LeBron James está entre algodones por culpa de la hinchazón general que presenta su rodilla izquierda. Por eso, el jugador de Lakers regresó ayer sábado a Los Ángeles para abordar el tratamiento de la rodilla dañada y no jugó tampoco este domingo ante Hawks (129-121 para Atlanta).
James se ha ausentado de los 3 últimos partidos de la gira de 6 encuentros que ha completado su equipo con balance de 2 victorias y 4 derrotas.
El jugador se sometió a una resonancia magnética a raíz de la hinchazón que tenía y tiene en la rodilla, y el cuerpo médico del equipo angelino decidió que LeBron tendría que seguir reposando y recibiendo tratamiento.
La lesión de James llega después de haber promediado al menos 25 puntos en 18 partidos consecutivos, 17 de ellos sin la presencia de Anthony Davis, una racha ofensiva que le ha llevado a ser el segundo anotador de la liga esta temporada con una media de 29,1 puntos teniendo 37 años.
Pero toda cara tiene su cruz, y esta no es otra que la enorme carga de trabajo que ha tenido que absorber LeBron, que se ha cargado el equipo a la espalda con auténticas minutadas.
"Somos conscientes de la carga que lleva", ha confesado su entrenador, Frank Vogel, que está en constante comunicación con los galenos de Lakers con el objetivo de disminuir dicha carga en la medida de lo posible.