Los Bucks a las Finales del Este tras ganar a los Nets en el Barclays Center en la prórroga del séptimo partido. No había prórroga en un séptimo juego de playoff desde hacía 15 años. Milwaukee deja atrás algunos lastres del pasado más reciente liderado por un gran Giannis Antetokounmpo.
Victoria por 111-115 con 40 puntos del jugador griego y 48 de Kevin Durant en Nets, en la que es la mayor anotación de un jugador en un séptimo encuentro de playoff en la historia de la NBA. Es la tercera vez en la historia que dos jugadores anotan 40 o más puntos en un séptimo juego de postemporada. La exhibición de ambos ha sido espectacular.
Una serie y un partido que han culminado con la emoción máxima, aunque con el pero de que la prórroga ha sido un pequeño desastre (2-6 en 5 minutos) debido a la rotación ultracorta, extrema hasta las últimas consecuencias, que han desarrollado tanto Steve Nash como Mike Budenholzer, exprimiendo a sus estrellas hasta dejarlas en el chasis, lo que ha derivado en un tiempo extra más de supervivencia que de otra cosa.
El uno, Nash, impelido tal vez por su condición de novato que quiere amarrar, y el otro, Budenholzer, obligado por su realidad de entrenador con la espada de Damocles sobre la cabeza, se han pasado de frenada en su administración del tiempo y sus recursos, pero hay que reconocer que la cosa no estaba para caminar por el alambre sin al menos una mínima red protectora.
Lo cierto es que ha sido un partido muy equilibrado que Milwaukee hubiera ganado en el tiempo reglamentario de no haber sido por la fabricación de un nuevo milagro por parte de Durant, que a un segundo de acabar el último cuarto ha lanzado un tiro imposible, sin una posición bien definida, con el defensor encima, para anotar el 109-109 que ha derivado en la prórroga. Lo ha hecho pisando por poco la línea de 3. Es decir, el milagro podría haber sido definitivo.
Ya en la prórroga, una canasta de Bruce Brown, problema de Bucks para cerrar el rebote -uno de sus puntos fuertes en todo el partido- y fallos y más fallos hasta que Antetokounmpo ha puesto el 101-101 y Khris Middleton ha anotado el tiro crucial con 40 segundos por jugar (101-103). Importante tapón a Durant de Brook Lopez, que se resarció así de su lamentable acción ofensiva en los últimos segundos el cuarto cuarto, y última jugada de la prórroga en la que Durant buscó el segundo milagro de la noche, pero la buena defensa de Jrue Holiday, el cansancio brutal de Durant y la premura de tiempo hizo que el balón se quedara lejísimos del aro.
Victoria para los Bucks para imponerse 3-4 tras ir perdiendo 3-2. La baja de Kyrie Irving y el físico diezmado de James Harden resultaron decisivos. Se antoja pensar que estos Nets sanos pueden resultar imparables, pero su condición física obligó a Durant a vivir en un permanente hero ball que fue efectivo hasta que su casi ilimitado cuerpo dijo basta.
Antetokounmpo fue el motor de un equipo que sobrevivió durante el partido a la horrible noche en el tiro de Khris Middleton y Jrue Holiday (6 de 32 en campo y 1 de 10 en triples entre ambos en los tres primeros cuartos), dos jugadores que, eso sí, en los momentos decisivos del partido dieron un paso al frente y fueron importantes.
El griego sumó 40 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias con 15 de 24 en el tiro de campo, metió 2 triples (uno con muchísima fortuna), solo perdió 3 balones y se mostro apañado desde los libres (8 de 14) a pesar de hacer dos horribles airballs, incluso llegó a tener en el partido una racha de 6 de 7. Más allá de eso, se mostró maduro, nunca bajó la marcha y anotó una canasta muy importante en la prórroga cuando su equipo estaba cegado en ataque. Suma el dos veces MVP 5 partidos seguidos en playoff con al menos 30 puntos y 10 rebotes, empatando un récord de su franquicia en poder de Kareem Abdul-Jabbar desde 1974.
Los otros dos hombres importantes fueron Khris Middleton y Brook Lopez. Middleton mejoró cuando había que mejorar para terminar con 23 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias y 5 robos. Eso sí, 9 de 26 en el tiro. Y Lopez sumó 19 tantos, 8 rebotes y 4 tapones, siendo su único lunar la jugada crucial del final del último cuarto en la que inexplicablemente no tiró a canasta cuando se agotaba el tiempo de posesión. Se hace difícil saber en qué estaba pensando el experimentado jugador.
Jrue Holiday acabó con 13 puntos, 7 rebotes, 8 asistencias y 5 de 23 en el tiro. Lo mejor del base fue su resurrección en la recta final del cuarto período, cuando protagonizó un bello tira y afloja anotador con Durant. Se fajó tanto en defensa, muchas veces defendiendo en el poste a Durant, que se hace comprensible que no tuviera mucha precisión en ataque.
Y luego estuvo P.J. Tucker, claro, que se dejó la piel ante Durant y todavía tuvo fuerza para meter 11 puntos y palmear un rebote ofensivo crucial en los últimos segundos del último cuarto.
En los Nets, salvaje nuevamente Durant: 48 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias, 36 tiros de campo intentados y los 53 minutos sin descansar, como Harden. Una labor extenuante que acabó en muerte física: 0 puntos en la prórroga con 0 e 6 en el tiro. Hay que dar un diez a su cirujano, a su programa de rehabilitación, a su tenacidad y a su privilegiado físico.
Harden sumó 22 puntos rozando el triple-doble, pero lanzó mal a canasta, hizo en realidad lo que pudo, porque no estaba ni para echarse una buena carrerita. Blake Griffin exhibió un gran derroche físico defendiendo a Anteto y haciendo además 17 puntos y 11 rebotes (tanto él como Tucker terminaron eliminados por faltas). Importante la buena imagen desarrollada por Griffin en estos playoffs. Además, 14 puntos de Bruce Brown, que fue de más a menos.
Los titulares de Nets metieron 111 puntos y sus suplentes 0. En realidad, casi no hubo suplentes, tal y como pasó en Bucks, cuyo único suplente con peso fue Pat Connaughton.
Al final, unos centímetros y una centésimas, como el que dice, separaron el éxito del fracaso, la lucha por el título de la posible destitución, la reivindicación como superestrella de una nueva caída en desgracia, la condición de héroe indiscutible a la de héroe sin premio, la felicidad de la tristeza.