Se cortó la brillante racha de resultados de Brooklyn Nets al caer derrotado el equipo neoyorquino de forma clara (98-115) ante Dallas Mavericks después de que se diera una doble circunstancia fundamental: regresó al juego Kristaps Porzingis y fue baja Kyrie Irving.
De este modo, Brooklyn jugó sin Kyrie Irving y Kevin Durant, quedando el liderazgo del equipo en manos solitarias de James Harden, un marco que abonó la derrota local, porque Harden estuvo demasiado solo en ataque y cuando le fallaron las fuerzas el equipo se vino abajo ante unos Mavs que acudieron al duelo con todo su arsenal sano.
Llevaban los Nets 8 victorias consecutivas, incluida una perfecta gira por el Oeste en la que el equipo ganó, entre otros, a Lakers y Clippers. Pero esta vez los Nets fueron otros Nets.
Triunfo del equipo texano con 27 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias de Luka Doncic, que solo perdió un balón, 18 puntos y 3 tapones en 26 minutos del reaparecido Porzingis y dobles dígitos anotadores de Brunson, Hardaway Jr., Richardson y Finney-Smith. Es decir, todos los que han de aportar a la ofensiva aportaron.
En Brooklyn, 29 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 6 pérdidas de James Harden, que anotó 25 puntos en la primera parte y solo 4 en la segunda, y solo Jeff Green y Bruce Brown alcanzando la decena. Joe Harris hizo un partido gris cuando se le requería que diera un paso adelante, Timothe Luwawu-Cabarrot se fue de la pista con 2 de 12 en el tiro y DeAndre Jordan solo jugó 13 minutos y como suplente tras apostar Steve Nash por un cinco inicial sin un pívot en cancha.
El partido tuvo un claro dominio visitante. Superioridad manifiesta de Dallas durante todo el partido, con los locales haciendo la goma de mala manera. Cada vez que se acercaba Nets en el marcador, Dallas daba un tirón para alejarse, hasta que jugándose ya el último cuarto el tirón del equipo texano se hizo excesivamente duro para los de Steve Nash, que se vieron 22 puntos abajo (84-106) y ya sin capacidad de reacción.
Ganaron los Mavs con Porzingis haciendo daño en determinados momentos del partido en los que buscó la zona, preferentemente en un tercer cuarto en el que Dallas llegó a ponerse 15 puntos arriba (76-91) para terminar 82-94. Fue en ese cuarto en el que la envergadura de Porzingis abrió una pequeña brecha en el casco de la nave de los Nets.
Dallas ya había brillado en el primer cuarto, cuarto que terminó 26-38 tras un gran duelo anotador entre Harden y Doncic (15 puntos cada uno).
Iniciado el segundo cuarto los de Rick Carlisle tomaron 14 de ventaja (26-40), pero no tardó en llegar la reacción de Brooklyn, que avanzado el segundo cuarto había anotado 0 puntos tras pérdidas del rival por los 20 que llevaba en ese mismo capítulo Mavericks. A pesar de ello, 64-68 al descanso con 25 puntos de Harden y 19 de Doncic, que falló 4 libres en el segundo acto.
Al intermedio ya había una faceta del juego que marcaría las diferencias durante todo el encuentro: la relación robos-pérdidas de balón. Al descanso, 0-9 para el equipo local y 6-2 para el visitante. Y al final del partido: 5-19 por 12-8. Las pérdidas de balón mataron a los Nets.
La segunda mitad fue otra historia. Defendió bastante bien Dallas, y esto es noticia. Hasta Luka Doncic hizo en el cuarto final un par de defensas consecutivas de gran calibre. Y a Brooklyn se le vio fundido, sin piernas y sin calidad reconocida para solventar situaciones complicadas, ausentes dos de sus tres grandes estrellas.
De hecho, Nets anotó solo 34 puntos en la segunda parte para no alcanzar los 100 en el partido.
La mejor noticia para los de Nash fue ver cómo Andre Roberson vuelve a ser jugador de baloncesto. Se le vio mejor, con mejor físico, y sumó 20 buenos minutos en la pista en su continuidad con el equipo con un contrato de 10 días.
Dallas, que equilibra su marca hasta el 16-16, sufrió un día más en el rebote, pero atacó con solvencia, defendió mejor que de costumbre, solo perdió 8 balones y tuvo el dominio del marcador de principio a fin.