Todo pintaba bien para Phoenix. Acumulaba 9 victorias seguidas en los playoffs. Dominaba 2-0 a Clippers. Y recuperaba a Chris Paul (Covid-19) mientras que Clippers seguía sin Kawhi Leonard (rodilla). Pero esa impresión inicial positiva se quebró en la segunda parte.
Ganaron los angelinos 106-92. Con parcial de 60-44 tras el descanso. Jugando otra vez con quinteto clásico. Con Ivica Zubac como referencia en la pintura. Con Paul George sumando 27 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias. Es cierto que no tuvo buenos porcentajes de tiro. Es cierto que perdió 6 balones. Pero fue el líder indiscutible ausente otra vez Kawhi. Estuvo 43 minutos en pista. Dirigió el cotarro.
Otra vez a su lado Reggie Jackson, el renacido. Nuevo partido convincente de la sensación de Clippers. Hoy, 23 puntos.
Importantes también Ivica Zubac, Terance Mann y Patrick Beverley. El primero hizo 15 puntos y 16 rebotes. Peleó bien con Deandre Ayton. Con Zubac en pista... ¡+28 para los Clippers! Mann sumó 12 puntos. Resultó vital en el muy importante tercer cuarto. Fue otro tras el descanso. Salió a comerse el mundo. Más agresivo en ataque. Tremendo el tapón que le puso a Devin Booker en el cuarto final. Y Beverley fue Beverley. Intenso hasta la demencia. Su defensa fue excelente. Y además remató al rival con 5 puntos en la recta final del partido.
Clippers volteó el encuentro en el tercer cuarto. Lo hizo a partir de la defensa. Con un Terance Mann mucho más agresivo en ataque. Con un Paul George tomando el mando. Con un parcial de 34-21 en el cuarto. Tras venir de solo meter 17 puntos en el segundo parcial.
Ese tercer cuarto se cerró con un triple impresionante de Paul George. Desde la mitad de la pista, contra tablero y sobre la bocina. Para el 80-69. Triple importante. Los locales habían llegado a estar 15 arriba en el tercer acto (71-56). Con canasta del ubicuo Mann. Tras parcial de 25-8 en el cuarto. Fueron estos 12 minutos reveladores. La tendencia del juego había cambiado. Clippers estaba en la buena línea.
Esa buena línea se confirmó en el inicio del último cuarto. Un 3+1 de Luke Kennard. Un triple del tocado Marcus Morris. Un par de libres de Paul George. Y +18 en el marcador (89-71). Máxima ventaja de Clippers.
Entonces llegó una pequeña montaña rusa. Los Suns reaccionaron con un 0-12 para el 89-83. Había partido. Pero fue una falsa ilusión o una esperanza ultracorta. Porque enseguida llegó la réplica local. Le cayó la sexta falta a Jae Crowder a 4:51 de la conclusión. Se puso como un basilisco. Y todo se torció definitivamente para Phoenix. Chris Paul volvía de un positivo de Covid-19 y no estuvo a tope. Devin Booker tuvo que jugar con máscara tras fracturarse la nariz. Y estuvo muy poco atinado en el tiro. Cameron Payne se había lesionado un tobillo en el primer tiempo. Y solo pudo jugar 4 minutos. Un cúmulo de circunstancias que Clippers aprovechó al máximo. Con un gran trabajo defensivo y con mucha agresividad ofensiva. Un triple de Pat Beverley mató definitivamente a los Suns. Era el 104-88. Restaban 2:20. Todo estaba decidido.
Suns no estuvo en ataque. Se quedó por debajo del 40% de efectividad en el tiro. Ningún jugador del equipo llegó a los 20 puntos. Especialmente deficiente el acierto en el disparo de Chris Paul y Devin Booker. El base sumó 15 puntos y 12 asistencias, pero con 5 de 19 en el lanzamiento. El escolta logró otros 15 puntos, pero con 5 de 21. Nunca se le vio cómodo ni con la máscara ni con sus defensores. Especialmente cuando estuvo con él Beverley. Entre Paul y Booker... ¡10 de 40 en campo y 3 de 14 en triples! Y Booker cargándose de faltas. Hizo 3 seguidas en el tercer cuarto para sumar 4. Monty Williams lo vio tan mal que le devolvió al juego en el mismo tercer cuarto. Ya en el último período cometió su quinta. No fue una buena noche para él.
Ayton volvió a funcionar bien: 18 puntos y 9 rebotes. Pero Zubac se le subió a las barbas. Buen partido de Cam Johnson. Y se acabó. La lesión de Payne fue la puntilla para unos Suns que perdieron fuelle según Clippers intensificó su defensa.
Ahora la serie queda 2-1 para Phoenix. Clippers no pierde la fe. Al fin y al cabo, está viviendo de sus remontadas. Y desgraciadamente se está acostumbrando a jugar sin Kawhi. Visto lo visto, nada es imposible.