Boston Celtics desinfló con su victoria la gran noche anotadora de LaMelo Ball, la noche en la que el base de los Hornets batió su récord encestador en la NBA con 38 puntos que acompañó con 9 asistencias. Poco a poco, estos Celtics caminan.
Tercer triunfo consecutivo de los bostonianos, y esta vez en alas de jugadores ajenos a los Jays, porque en esta ocasión los máximos anotadores locales fueron Josh Richardson (23 puntos con 6 de 8 desde el triple) y Marcus Smart (22 tantos, 6 asistencias y 7 de 11 en el tiro).
Los Jays quedaron en un segundo plano anotador, con Jayson Tatum haciendo 19 puntos y 9 asistencias en una noche más generosa de lo habitual pero negada desde el triple, y con Jaylen Brown sumando 15 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y 7 pérdidas de balón.
También llegaron a la decena anotadora los Williams (Grant y Robert), mientras que Al Horford concluyó con 6 puntos y 12 rebotes en 33 minutos.
Ganaba Boston 102-91 a menos de 5 minutos para el final, pero ese colchón esta temporada no ofrece seguridad a ningún aficionado céltico vista la trayectoria de su equipo a la hora de no saber cerrar partidos, y casi volvió a suceder, de ese 102-91 se pasó al 107-107 a 1:02 del final tras un parcial de 5-16 que hizo emerger todos los demonios de estos Celtics, solo que en esta ocasión el desenlace fue feliz para los de Ime Udoka, con parcial de 6-0 para cerrar el partido y ganar 113-107 a unos Hornets que han perdido su camino triunfal últimamente.
Cruciales los 2 libres de Smart para el 111-107, en un partido que terminó con mate de Robert Williams III, que poco antes había puesto un tapón importante a P.J. Washington, titular hoy.
Los dos equipos jugaron con rotaciones cortas de 8 jugadores, brillando más la segunda unidad local que la visitante.
Problemas de Boston: las pérdidas de balón y su falta de eficacia a la hora de cerrar el rebote defensivo.
Charlotte contó, además de la brillantez de Ball, con 23 puntos del excéltico Terry Rozier, con 16 más 7 rebotes de Washington y con 15 puntos, 4 robos y 3 tapones de Kelly Oubre Jr., que se fajó con eficacia en defensa, además de con los 17 rebotes de Mason Plumlee.
El que no estuvo fino fue Miles Bridges, que además tuvo un paso por el vestuario por un problema físico, aunque nos dejó, eso sí, un taponazo impresionante en el tercer cuarto a Jaylen Brown.
Tras el partido, Hornets queda con 28-24 y Celtics con 28-25.