El guirigay que hay montado en los Rockets no tiene desperdicio. Un lío en torno a la Covid-19 que puede dejar al equipo bajo mínimos de cara a su debut hoy en la temporada ante Oklahoma City Thunder.
Para empezar, Harden está siendo investigado por la NBA y por su equipo ante la posibilidad de que haya incumplido los protocolos de Covid-19 de la liga, pero no es ese el único problema de Houston relacionado con la pandemia.
El equipo ya contaba con el positivo de Ben McLemore. El jugador dio positivo hace días, pero fue ayer cuando su equipo informó de que está en cuarentena y no podrá jugar el partido de hoy.
Pues bien, a ese positivo se suma ahora otro, el del novato K.J. Martin, hijo del exjugador de la NBA Kenyon Martin, lo que podría provocar un buen número de bajas en cascada por precaución.
Por de pronto, ha trascendido que hoy no jugarán John Wall y DeMarcus Cousins, dos de los grandes atractivos de estos nuevos Rockets. Ambos han dado negativo en sus respectivas pruebas de Covid-19, pero no serán de la partida porque forman parte de un grupo de jugadores que han sido enviados a sus casas para evitar males mayores.
Se desconoce ahora mismo cuál es la situación exacta de la plantilla, quién podrá jugar y quién no. Está claro que los Rockets arrancan la temporada con demasiados lastres.