Sabias palabras de Steve Kerr en relación al recién adquirido Andrew Wiggins, unas palabras que sirven para quitar presión al alero y para acomodar su aterrizaje con el fin de extraer de él su mejor baloncesto.
Wiggins fue traspasado ayer desde Timberwolves a Warriors en un acuerdo que incluyó el viaje en sentido opuesto de D'Angelo Russell.
El alero de 24 años llevaba toda su carrera NBA en Minnesota (5 años y medio), equipo con el que había jugado hasta la fecha 442 partidos de fase regular con una media de 19,7 puntos (esta temporada su media estaba en 22,4).
"Minnesota necesitaba que fuera una estrella (Wiggins) y nosotros no le vamos a pedir que sea una estrella, nosotros le vamos a pedir que juegue un rol en un equipo que ya tiene algunas estrellas. Es una gran diferencia", ha asegurado Kerr.
Warriors tendrá ahora cuatro estrellas en su plantel, aunque un par de ellas están lesionadas, cuatro estrellas que juegan cada una en un puesto distinto: Stephen Curry como base, Klay Thompson como escolta, Andrew Wiggins como alero y Draymond Green como ala-pívot.
Kerr ha alabado la calidad de su nuevo pupilo y ha afirmado que espera extraer de él su mejor baloncesto, ya que considera que es un jugador con un enorme potencial.