un equipo en la historia de la 4 grandes ligas profesionales de Estados Unidos.
Desde entonces, estas 1.336 victorias en 2.030 partidos de temporada regular, 5 anillos de campeón, 3 premios de Entrenador del Año, 22 presencias consecutivas en los playoffs, 18 temporadas seguidas consiguiendo con los Spurs 50 o más victorias e inclusión, lógicamente, en el Top 15 de los entrenadores de la historia de la NBA coincidiendo con el 75 aniversario de la competición.
Con 73 años, Popovich está muy acostumbrado al triunfo, también con la selección de Estados Unidos. Eso, unido a su perfil bajo en las celebraciones, establecía un pronóstico seguro: hoy no habría grandes fastos por su logro. Y no los hubo más allá de esa celebración de los jugadores en torno a su técnico, una celebración que Popovich cortó de raíz a los pocos segundos para enfilar rápidamente el camino de los vestuarios.
Antes, se había abrazado con el entrenador rival, Quin Snyder, al final del partido, así como con su jugador Dejounte Murray y el rival Rudy Gay, expupilo suyo. También brevemente con Juancho Hernangómez, que pasó fugazmente por San Antonio esta temporada.
Triunfo inesperado ante Jazz
En un final incierto de partido, el técnico septuagenario vivió permanentemente de pie la resolución con Becky Hammon siempre a su lado, como su más estrecha colaboradora. Un final equilibrado que dio el triunfo a los Spurs en su camino por alcanzar el play-in.
Un tercer cuarto parco en anotación (14-15), espeso como pocos, difícil de digerir, dio paso un último acto en el que los Spurs resolvieron con parcial de 40-28 para imponerse 104-102.
Dejounte Murray lideró el triunfo local con 27 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 5 robos de balón, un triunfo en el que tuvo su importancia Jakob Poeltl (15 puntos y 11 rebotes en su duelo con Rudy Gobert) y en el que también influyeron Zach Collins (15 puntos en 19 minutos), lo que es una muy buena noticia para Spurs, y Keldon Johnson (13 tantos y 10 rebotes).
San Antonio se impuso a pesar de su horrible desempeño desde el triple y de sus complicaciones asociativas en ataque ante un equipo rival que perdió 17 balones y que tuvo como máximo anotador a Donovan Mitchell con 24 puntos.
Utah, que no pudo contar con Bojan Bogdanovic, tuvo a Jordan Clarkson con 17 puntos y 8 rebotes, a Rudy Gobert con 13 tantos, 16 rebotes y 5 tapones tras tirar solo 3 veces a canasta, a Hassan Whiteside con un doble-doble jugando solo 16 minutos y a Mike Conley con un horrible 2 de 14 en el tiro.
El triunfo coloca a San Antonio a un paso del play-in.