No hay color: Sixers es mucho más que Wizards, muchísimo más. La diferencia entre los quintetos titulares y entre la profundidad de banquillo de ambos equipos hacen inservible cualquier intento de Washington por poner coto al dominio de Philadelphia.
Tercer partido y tercera victoria de Sixers, triunfos con 125, 120 y 132 puntos anotados que denotan tanto el poderío de un equipo como la absoluta fragilidad defensiva del otro, unos Wizards que gustan de jugar a la carrera, en campo abierto, al ritmo ofensivo del ariete ariete celérico Russell Westbrook y a los que les cuesta dios y ayuda bajar el culo para defender, algo que en los playoffs supone la muerte.
El partido fue un dulce paseo para unos Sixers sobrados, unos Sixers que ya llegaron a dominar por 16 puntos en el primer cuarto (13-29 con 7 minutos jugados), que se fueron al intermedio del choque ganando 58-72 con 25 puntos, 7 rebotes y 3 robos de un Joel Embiid inabordable para los pívots rivales y que terminaron por romper al rival en el tercer cuarto, que nos dejó un brutal mate del All-Star camerunés y un resultado concluyente de 86-109.
Ahí se acabó el partido. Los visitantes habían metido en los primeros 36 minutos 42 de sus 69 tiros de campo, sumaban 14 triples con un 50% de acierto, presentaban un ataque demoledor y tenían a Embiid con 36 puntos, 8 rebotes y 3 robos tras meter 14 de sus 18 tiros de campo y 3 de sus 4 triples. Y, claro está, Embiid no volvió a la cancha. Se pasó el último cuarto relajadamente sentado viendo cómo el encuentro caía indefectiblemente en las manos de su equipo, que terminó ganando 103-132 para ponerse 3-0 en una serie muy desequilibrada. Por cierto, esos 36 puntos son su récord anotador en postemporada.
Además del abuso de Embiid en pista, el resto de los titulares firmaron números ganadores. Tobias Harris hizo 20 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias, Danny Green defendió y le dio para meter 5 triples, excelente su segundo cuarto, Seth Curry enchufó 15 puntos y dio 6 asistencias y Ben Simmons totalizó 14 tantos, 9 asistencias y un 7 de 10 en el tiro.
Sixers acabó el partido con un 58,8% en el lanzamiento de campo y un 51,5% desde el triple, dejando a los Wizards por debajo del 40% en el tiro y con solo 8 triples en su haber.
Washington lo dio todo para alcanzar el play-in y para lograr su acceso a playoffs. Su campaña ya está hecha y aquí se va a acabar. El equipo ha llegado al inicio de la postemporada muy exigido físicamente, incluidas sus dos estrellas.
Russell Westbrook era duda por su tobillo, pero jugó y completó un triple-doble con 26 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Tiró bien, solo perdió 3 balones y defendió tan mal como el resto de sus compañeros.
Bradley Beal se quedó en 25 puntos tras un 1 de 8 desde el triple. Y el único jugador que secundó a sus líderes fue Daniel Gafford con 16 puntos y 6 rebotes en 22 minutos.
Flojos Bertans y Hachimura y mal Neto incluso en los minutos de la basura (1 de 12 en el tiro).
Hasta aquí han llegado los Wizards. Ahora, el único objetivo es evitar el 4-0, y no parece claro que vayan a conseguirlo.