Sixers y Ben Simmons siguen sumando actos en su particular desencuentro, un desencuentro traducido en un auténtico culebrón. El equipo no ha abonado al jugador los 8,25 millones de dólares correspondientes al segundo de los cuatro pagos de su salario anual.
El contrato de Simmons fija que su equipo le tenía que abonar la mitad de su salario antes del inicio de la temporada regular. El primer pago, también de 8,25 millones, se hizo efectivo el pasado 2 de agosto, pero el segundo, que tendría que haberse hecho efectivo hoy viernes, no se ha llevado a cabo.
Philadelphia no ha entregado el dinero a su jugador, sino que ha colocado los 8,25 millones de dólares en un depósito de garantía, según informa ESPN, y de ese dinero del depósito de garantía irá descontando el montante correspondiente a las multas que recibirá Simmons en el caso de no jugar con su equipo tanto en la pretemporada como en la fase de competición oficial.
La franquicia ya avisó hace un mes a Simmons de que todo esto podía suceder y el jugador australiano respondió a ese aviso afirmado que entendía la situación y que la pérdida salarial no le haría cambiar de opinión, una postura que no es otra que su negativa a jugar más con los Sixers.
El desencuentro del australiano con su franquicia y con sus compañeros es público y notorio, un desencuentro que parece imposible que tenga marcha atrás.