Lo ha vuelto a hacer. Luka Doncic se ha superado a sí mismo para revolucionar una vez más a la NBA y hacer un poquito más de historia. El esloveno ha liderado el triunfo de Mavericks ante Spurs con números espectaculares.
Dallas ha vencido 117-110 tras estar siempre por delante en el marcador, dejando a Spurs con 6 derrotas consecutivas.
Doncic ha terminado con 42 puntos, 11 rebotes y 12 asistencias para convertirse en el primer jugador de la historia de Mavericks en lograr un triple-doble con 40 puntos, en el segundo jugador más joven de la NBA en conseguir ese logro y en el más joven en completar un triple-doble con al menos 42 puntos.
Además, esos 42 puntos son su récord personal en la NBA superando los 38 que tenía como mejor marca.
Es el sexto triple-doble de la temporada de Doncic, 4 de los cuales los ha logrado anotando 30 o más puntos. Le sigue en la lista LeBron James con 4 triples-dobles en el curso.
Desde el principio ya se vio que Doncic estaba dispuesto a armarla. Su primer cuarto fue apoteósico: 17 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias y 4 triples. En ese primer cuarto Dallas dominó al rival hasta el 36-22.
Los Mavs llegaron a gozar de ventajas aún más holgadas a lo largo de la primera parte, si bien San Antonio se agarró al partido gracias al acierto ofensivo de DeMar DeRozan, que estuvo inmenso. Al descanso, 59-49 con 24 puntos de Doncic y al final del tercer cuarto el esloveno ya rozaba el triple-doble con 34 tantos, 9 rebotes y 11 asistencias.
Llegó el cuarto final, DeRozan y los Spurs apretaron hasta llegar a estar a punto de ponerse por delante y forzar un final emocionante.
En ese final, triple decisivo y ganador de Doncic para poner el 115-110 a 26 segundos del final. Fue el colofón a un partidazo del ex del Real Madrid.
Dallas, que sigue con su firme inicio de temporada, tuvo a Finney-Smith con 22 puntos y a Porzingis con 18 tantos, 10 rebotes y 4 triples.
El mejor visitante fue, sin duda, DeRozan, autor de 36 puntos y 8 rebotes con 14 de 20 en el tiro de campo. Su mejor partido de la temporada, aunque no sirviera para cortar la racha negativa de su equipo.