Las estrellas se rebelan contra la NBA y contra su propio colectivo (NBPA) por haber acordado celebrar el All-Star este año. Giannis Antetokounmpo, Kawhi Leonard y James Harden se han unido a las críticas vertidas en primer lugar por LeBron James.
El Partido de las Estrellas se jugará el 7 de marzo en Atlanta y a los posibles participantes en él les ha sentado como cuerno quemado, ya que esperaban descansar entre el 5 y el 10 de marzo del apretadísimo calendario fijado esta temporada por la NBA por culpa de la pandemia.
Antetokounmpo ha sido claro: "Creo que todos los jugadores esperaban con ansias esos 5 días, 7 días, sean los que sean. El Big Dog (LeBron James) dice que no tiene entusiasmo ni energía para el Juego de las Estrellas y yo pienso lo mismo".
El jugador griego de Milwaukee Bucks lamenta la decisión adoptada. "No puedo interesarme por el All-Star. Quiero ver a mi familia. Quiero ver a mi hermano pequeño en España, quiero que mi hermano venga a verme".
Kawhi Leonard ha ido mucho más allá que el resto de sus compañeros y ha planteado la situación con el realismo más crudo: "Todos sabemos por qué estamos jugando. Hay dinero en juego, es una oportunidad para hacer más dinero, es poner el dinero por encima de la salud".
Mientras, James Harden se ha expresado en parecidos términos que LeBron al decir que "Con un calendario tan comprimido siento que todo está cargándose sobre los jugadores. Es muy agotador jugar tantos partidos en una semana. Esa semana del All-Star era para relajarnos, estar con nuestras familias y alejarnos un poco de la competición".
Ante esta lluvia de críticas, el presidente de la NBPA, el jugador Chris Paul, ha dicho que entiende que sus compañeros estén molestos, pero ha insistido en que él y la asociación que representa tiene que velar por los intereses de todos los jugadores que integran la NBA.