Sucedió en los dos partidos de la jornada. Emotivas interpretaciones del himno de Estados Unidos en el Pelicans-Jazz y el Lakers-Clippers con jugadores, entrenadores y árbitros con la rodilla en la pista en signo de reivindicación social.
Durante el himno, jugadores con las camisetas negras de Black Lives Matter, palabras que también se pudieron leer en la pista de juego durante los partidos, y entrenadores con mensaje también social en sus camisetas.
Así, de una forma tan sonora y a la vez tan silenciosa, la NBA se volcaba con el movimiento popular de protesta surgido a raíz de la muerte de George Floyd en Mineápolis el pasado 25 de mayo.
La burbuja Disney dejó así la magia para arraigarse en la realidad y buscar el cambio.
En los partidos, la mayoría de los jugadores lucieron en la parte trasera de sus camisetas mensajes alusivos a ese cambio que todos quieren, mensajes como Peace, Equality, Freedom, Say Their Names... palabras cargadas de fuerza que también se pudieron ver en las zapatillas de más de un jugador.
Todo bajo el apoyo y el control de la NBA, que fijó en su día un buen número de palabras y mensajes que se podían utilizar, acotando de ese modo el abanico de posibilidades.
Está claro que la burbuja de Orlando va a ser un buen escaparate para que los jugadores puedan expresar sus frustraciones con la sociedad estadounidense y elevarlas al marco mundial.